Linaje. El renacimiento del rey © [Finalizado]

Sin armas, sin dinero, con la peor maestra del mundo, y mas robos

Si están ilusionados con que estaría guay, molón o lo que vosotros queráis decirle en volar sobre un dragón les diré que tienes sus pros y contras. Primera ventaja; no necesitas billete ya que es como un avión privado, desventaja; las escamas no son nada cómodas y entrar en países extranjeros es ilegal. Segunda ventaja; son mas rápido que los aviones normales, desventaja; oidos pitando por las rachas de viento. Y por última la tercera ventaja; tienen un gran sentido de la vista para detectar personas y como de orientación , desventaja; la nuestra tenía el GPS averiado. Por si no fuera poco, Tempestad se guiaba con un sentido de la orientación pésima, acabamos sobrevolando dos veces en Paris, donde nuestra querida Ruby le dio tiempo a comprar ropa nueva de la que le gusta a ella. Ahora llevaba una camiseta de rayas roja y blanca sobre una sudadera con cremayera de color rojo con capucha, pantalones vaqueros azules y unas botas negras con un par de accesorios de estos en plan cinturones de hebilla que no servían para nada. Solo de decoración. Con la magia de Axl pudimos hacer que los civiles no les dieran un ataque de locura al vernos volar encima suya. Luego otras dos sobre Los Alpes que por si no fuera poco para descansar casi nos embestía una cabra montesa. Acabo en el estómago de cierta dragona, por si preguntan. Ya por último si, llegamos a Galicia.

-¿Vale ya hemos llegado y ahora que Morrigan?

-Tenemos que llegar al pueblo de Muros en A Coruña -grito ella al final del todo.

-Ya lo has oido Tempestad dale caña -grito Axl.

-¡A que le voy a dar caña, si estoy para el arrastre! -hablo con una voz cavernosa sin haber perdido esos ecos de voz femenina- ¡Espero que luego me inviten a un buen almuerzo!

-Ya habrá tiempo para comer ahora. Lo importante es que no nos vean los de L.I.B.R.A -grito Lucy por detrás mía.

Observamos los cielos despejados hasta llegar al pueblo costero donde descendimos cerca de una arboleda. Tempestad aterrizó con delicadeza aunque no pudo evitar el retumbar de sus patas contra la tierra. Los cinco descendimos de ella mientras ya tomaba su forma humana normal entre esa metamorfosis ardiente, al terminar se aparto el pelo a un lado y espero de brazos cruzados a ver que decíamos. Axl se agusto su mochila como Lucy la suya, ya Ruby como yo esperamos a que Morrigan dijera algo. Aunque la diosa parecía un poco ausente a nosotros, tan solo se quedo mirando al horizonte divisando el pueblo costero. Mire al reloj de mi teléfono comprobando que eran las 15:30 lo cual era majo menos la hora de comer.

-Deberíamos ir a almorzar algo. Axl tu por casualidad sabes donde hay un lugar para...

-¡Crees que por ser español conozca todos los locales del país! -cruzo de brazos molestó.

-Bueno yo solo preguntaba...

La comisura de sus labios se ensanchó enseñando una sonrisa enseñando sus dientes blancos como la espuma. Se acercó a mi y medio una palma en la espalda. Mientras reía un poco de ello.

-Que son bromas hombre. Seguramente haya alguna marisquería cerca de aquí.

-Eso ya me interesa mas -puso la oreja en medio Tempestad con una sonrisa en la cara.

-¿No tuvistes suficiente con la cabra? -se sorprendió Ruby al escuchar aquello.

-Soy una dragona que te esperabas -sonrió orgullosa dándose un pequeño golpe en el pecho.

Morrigan recogió del suelo un diente de león florecido, tras un soplido todas sus semillas salieron volando junto a una racha de viento costera directo al mar. Sus ojos parecían algo llorosos, incluso parecía haber recordando algo de su pasado antes de la caída de Magh Mell. Abrió la mano y dejó caer la flor que arrancó en esos breves segundos. Dio la media vuelta y nos miro seria bastante. Con un chasquido de dedos hizo aparecer un saco negro que serviría perfecto como un monedero.