"Ella será grande Ser Jaime, como lo dijo su padre algún día. Será fuerte, honorable, inteligente y muy hermosa. Luchara mejor que nadie y nunca fallara un tiro. Coserá, bailará y cantará mejor que cualquiera en este reino. Y por más que quiera alej...
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||El Rey del Norte.||
Ese día seria la boda entre Robb Stark y Rose Lannister. Cersei se había encargado de que fuera una boda sureña pero Rose dijo que también quería una boda norteña, ya que el norte sería su nuevo hogar.
En la sala principal del castillo de Invernalia, Rose y Robb estaban sentados en el centro de la tarima, junto a Rose estaba Jaime, Cersei, Robert, Joffrey, Myrcella, Tommen y Tyrion; del lado de Robb estaba Eddard, Catelyn, Sansa, Arya, Bran, Rickon y Jon, a petición de Rose, claro que Lady Stark no estaba contenta con aquello.
Jaime le regaló a Robb una espada, esta era de acero valyrio, aquel que sobró de la espada de Rose; tenía la empuñadura café con plata, era hermosa. Cersei le regaló a Rose un montón de vestidos abrigados, más apropiados para el norte. Joffrey le regaló a Rose una fina pulsera de oro en una caja roja de terciopelo, la pulsera tenía siete piedras, un rubí, un diamante, una esmeralda, un zafiro, una amatista, una ámbar y un cuarzo. Myrcella le regaló un broche de plata a Rose, un broche de plata con un lobo huargo. Tommen le regaló un nuevo juego de flechas, estas no eran doradas de plumas rojas; eran de color cenizo, con las plumas plateadas.
-Creo que el único que aún no acepta que serás una Stark es el príncipe Joffrey- le susurró Robb. Rose le sonrió con cariño.
Tyrion se acercó a ellos con un libro, sobre guerras y linajes. Robb abrió el libro y se encontró con dos delgados collares de plata oscura, de cada una colgaba una piedra preciosa multidimensional, de varios colores.
-Son fluoritas- dijo Tyrion-. Esperemos que los mantengan unidos hasta el último de sus días.
Robb sonrió y le colocó el collar a Rose, luego ella le puso el otro a él. Robert se puso de pie, caminó hasta los prometidos y dejo una caja de terciopelo plateado sobre la mesa.
-El norte nos ha servido por años- comenzó-, pero, a pesar de eso, siempre ha sido como un reino independiente. Si le pidiera a los norteños marchar contra los Dayne y Ned les pidiera marchar en mi contra, fácilmente irían hasta Desembarco del rey a declararme la guerra, porque su señor, su rey, así lo quiere- los norteños sonrieron. Eddard rió en silencio-. Robb Stark y Rose Lannister, muy pronto Stark, serán los próximos reyes del norte, así que pensé que sería adecuado hacer notar sus títulos.
Abrió la caja, dentro habían dos coronas. La corona para Robb era un círculo abierto de bronce martilleado en Aguasdulces con runas de los Primeros Hombres, coronado de nueve clavos de hierro negro forjado en forma de espadas largas; era muy parecida a la que llevaban antaño los Reyes en el Norte de la Casa Stark. La corona para Rose era un circulo de hierro forjado en Bastión de Tormentas, coronado hasta la mitad por cuarzos.
-Son preciosas- murmuró Rose.
-Para los futuros Rey y Reina de Invernalia- dijo Robert sonriendo.
Eddard se puso de pie y le regaló a su hijo un broche de lobo huargo, el ojo del lobo era una pequeña piedra antigua, su origen se remontaba a los primeros hombres; el broche había pasado de generación en generación en su familia y Eddard lo tenía luego de la muerte de Brandon.
