||Of Ice and Fire.||

9.1

Mujer.

Robb besó las manos de Rose, nudillo a nudillo.

-Siento que te he fallado- le susurró.

-Robbie- le sonrió tiernamente. Robb echó su cabeza hacia atrás mientras dejaba salir una carcajada-. Mi padre es Jaime Lannister, un hombre sin honor. Pertenecía a la Casa Lannister, enemiga de la casa Martell y todos y cada uno de sus vasallos. Ahora soy una Stark pero uno de mis hijos gobernará sobre Roca Casterly...

-Nuestros hijos serán Stark, ¿Estás segura de que quieren que un Stark gobierne Roca Casterly?

- Tywin ya había pensado en eso, incluso sin saber a quién elegiría para casarme. El primero de mis hijos llevaría el apellido de su padre, mientras el segundo llevaría el Lannister y luego el apellido de su padre. En este caso será Lannister-Stark.

-Lord Tywin ha pensado en todo.

-Siempre piensa en todo.

Robb le sonrió, la tomó de la cintura e hizo que se sentara en sus piernas.

-Rickard Jaime Stark- sonrió-. Lyanna Myrcella Stark... Creo que necesitaremos unos ocho nombres más.

-¿Ocho?

-Si- rió Robb mientras la empujaba a la cama-. Quiero una pequeña familia con diez hijos.

-¿Eso te parece pequeña?- preguntó Rose riendo.

-Si- respondió Robb riendo también. Se acercó a ella y picoteo sus labios.

-Te acepto cinco.

-No. Cinco es un número impar, mejor seis.

-Rickard, Lyanna, Eddard, Jaime, Rhaenys y Daemon.

-¿Llamaras a tu hija como tu espada?

-¿Por qué no?

-Catelyn Rhaenys Stark- dijo Robb.

- Me gusta... Brandon Eddard Stark.

-Sí, suena bien. Jon Jaime Stark, JJ- dijo Robb.

- En honor a nuestro hermano Jon- sonrió Rose.

-¿Porque no mejor Rose Lyarra en lugar de Daemon? Así son parejos, tres niños y tres niñas.

-Y... por si viene una séptima «Naerys Visenya Stark.»

-Me gusta como piensas.

Ambos rieron. Robb se deleitó con el sonido de su risa, así que colocó sus manos en las costillas de Rose y comenzó a mover sus dedos causándole cosquillas y sonoras carcajadas.

Lady Catelyn iba a los aposentos de su hijo mayor, mientras se acercaba, escucho dos fuertes carcajadas y al estar frente a la puerta, las carcajadas fueron reemplazadas por un gemido.

|Así que por eso ya la llama su mujer- pensó con amargura.

Lady Catelyn tenía miedo de lo qué podía pasar por ese matrimonio, no sabía de qué era capaz el Príncipe Joffrey, y la Reina no parecía muy contenta con el compromiso, a los únicos qué parecía gustarle era a la princesa Myrcella, al príncipe Tommen, ser Jaime y al Rey Robert, aparte de Eddard, Robb y todos sus hijos. De su familia ella era la única en desacuerdo, esa chica era una Lannister y los Lannister no eran de fiar, mucho menos si tenían los rasgos de la antigua Valyria, los rasgos de los Targaryen.

Robb siguió dejando un camino de besos por el abdomen de Rose mientras la veía suspirar. Rose echó su cabeza hacia atrás mientras suspiraba, soltó un gemido cuándo la mano de Robb dejó su feminidad.

-Robbie- reprochó.

Robb rió antes de reemplazar su mano por su boca, escuchó con satisfacción el gemido de su esposa cuándo cerro sus labios en su clítoris, chupo suavemente y Rose le halo un poco el cabello.

-Robb...

Y eso había sido música para sus oídos, era la primera vez que ella gemía su nombre.
Rose arqueó la espalda sintiendo como Robb movía su lengua en círculos y de arriba abajo. Lo rodeo con sus piernas cuándo sintió un dedo de él entrar en ella.

-Oh Dioses... ¿Quién te ha ensañado eso?

-¿Me creerías si te dijera que nunca antes lo había hecho?- preguntó él, metiendo y sacando su dedo.

-Si...

Su voz salió como un susurro. Robb subió besando cada espacio de su piel hasta llegar a su boca, dónde comenzó una guerra más. Cuándo él sacó su dedo para tomarla fuertemente de las caderas, Rose aprovechó y lo hizo girar, quedando ella sobre él.

-¿Qué pasó con la timidez?- preguntó riendo. Rose rió con él antes de volver a besarlo.

Robb tomó el trasero de Rose entre sus manos e hizo qué comenzara a moverse hacia adelante y hacia atrás, en un placentero roce de sus partes. Rose dejó de acariciar el cabello de Robb para pasar su mano por su abdomen y seguir bajando hasta tomar su miembro con una mano, subió un poco e hizo que Robb entrara en ella soltando un ronco gemido. Bajo lentamente y movió su cadera circularmente. Robb se aferró a la cadera de Rose, moviéndola hacia adelante y hacia atrás. Rose apoyo sus manos en el pecho de Robb mientras lo veía a los ojos. Robb soltó el castaño cabello de Rose, haciendo que cayera en una cascada a cada lado de su rostro, le encantaba su cabello, comenzaba siendo castaño pero terminaba rubio. Volvió a poner sus manos en las caderas de Rose cuándo ella comenzó a subir y bajar lentamente, hasta que sintió que debía ir más rápido. Cuándo Robb sintió la necesidad de moverse, la abrazó e hizo que ambos giraran. Rose abrazó la cadera de Robb con sus piernas y cuándo él aumentó el ritmo, rasguño, sin querer, la espalda de él, a lo que Robb respondió con un ronco gruñido.
Perdieron la noción del tiempo mientras disfrutaban el uno del otro.
Cuándo Rose estuvo cansada, Robb se acostó junto a ella mientras le acariciaba el cabello.

-Conozco un lobo- Robb la escuchó susurrar-. En el día es el lobo más tierno y sobre protector del mundo, pero cuando llega la noche se transforma, así no haya luna llena, y resulta ser... Insaciable.

Robb rió ante las plantas de su mujer.

-Yo conozco una fiera, no se transforma con la luna o el sol, no. Ella siempre es una fiera- Robb rió y Rose le golpeo el hombro-. Es una leona, una leona madre que saca sus garras y colmillos cuándo amenazan a los suyos.

Rose le besó la mejilla mientras sonreía.

-Parece que ante los norteños eres una persona y ante mi eres otra, y me gusta, porque eso quiere decir que sabes cumplir con tu trabajo como Lord de Invernalia y como esposo.

-No creo que haga un bien trabajo como espo...

Rose lo cayó con un beso, sintiéndose completamente extraña. Lo que sentía cada vez que estaba junto a Robb Stark no parecía ser natural o de ese mundo.