El auto que trasladaba a los jóvenes esposos Son se detenía frente a una bella casa.
Ya llegamos, dijo Gokú con molestia al ver por la ventana del auto a sus padres y al padre de la pelinegra esperándolos en la acera.
La pelinegra respiro hondamente antes de bajar del auto tras su joven esposo que fingía una gran sonrisa mientras bajaba del mismo.
Hijos, ¡bienvenidos¡ dijeron sus padres mientras se acercaban al par de pelinegros.
¡Gracias¡ ¡gracias¡ dijo Gokú.
¿Disfrutaste la luna de miel linda?, dijo Gine acercándose a la pelinegra.
Si, señora, Kame house es un bello lugar, dijo Milk con calma.
Así es madre, creo que no pudieron elegir mejor lugar para nuestra luna de miel, ¿verdad queridita?, dijo Gokú colocando uno de sus brazos sobre el hombro de la pelinegra para acercarla a él al tiempo que la besaba en la mejilla produciendo una mezcla de molestia e inquietud en ella.
Si corazón, respondió Milk con sarcasmo.
Hay que lindo suena que me llames así amor, dijo Gokú con el mismo sarcasmo que pasaba desapercibido por los padres de los jóvenes.
Que lindos se ven así enamorados, dijo Gine mientras su esposo y el señor Ox asentían.
Gokú y Milk entraron con sus maletas a la casa seguidos de sus padres.
Hijos, dejen sus maletas allí, las llevara uno de los empleados de su casa, mejor acompáñennos a la sala para que nos platiquen de como la pasaron en Kame house, decía Bardock.
Está bien, dijeron los pelinegros.
Los pelinegros platicaron con sus padres por un par de horas luego de las cuales estos se retiraron de la casa dejando solos a los jóvenes esposos.
Pusieron empleados, dijo Milk con molestia.
Pues mejor ¿no?, así tendremos más tiempo para hacernos cargo del gimnasio, dijo Gokú.
¿Y si son sus espías?, ¿ahora como haremos para las habitaciones?, decía Milk preocupada.
No te preocupes, de seguro mis cosas están en la habitación matrimonial pero yo no dormiré allí, hay muchas habitaciones en esta casa, yo dormiré en una de ellas sin que nadie se dé cuenta, cuando tu no estés en la habitación yo entrare a ella para cambiarme de ropa, todo es cuestión de organización querida, dijo Gokú sonriendo.
Al menos tienes palabra y si tienes razón todo es cuestión de organización, respondió Milk.
Pues sí, si la tengo, ¿acaso dudabas de ella?, dijo Gokú con molestia.
Sí, no lo niego, respondió Milk.
Pues no tienes por qué dudar, yo se cumplir lo que prometo, a partir de ahora cada quien sigue con su vida eso si con mucho cuidado, ya lo sabes, dijo Gokú sintiendo molestia dentro de él.
Si lo sé, respondió Milk.
Entonces voy a descansar en alguna de las habitaciones, dijo Gokú continuando su camino.
La pelinegra al ver alejarse al joven de cabello alborotado por uno de los pasadizos de la casa se dirigió hacia la habitación que le correspondería a ella.
2 horas después:
La pelinegra estaba sentada sobre su cama platicando con una de sus amigas vía telefónica.
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"Mentiroso corazón"
РазноеGokú y Milk sienten un odio reciproco desde que se conocieron y este odio se incrementara más cuando ambos se enteren que sus padres los comprometieron en matrimonio para unir sus fortunas.