Capítulo 32: "Mas cerca de nuestra separación"

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(Penúltimo capítulo)


Ya había pasado casi una semana desde que Gokú y Milk hablaron en la casa de la pelinegra desde ese día no habían vuelto a verse.

Milk había decidido pedirle a Diecisiete le consiga una pequeña casita en uno de los pueblos donde los padres de este tenían inmobiliarias para alquilarla y en cuanto salga su divorcio marcharse a ese pueblo a empezar una nueva vida.

Gokú por su parte desde que se enteró que él bebe que la pelinegra esperaba no era suyo había dejado de asistir al gimnasio, dejándolo todo en manos de su amigo Vegueta. Él se la pasaba encerrado en el departamento de su amigo bebiendo casi todos los días para calmar el dolor que sentía.

Departamento de Vegueta:

Un joven cabello de flama entraba a su departamento con un pequeño maletín en la mano cuando la imagen que encontró en el piso hizo que soltara su maletín y echara a correr junto al cuerpo de su amigo que estaba en el piso bañado en sangre y junto a este varios pedazos de vidrio, una copa y botella rotas.

¡Kakaroto¡ ¡Kakaroto¡ ¿Qué hiciste?, decía Vegueta consternado al llegar junto a su amigo.

Ve...gue...ta, ella no me quiere, decía Gokú con voz de ebrio.

Kakaroto, vamos ponte de pie, creo que solo te lastimaste las manos, no se ve muy grave la lesión, intentare curártela yo, decía Vegueta.

Ya pronto se librara de mí para que se case con ese, llego el primer citatorio, decía Gokú mientras se ponía de pie con ayuda de su amigo.

Mejor vamos a que te sientes, ya hablaremos luego de ello, dijo el joven cabello de flama mientras ayudaba a caminar a su amigo hasta un sofá.

Ese bebé no fue mío, yo deseaba que fuera mío, yo la amo, la amo a pesar de su traición la amo, decía Gokú mientras gruesas lágrimas de dolor salían de sus ojos.

Cálmate Kakaroto, voy por el botiquín para curarte y vendarte las manos, luego te das un baño, te tomas un té para que se te pase la borrachera y hablaremos, dijo Vegueta mientras se dirigía a su habitación.

Como digas papá, dijo Gokú con voz de ebrio.

Kakaroto, dijo el joven cabello de flama moviendo la cabeza con resignación mientras continuaba su camino.

Mientras tanto:

Una bella jovencita pelinegra platicaba con un joven de cabello negro lacio en la sala de su casa.

Y estas son todas las casas que pude encontrar con las características que me pediste, decía Diecisiete mostrándole a la pelinegra un folder que contenían fotos y datos sobre algunas viviendas.

¿Son alquiler venta, verdad?, dijo Milk.

Si, respondió Diecisiete.

¿Cuál me recomendarías?, dijo Milk.

Te recomendaría que no compres ninguna casa, que mejor aceptes mi propuesta, Milk no podrás sola afrontar un embarazo además si ya le dijiste esa mentira al verdadero padre de tu niño lo correcto es que la hagas realidad a menos que quieras que el empiece a sospechar al darse cuenta que no vivimos juntos, dijo Diecisiete.

No sospechara nada, por eso me quiero ir del pueblo, dijo Milk.

No se pueden esconder siempre las cosas Milk, dijo Diecisiete posando su mirada en un sobre.

Es el primer citatorio, solo habrán dos, el abogado hablo con el juez para que se así, ya que solo es un divorcio por mutuo acuerdo, respondió la pelinegra.

"Mentiroso corazón"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora