||Como una rosa.||
Al día siguiente, a primera hora, tres toques en su puerta la despertaron.
-¿Quién?- preguntó poniendo su almohada en su rostro.
-Soy Robb, mi Lady. La esperare en la cocina para desayunar.
Y luego sus pasos se alejaron. Rose se sentó en la cama y casi chilla al observar a la huargo a sus pies.
-¡Valyria! ¡Que susto!
La loba la observó ladeando la cabeza. Rose caminó hasta el baño y tomó uno lo más rápido posible, no quería hacer esperar a Robb y el agua estaba muy fría para su gusto. Cuando salió busco entre el baúl de los vestidos cortos, esos que usaba para entrenar ya que Cersei se había negado a que usara pantalones alguna vez. Tomo uno rojo, casi vinotinto, como la sangre, era de mangas largas, tenía un profundo escote en V y tiras entrelazadas tapando un poco, a Jaime no le gustaba que mostrara su más grande atributo mientras entrenaban con hombres alrededor; se ajustada desde el pecho a la cintura y las mangas eran como una segunda piel, antes de le quedaba a la rodilla pero ahora llegaba hasta la mitad del muslo. Se puso unas sandalias planas negras con tiras que se entrelazaban por toda su pantorrilla y una capa gris bastante abrigadora. Escondió a Rhaenys dentro de la capa y salió de la habitación, con Valyria siguiéndole de cerca.
-Rose...
La castaña de ojos azules de esa mañana se detuvo para voltear a ver al dueño de la voz y no pudo disimular su desagrado al verlo.
-Su alteza- hizo una reverencia ante el príncipe heredero de Poniente.
-¿Así me trataras ahora?- preguntó bruscamente-. No parece afectarte mucho la muerte de Shadow, después de todo ya conseguiste una nueva mascota.
Valyria le gruño a Joffrey.
-Claro que duele Joffrey. Duele como el infierno o más. Duele porque tú me la regalaste, amaba a Shadow tanto como te amaba a ti- y la frase en pasado lo destrozo un poco más-. Pero ya me di cuenta de porque te gruñía. Shadow veía el monstruo que tenía en frente... Dime Joffrey, si le hiciste eso a ella... ¿Qué me harías a mí?
Joffrey se acercó a Rose y acarició su mejilla.
-A ti te haría la mujer más feliz de todo Poniente.
Rose detuvo la mano de Joffrey.
-A mí me has hecho la mujer más desdichada de todo Poniente.
Y sin decir otra palabra, Rose se fue en dirección a la cocina. Joffrey fue con su madre, quien desayunaba junto a su tío.
-No quiero que se casen- fue todo lo que dijo.
-El compromiso está hecho, príncipe- sonrió Jaime-. Además, ellos parecen gustarse. Serán muy felices.
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||Of Ice and Fire.||
Fanfiction"Ella será grande Ser Jaime, como lo dijo su padre algún día. Será fuerte, honorable, inteligente y muy hermosa. Luchara mejor que nadie y nunca fallara un tiro. Coserá, bailará y cantará mejor que cualquiera en este reino. Y por más que quiera alej...