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Gracia y belleza

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Gracia y belleza.

Rose esperaba a Robb en la habitación pero se sorprendió cuándo lo vio llegar, estaba agitado, con lágrimas en los ojos y el ceño fruncido.

-Robb...

-Ahora no quiero hablar- dijo mientras se quitaba la capa y la camisa antes de sentarse en la cama y quitarse las botas.

Rose se puso de pie y salió al pasillo.

-¡Jannette!- exclamó. Jannette se había quedado con ella para ayudarla en lo que necesitará.

-¿Me necesita mi señora?

-Trae una jarra de vino, una copa y un vaso de leche tibia. Por favor.

- En seguida.

Rose volvió a entrar a la habitación.

-Rickon no dormirá con nosotros hoy, se quedó dormido en su habitación.

-Lo sé Robb, le he contado un cuento y lo he arropado, además me pidió un beso de buenas noches- sonrió mientras se sentaba a su lado-. ¿Qué tienes?

-¿Para qué el vaso de leche?- ignoro su pregunta.

-Para mí- murmuró sonrojada-. He intentado dormir desde las siete y no he podido. Rick me dijo que un vaso de leche tibia siempre funciona.

-Es solo un niño Rose...

-Los niños nunca mienten mi Lord.

La puerta fue tocada. Rose dejó pasar a Jannette, la chica dejó la bandeja con lo que le fue pedido y se marchó.

-¿Vas a decirme que es lo que tienes?- le preguntó mientras le servía un poco de vino.

-Supongo que la caída de Bran y el estado de madre, junto a la flecha que te clavaron me tiene muy abrumado- suspiró. Rose caminó hasta él, se sentó en sus piernas y le dio un poco de vino.

-No dejes que te afecte de esa forma. Usa ese sentimiento para hacerte más fuerte. Ahora eres el Lord de Invernalia, el Norte cuenta contigo, cuenta con que seas fuerte. Yo cuento contigo pero no temas ser el niño frágil delante de mí. Estaré para ti en todo momento Robbie- él rió por el apodo-. Cuentas conmigo para lo que sea.

-Gracias- besó su frente.

-¿Por qué no me besas aquí?- señalo sus labios con uno de sus dedos.

-¿Y si no quieres?

-¿Esa es tu excusa?- se hizo la indignada. Robb rió.

-¿Debería ser otra mi Lady?

-Claro, creí qué dirías qué si me besabas no ibas a poder parar porque soy irresistible- Robb se carcajeo, Rose sonrió-. Así te ves, sin dudas, más atractivo.

Puso sus manos en las mejillas de Robb para acariciarlas.
A lo lejos escucho los aullidos del lobo de Bran.
Robb sonrió sonrojado. Rose se acercó a él y lo besó con un poco de desesperación. Robb la tomó de la cintura y la acercó más a él mientras movía sus labios en sincronía con los de ella. Rose se sentó a horcajadas sobre él para después empujarlo a la cama. Robb trazo el labio inferior de ella mientras caía a la cama, ella abrió un poco más la boca y él comenzó tímidamente una guerra entre sus lenguas. Rose bajo sus manos para acariciar el pecho de Robb mientras él le acariciaba los muslos por debajo del suave vestido de seda. Dejó los labios de él para trazar su mandíbula con besos y bajar hasta el cuello, besó y mordió antes de que Robb la hiciera girar.

-¿Estás segura de esto?- le preguntó agitado.

-Nunca he estado más segura de algo en mi vida.

Robb sonrió mientras desataba los nudos que mantenían el vestido en su cuerpo. Rose se sonrojó cuándo Robb se sentó a un lado de ella para admirarla, él sonrió antes de poner una de sus manos en la mejilla de ella y acariciarla. Rose le sonrió y puso su mano sobre la de él, invitándole a seguir. Robb bajo su mano, acarició su cuello, masajeo su hombro y deslizo un dedo en medio de los pechos de ella para después hacer su camino por su abdomen hasta llegar a la cadera, dónde se desvío a una de sus piernas. Rose cerro los ojos disfrutando de las caricias, así que no se dio cuenta cuándo Robb se movió y comenzó a besarle la pierna izquierda, subió hasta llegar al muslo y se saltó su parte íntima pasando al abdomen, dejó un beso en su ombligo y siguió subiendo, hasta llegar a su seno. La observó y ella le sonrió. Robb tomó uno de sus senos y se lo llevo a la boca, besando, chupando y mordiendo con delicadeza; mientras su mano derecha viajaba por todo el cuerpo de su esposa, hasta llegar a un lugar tan íntimo para ella, un lugar que ahora era solo de él. Rose suspiró al sentir como Robb acariciaba ese pequeño botoncito entre sus piernas. Robb dejó su seno izquierdo cuándo sintió el pezón erecto y la piel chinita, además de haber escuchado un pequeño gemido salir se la boca de Rose; tomó el seno derecho mientras bajaba un poco más su mano por aquel lugar. Rose gimió levemente, no quería que la escucharán, no quería hacer ruido, pero aquellas sensaciones nunca las había sentido, los dragones en su estómago se habían ido a cada rincón de su cuerpo pero parecía que el más grande se había quedado en su vientre. Robb le mordió el pezón antes de subir a besarla de nuevo, sin dejar de mover sus dedos circularmente entre las piernas de Rose. Ella aprovechó el momento para cambiar de posiciones y quedar sobre Robb mientras seguían besándose. Con una mano le halaba levemente el cabello mientras la otra se deslizaba por su abdomen, hasta llegar al broche del pantalón; se movió levemente, hacía delante y hacía atrás, causando un gruñido por parte de Robb, sonrió antes de moverse en círculos. Robb la tomó del trasero para que siguiera con los movimientos y sintió como la mano de Rose dejaba su cabello y se encontraba con la otra, en el borde de su pantalón. Rose dejó de besarlo cuándo desato el pantalón, se puso de pie y tiro de la prenda para dejar a su esposo completamente desnudo ante ella, tenía razón con aquello que dijo a sus nueve años, «no solo los Lannister nacen con gracia y belleza».
A Robb no le hacían falta los delicados rasgos se los Lannister para ser atractivo, el cabello cobrizo y los ojos azules junto a aquella pícara sonrisa y hermoso torso derretirían a cualquiera; por ello se sintió afortunada, tenía a ese hombre solo para ella.
Volvió a sentarse sobre Robb para volver a besarlo, Robb la tomó de la cadera y volteo con ella.

-Te lo preguntare una vez más y que quede claro que será la última- dijo jadeando-. ¿Estás segura de esto?

-Si no lo haces ahora voy a golpearte.

Robb rió ante la respuesta de Rose.

-Avísame si te lastimo- la besó y se posicionó en su entrada.

Aún no sucedía nada pero Rose ya se sentía de maravilla, porque era la primera vez que la trataban con tanta delicadeza y amor, y mientras Robb se decidía, ella pensó en cómo serían Rickard y Lyanna, esperaba que se parecieran un poco a ella, pero anhelaba que tuvieran el cabello cobrizo de Robb.
Un agudo dolor la sacó de sus pensamientos. Puso sus manos en los hombros de Robb y clavo sus uñas, haciendo que él soltara un ronco gemido.

-¿Duele?

-Solo sigue- respondió en medio de un gemido.

Robb le hizo caso y entro completamente en ella. Él suspiró entre el placer y la sensación de estar completo. Ella soltó un gemido de placer y dolor, pero él no supo cuál sentía con más fuerza.
Cuándo Rose movió sus caderas contra las de él, Robb comenzó a moverse, lentamente, en un vaivén torturador. Cuándo aumentó el ritmo, Rose enredo sus piernas en la cadera de él mientras le agarraba el rostro y lo besaba con desesperación.

No estaban seguros de cuánto tiempo estuvieron tan juntos, pero, de lo que si estaban seguros era de que podían vivir sus últimos próximos días de esa forma.

||Of Ice and Fire.||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora