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||Bran

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||Bran...||

Rose despertó primero que Robb, así que se deshizo de las pieles y caminó al baño, lleno la bañera y se quitó el camisón, el agua estaba extrañamente caliente. Se deshizo la trenza que Lady Catelyn le había hecho y se aseguró de quitar todo el maquillaje que Sansa le había puesto. Salió del baño envuelta en un trozo de seda gris. Robb ya se había despertado.

-Buenos días mi Rey- le sonrió sonrojada.

-Buenos días mi Reina- Robb le besó la frente y corrió al baño.

Rose busco entre los vestidos que Cersei le había regalado hasta encontrar uno blanco, con un pequeño escote en V, ajustado hasta la cintura, las mangas eran largas y comenzaban a abrirse desde el codo, el vestido se arrastraba un poco. Se puso unas sandalias planas, la pulsera que Joffrey le había regalado y el collar de fluorita.
Robb salió del baño y se vistió mientras Rose comenzaba a trenzar su cabello.

-¿Por qué lo trenzas?- le preguntó Robb mientras le sostenía las manos.

-Está platinado, al Rey Robert no le gusta ver mi cabello así- suspiró-. Dice que parezco una Targaryen y que todos los Targaryen deben morir.

-No importa. No lo trences.

Y antes de que ella dijera algo, Robb le deshizo la trenza. La ayudo a ponerse de pie y le regaló un tierno beso en los labios.

-Ahora besas a una loba.

-No, no. Sigo besando a una fiera- dijo burlón.

Ambos salieron de la habitación, Rose cargó a Lonnel al tiempo que Grey Wind y Visenya dejaban de hacerse cariños. Los cinco caminaron hasta la sala principal, eran los últimos en llegar.

-¿Puedo saber a qué hora se acostaron anoche?- preguntó Jaime-. Estaba haciendo guardia en la puerta del rey y la reina y aun así escuchaba sus risas.

-No tengo ni idea de a qué hora nos acostamos- Rose besó la mejilla de su padre antes de sentarse a su lado. Robb se sentó junto a ella luego de saludar a su madre.

-¿Qué tal la ceremonia norteña?- preguntó Robert.

-Me gusto. Fue tan íntimo. Mejor que hacerlo delante de todo el mundo- admitió Rose.

Luego del desayuno, Eddard, Robert, Joffrey, Robb, Tyrion, Benjen, Theon Greyjoy y Ser Rodrik partieron a cazar. Era el último día de los sureños en Invernalia.

-Arya, acompáñame, por favor- le pidió Rose.

-Como guste mi Lady.

Rose y Arya salieron del comedor a la habitación de la primera. Rose le dio a Arya el pequeño Lonnel mientras buscaba sus arcos de madera, el primer arco que tuvo, y el que le regalaría a la pequeña.

-Este es para ti.

El arco que Rose le daba a Arya tenía una pequeña rosa tallada en la madera. Luego le dio un carcaj de flechas de madera con plumas blancas.

-Es hermoso. Gracias.

-No hay de qué. Ahora vamos al bosque.

Rose se puso la capa que Lady Catelyn le había regalado junto al broche de lobo huargo. Escondió los arcos y las flechas en un bolso y tomó a Lonnel. Ambas caminaron hasta el establo con la compañía de Nymeria, Grey Wind y Valyria.

-Grey Wind parece seguirte a todas partes- dijo Arya mientras ensillaba el caballo blanco de Rose.

-Solo cuando Robb se lo ordena. Esta mañana antes de irse le ha dicho que me siga a todas partes- suspiró y Arya rió.

Rose subió primero, Arya le paso a Lonnel y luego subió junto con el bolso. Rose cabalgó hasta las profundidades del bosque, cuando estuvo lo suficientemente lejos de Invernalia, detuvo el trote. La señora del norte bajo primero y luego ayudo a Arya. Dejó a Lonnel en el suelo para que corriera un rato y saco los arcos.

-Muéstrame tu posición- Arya hizo lo que le pidió-. ¿Qué fue lo que Jon y yo te dijimos?

-Pies separados- hizo lo que dijo-. Espalda recta. Alza el brazo. Tensa con suavidad. Apunta. Dispara.

La flecha salió volando con fuerza hasta un árbol, dando debajo de su fruto. Arya bufó.

-Estas usando mucha fuerza- Rose tomó una de sus flechas y la coloco en su arco-. No debes preocuparte tanto por apuntar. Si tu posición está bien y tu ojo está viendo fijamente tu objetivo. Lo lograras- tensó la cuerda con suavidad y la soltó enseguida hacia el árbol. Un cuervo cayó, llevaba una carta, con el sello de los Martell, una espada y una estrella entrelazadas.

-Tú has tenido muchos años de prácticas- reprochó.

-Solo tuve dos- dijo luego de recoger la carta y meterla en el bolso que llevaba su caballo-. Mi padre era muy estricto. No sé porque se empeñaba tanto en enseñarme a luchar... inténtalo de nuevo.

-Pies separados. Espalda recta. Alza el brazo. Tensa con suavidad. Dispara- dijo mientras realizaba las indicaciones que le habían dado cinco días atrás, sin contar el apuntar. La flecha dio en la manzana.

-Excelente- la aplaudió-. Ve por esa manzana. Gaemon tiene hambre.

-¿Gaemon?

-El caballo Arya- rió. Arya asintió y fue por la manzana.

Luego de practicar media hora con el arco, recogieron las flechas y Rose se dedicó a enseñarle a Arya como bailar.

-Un poco más lento, Arya.

-Esto es aburrido- se quejó Arya.

-Esto te convertirá en la Rosa Stark.

-Creo que ahora esa eres tú.

-No. Siempre seré La Rosa Lannister. Siempre seré una fiera.

Cuando llegaron de regreso a Invernalia, Arya corrió hasta sus aposentos y Rose comenzó a explorar el patio. Estaba cerca de la Torre Rota cuando un lobo comenzó a aullar, Rose apresuro su paso y cuando llegó, observó cómo Bran caía al suelo en un ruido seco. Gritó tanto como pudo, pido ayuda, sollozó y cayó al suelo tomando la cabeza del pequeño y poniéndola en su regazo. Sintió como algo se clavaba en su hombro. Varias personas se acercaron, Rose volvió a gritar cuando vio una flecha dorada con pluma roja incrustada en su hombro. Alguien la agarro de la cintura para ponerla de pie pero ella ya no tenía fuerzas. Su vestido estaba manchado de sangre y su vista se estaba volviendo borrosa.

-Rose...

La voz de Robb se escuchó lejana.

-Bran...

Fue lo que dijo ella antes de desvanecerse en los brazos de Robb Stark.

||Of Ice and Fire.||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora