Capítulo 18: Solo apariencias

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Un par de pelinegros se encontraban sobre una plataforma combatiendo mientras un grupo de personas los observaban bajo esta.

Vaya que ambos son buenos, decía Zamas.

Si es cierto, aunque no se mucho de luchas creo que ambos lo hacen bien, dijo con molestia una rubia mientras a lo lejos un grupo de jóvenes no solo observaban el combate sino a la rubia y a su familia.

Si por ello Bardock los dejo a ambos a cargo del gimnasio a pesar de su juventud. Para administrar un negocio tienes que saber mucho de este sino este no funcionara y este par de jóvenes se nota que saben mucho de artes marciales y de cómo administrar el gimnasio, dijo el señor Akita.

Si es cierto querido además se los ve tan enamorados, decía la señora Akita mientras observaba al apuesto jovencito de cabello alborotado en una maniobra envolver en sus brazos a su esposa al tiempo que acercaba su rostro al de ella.

Ni te atrevas, dijo Milk fingiendo una sonrisa.

Recuerda las apariencias, respondió Gokú sonriendo.

En todo caso, déjame que sea yo la que lo haga, dijo Milk con firmeza.

¿Por qué si soy yo el que voy ganando?, dijo Gokú con calma.

Porque si, respondió Milk dándole un sorpresivo fugaz beso en los labios, haciendo que el jovencito se desconcentre al tiempo que ella lograba librarse de su agarre.

Gokú solo miro confundido a la pelinegra una vez que ella se alejó de él al igual que todos sus amigos que quedaron desconcertados ante ello.

No creas que lo hice por gusto, solo fue por las apariencias, dijo Milk con ironía mientras sonreía.

Gokú no dijo nada, solo movió la cabeza de un lado para otro al tiempo que escucho: Suficiente, ambos son extraordinarios.

¡Señor Akita, gracias en nombre de mi esposa y mío¡ dijo Gokú mientras sus amigos murmuraban entre sí.

Vaya que ambos saben fingir bien, dijo Yamcha.

Si es cierto, si no supiera de lo de su pacto en verdad creería que ese par se aman, dijo Ten.

Y lo más gracioso de todo es que Gokú finalmente le dio ese beso que tanto quería robarle cuando la conoció, decía el calvo riendo.

Si es cierto, aunque ahora fue ella la que se lo dio esta vez, dijo Piccolo sonriendo.

Eso es extraño, dijo Vegueta con la mirada ceñuda cruzándose de brazos.

¿Qué Vegueta?, ¿qué es extraño?, dijo Piccolo.

Que ella haya decidido seguirle el juego de los besos, así este beso haya sido bastante corto, nació de ella la idea de besarlo, respondió Vegueta.

Pues yo no lo veo lo extraño, están fingiendo ser el matrimonio perfecto, ¿no?, dijo el calvo.

Si es cierto, pero ella hasta donde sé, nunca le dado un beso, siempre ha sido Gokú quien lo ha hecho y por supuesto estos besos nunca han sido correspondidos, respondió Vegueta.

Pues hasta donde pude ver Gokú tampoco correspondió el beso, dijo Piccolo.

Que lo va a corresponder el pobre quedo impactado, dijo Ten sonriendo.

Eso es, quedo impactado, ¿pero se imaginan que hubiese sucedido si a nuestro querido amigo se le hubiera ocurrido corresponder el beso?, dijo Vegueta.

Pues a estas horas esto parecía un ring de boxeo, dijo Yamcha sonriendo.

"Mentiroso corazón"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora