Linaje. El renacimiento del rey © [Finalizado]

Dragones, minas, gatos y... ¿Merlín?

No páramos de correr por nuestra supervivencia, la policía no nos pisaba los talones para atraparnos, tampoco los de L.I.B.R.A nos seguían. Lo único que nos quedaba como camino era este profundo bosque que ocultaba parte de la luz diurna, sobre nuestras cabezas. Tanto como las chicas como yo nos paramos frente a un sauce cansados mas llegamos a una especie de rio que no sabia exactamente a donde bifurcaba. La corriente era muy fuerte que incluso se llevaría a alguien por delante si se metiera dentro a refrescarse.

-Genial -jadeo agarrándose las rodilla mi hermana, ya cansada- Ahora nos toman por terroristas.

-¿Creen que los hemos perdido? -miro Ruby a su madre.

-No lo se, ire a comprobarlo -dejo de mirar al bravo río Morrigan- Vayan montando una fogata, dentro de poco oscurecera.

Tomo un poco de carrerilla y se tiro al rio, en un estallido de plumas e espirales negras se convirtió en un gran cuervo que sobrevoló por encima de los frondosos árboles. Los tres nos quedamos mirando por donde marcho hasta que suspire cansado por toda la persecución. Invoque a una gemela Fang Red y mire a los árboles.

-Será mejor que recojamos leña -propuse.

-¿De donde sacaste esas espadas?-me miro raro Ruby.

-De Avalon, como Lighstrongs.

-Ya veo...

No hablamos nada hasta que montamos la hoguera con toda la leña que podíamos. Cuando fui a cortar las ramas de un árbol un fenómeno se produjo en Fang red. En cada golpe la espada no quiso cortar la madera, su vaina lo traspasa a medio cortar como un fantasma. Esto me repercutió en que cortar las ramas con  Lighstrongs, gracias al entrenamiento fue facil pero al ver a Ruby agarrar su rifle por el extraño cañón una hoja mágica de una voluminosa guadaña, se desplegó en un destello morado con el nombre de "Hepsilon" junto a un par de siluetas de mas cuervos a su alrededor. Con un una gran destreza de manejo de su arma corto en pocos segundos las ramas de varios árboles. Luego de recoger toda la leña posible, la amontonamos en un circulo de piedras que hizo mi hermana, me agache y con mi mano, emplee mis poderes para crear una llama prendiendo así la hoguera.

-Aun no ha llegado tu madre.

-Estará observando todo el lugar -aseguro ella- No tardara mucho.

Un ruido seco se produjo entre los matorrales, los tres tras no fiarnos de que había atrás de esto invocamos nuestras armas a distancia y apuntamos al mismo lugar. En unos breves segundos pudimos ver un gato exótico de color blanco con manchas marrones por sus ojos de color marrón con un pan en la cabeza que lo extraño es que no se le hubiera quitado tras pasar por los arbustos.
En pocos segundos ese gato fue a parar en los brazos de Ruby mientras esta gritaba y se movia a todos lados con el animal emocionada. Si, otra cosa de ella es que es una fanatica de los gatos, la volvían loca, mas el animal no paraba de ser mareado, pobre gato.

Unos segundos después de esos minutos una especie de filo plateado que emitía un destello azul ante sus cortes apareció un chico con una chaqueta semejante a la mía, de color azul, de cuello alto, con un pañuelo verde al cuello, gafas de montura verde oscuro de lentes rectangulares, un sombrero vaquero marrón, pantalones de color verde con amplios bolsillos estilo militar y unas botas verdes también. Su pelo era rubio tirando a castaño claro, tez de piel blanca, nariz griega y ojos de color azul. Por su cara parecía estar mosqueado, tras soltar la espalda comenzó a moverse por todas partes quitándose ramitas y restos de telarañas.

-¡Maldita sea Misifusino, tenías que meterme en el peor de los caminos para llegar!

-¿Que? -dijo Ruby confundida.

Tras estar este de espaldas se percato de nosotros, inclino la cabeza mirándonos a los tres, se dio la vuelta, saludo con la mano de lejos y sonrió nerviosos. A diferencia de sus motivos este extraño seguía al gato me percate de que en su chaqueta tenía el bordado del un cetro con el trisquel puesto. Los tres nos miramos y luego le apuntamos al desconocido ya por no saber quién era y para quien trabajaba.