Linaje. El renacimiento del rey © [Finalizado]

El peor recado de Taranis casi nos deja congelados.

Contarle todo lo ocurrido al dios del rayo y las ruedas fue bastante complicado, literalmente el hombre había perdido la noción del tiempo y la edad. Pero su evocación aun por ser mecánico era bastante buena, por sus registros conseguía arreglar sus pedidos autómatas con tres días de antelación al plazo. Aun así pudimos tachar su nombre en la carta junto al de Morrigan que me había olvidado y son sacar  información sobre el paradero de nuestro último dios. El garaje aun olía a aceite de motor y el suelo medio resbaladizo era un problema para mantenerse en pie. Los coches que habían en taller, tenían retirados cada uno sus motores respectivos envueltos en cadenas y cuerdas de sujeción colgados en el techo, las herramientas de la mesa que tenían estaban medio ordenada alfabéticamente junto a unas cajas de tornillos y unos planos de a saber qué eran.

-Un momento Lugh se hace pasar por mafioso en Las Vegas -lo miro dudo Morrigan agarrando un cubo de la basura.

-Oh si, ha menudo hablamos por Skype -comentó entre unas carcajadas-  Desde que vio "El Padrino" le dio la vena de ser un gánster italiano como los de la película.

-Esto conmigo no pasaba -se dio una palmada en la frente Nuada tras el espejo de bolsillo de Lucy- Le dije qué tenía que convertirse en rey implica mantenernos unidos. No convertirse en un Gansta.

-Cada uno sabe reinar a su modo Nuada -le recordo Lucy.

-Cierto. Pero aun así el problema es el medio de transporte para llegar al otro continente -cruzo de brazos Ruby.

-Podría ayudarnos usted -dijo nervioso Axl entre una observando al dios su tono de voz era algo insegura- Usted posee un carro que va a la velocidad del rayo.

-A donde quieres llegar a parar chico -miro serio a Axl sospechando de el totalmente- Detecto una gran inseguridad en ti.

-¿Qué? No estoy inseguro.

-Axl -mire seriamente a mi amigo- ¿Hay algo que te olvidaste es comentar antes de venir con nosotros?

Nuestro amigo, se quedo por unos segundos mudo, lentamente se quito el sombrero de su cabeza mas un fuerte suspiro amargo. Su mirada estaba clavado en el suelo del garaje, cerca de una mancha de aceite de motor imposible de borrar, o seria otra cosa que había caído al suelo. Me estaba oliendo algún improvisó que no nos había dicho, aun así me mantuve callado como el resto de nosotros.

-Hace medio mes L.I.B.R.A nos encontró junto a un ejército liderado por, Gula. Nos dieron un ultimátum de 16 para que nos, rindiera mos y acataremos sus órdenes.

-¿De cuantos hombres estamos? preguntó Morrigan.

-Unos cien o incluso mas -respondió él mirando al su sobrero, luego se lo puso de nuevo- Por eso te dieron la carta, Simón.

-Si no tuvieran algo respecto a nuestros padres, te mataría ahora mismo -lo mire mosqueado- ¿Cuanto nos queda?

-Unos... Cinco días para el ataque.

-No perdamos el tiempo. Taranis podrías hacernos ese favor, ¿por favor? -lo miro a los ojos Ruby.

-Si es para patear le el culo ese desgraciado traidor de Nial, por mi perfecto -afirmo el dios apoyando una mano a la mesa de trabajo y una sonrisa- Pero tengo un serio problema con mi carro. Los nuevos ejes que les puse a las ruedas tienden a sobrecalentarse y hacer que el resto del carro arda como el mismo sol.

-¿Y que quiere que hagamos para solucionar eso?

-Bueno cerca de aquí, en las montañas, extrañamente abunda un clima muy húmedo lo cual hacen florecer una extraña flor de unas tonalidades como el mismo hielo -explico Taranis tras luego enseñarnos una fotografía de un album que tenía sobre la mesa de trabajo junto a un montón de herramientas- Las llamo Flores de Escarcha y las propiedades que contiene la sabia de sus pétalos son suficiente fría como para que los ejes no se recalienten como el nitrógeno pero sin peligro de quemarte. Si me traen sus pétalos o incluso la flor misma, a cambió de ello los llevaré a Estados Unidos a la velocidad del rayo.