Capítulo veintiocho

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--¿Sucede algo? --preguntó ella con incomodidad.

Sebastien aprieta los labios e intentar darle una sonrisa a Millie.
--Tú... ¿no viste mis mensajes? --ella lo miró con confusión-- te envíe como cinco mensajes a las seis y otra hace unos treintena minutos.

Ella negó, aunque en realidad había leído perfectamente los mensajes, pero los había ignorado.
--No he visto mi celular desde que dormí --contestó-- ¿Pasa algo? --fruncio el ceño-- espera... ¿cómo supiste mi dirección?

--Wyatt --dijo él, como si fuera muy obvio.

Millie escuchó un plato caer detrás suyo, lo cual le provocó un susto y dar un pequeño brinco.
--Maldi... --susurró y miró a Sebastien-- ¿Me permites un minuto? --sin esperar respuesta ella cerró la puerta en su cara y se dirigió a la cocina.

Ava había bajado de su asiento, y sus platos había caído al piso. Inmediatamente que la pequeña vio a su hermana llegar, alzó ambas manos y negó muchas veces.
--¡No fui yo! --exclamó.
Sin decir nada, Millie torció los ojos y levantó lo que la pequeña había tirado para colocarlos en el fregadero.

Se dirigió nuevamente hacia la puerta, pero se detuvo tal vez unos dos pasos antes de llegar, pues no estaba segura si sería lo mejor.
Dio pasos lentos y una vez más hecho un vistazo por la mirilla, Sébastien aún se encontraba ahí, de pie esperando a que Millie abriera nuevamente la puerta.
Giró la manija lentamente y lo encontró con una sonrisa muy deslumbrante.

--¿Y...? --pregunta él.

Millie prefirió bajar la mirada.
--Oye Seb, me caes muy bien y creo que eres un chico muy lindo --él no me quitaba la vista-- pero, ¿por qué me estás invitando a salir? --está vez ella alzó la mirada.

Sebastien alzó los hombros.
--La verdad no lo sé. Me atraes un poco pero sé que no tengo posibilidades contigo --contestó con muy poca preocupación.

--Las cosas están muy complicadas --comentó únicamente.

--Te entiendo.
Millie asintió y él comenzaba a alejarse lentamente de la puerta. Dirigió su mirada una última vez hacia Millie.
--Saludame a Finn --sonrió, dejando a Millie sin palabras y alejándose.

Aún boquiabierta, Millie regresó a la cocina a lavar la vajilla. Ava ya no se encontraba ahí y era probable que haya regresado a su habitación.

Lunes.

El día, como cualquier otro, la mañana común y corriente, las clases igual de aburridas, las personas igual, los rumores aumentan y los pasillos cada vez más ruidosos por todos los murmullos que hay, todos hablaban de Wyatt Oleff, pues nadie sabía que pasó con él y porque nadie lo había visto en los últimos tres días. Siempre se le veía de un lado a otro, con todo el mundo, con una sonrisa y ahora ya ni siquiera se le ha visto aunque sea en el jardín o en la puerta de la casa. Puede que Wyatt haya huido o desaparecido, pero no era lo demasiado idiota como para querer suicidarse. Esos son los rumores.

--¿Qué crees que haya pasado? --susurra Sadie a Millie mientras esperan su turno en el supuesto juego de fútbol.

--Aún no lo sé --contesta Millie dándole un sorbo a su botella de agua-- sólo estoy segura de que él ya no volverá. O al menos con nosotros no.

--¿Crees que se haya suicidado?

--No era tan idiota --negó--... sin ofenderte.

--No lo haces --dijo la pelirroja--  ¿has hablado con Sophia?

Millie alzó los hombros.
--Creo que ni siquiera vino.

Fake Love | fillie; [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora