La Isla del Mas Allá

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  Odiaba viajar. Si como escuchan, odiaba viajar por culpa de mis padres ya que casi nunca podía hacer amistades y digamos que estar en la mar, despertarte a las cuatro de la madrugada, el transporte, el equipaje, discusiones con la tripulación por saber donde narices estaba nuestros camarotes y el estar sin wifi lo que quedaba de trayecto hasta ese "Mas allá " era muy pero que muy aburrido. Lo único que podías oir era las olas golpeaban fuertemente al casco del barco de forma que este se balanceaba de un lado a otro y.. ¡Ah! Cierto. Los barullos del resto de pasajeros y la esquinas del barco pero este levemente. 
  Por suerte para ello Nero, Lucy y yo habiamos traído recursos contra el aburrimiento. Nuestro Kit contra aburrimiento que consistía en juegos de mesa y consolas para llevar. Vamos que la Nintendo no duro mucho que digamos.
  Los tres nos encontrábamos en nuestro camarote que consistia en tres literas, una ventana  de cristal super reforzado y una mesa con el parchís encima de esta en donde las fichas se movian por el movimiento del barco.

-Oye, Simon -me llamo Lucy desde su literal leyendo una de esas historietas de hadas- ¿Tu crees que Avalon exista?

-No lo se -dije moviendo una de las fichas del tablero.

-¿Y tu Nero?

  Nero vaciló un poco mientras movia su ficha.

-A lo mejor  si. Si es que mi padre, el Gran Capitán, nos lleve hasta ella.

-Lo dudo mucho -tire los dados y moví una ficha del tablero - Discrepó de que sea cierto estos cuentos de hadas.

-Tu y tu falta de entusiasmo -rio un poco Nero- ¿Primo tu acaso no crees en algo?

-Que yo sepa, solo creo que saquen de una vez un God of War para la psp.

-Ehhh tio eso ya...

  Tocaron a la puerta de nuestro camarote y luego se asomo Viviana algo eufórica. Jadeo un poco  y señalo a su izquierda.

-¡Niños venid rápido!

Esta salio corriendo dejando la puerta abierta a lo que Nero y Lucy fueran por delante  mía. En cambio yo guarde el tablero del parchís junto con las fichas y fui a la cubierta del gran crucero del señor Davis el cual miraba al frente  como el resto de pasajeros.
  Observe a donde todos miraban, del mismo mar que lleno de niebla estaba, en esos instantes pilares de piedra pulida hacían acto de presencia, en ellas estaban talladas mas runas junto a unas antorchas aun encendidas iluminando el trayecto o eso parecía, al aproximarse mas el barco aparecían mas monumentos iguales hasta llegar a un arco en donde la niebla desapareció por un momento.
   Una enorme isla se mostraba ante nosotros con mucha vegetación mientras otro barco el que venia detrás nuestra nos seguia que seria el resto de pasajeros.
  Observe a mis padres junto a mi hermana y mi primo los cuatro estaban sorprendidos como yo. Bueno yo no tanto, mas bien tenía un extraño sentimiento recorriendo mi cuerpo. Aparte la mirada de ellos y leí algunas runas por culpa de esa dichosa caja de Viviana.

-¿Te gustan las vistas?

  Con las manos a la espalda Edward Davis se puso a mi lado observando la isla con una grata sonrisa de satisfaccion. Entre los ojos marrones del treintañero millonario se veía una gran felicidad. La niebla densa desaparecía cuando mas nos adentra vamos hacia las aguas de las isla la cual estaba con un cielo claro con unas nubes de la misma densidad que la espuma de mar.

-Un nuevo mundo oculto de la mano de Dios y ahora frente nuestra -me miro- ¿Tu que opinas joven?

  Me quede de brazos cruzados mirando a lo lejos viendo una especie de puerto junto a una playa. Dicho puente estaba echo de piedra y lleno de lo que seria musgo y corales. Señale al puerto llamando la atención del millonario.

Linaje. El renacimiento del rey © [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora