Un joven de cabello alborotado entraba a su casa a paso rápido ignorando la presencia de una bella pelinegra que estaba sentada en la sala leyendo un periódico.
Todo volvió hacer como antes, ya pasaron tres semanas desde que fue la fiesta de aniversario de la empresa, tres semanas durante las cuales ninguno de los dos volvemos hablar, Vegueta y Krilín se han convertido en nuestros intercomunicadores, ellos son los que nos llevan los mensajes del uno al otro en el gimnasio cuando necesitamos informarnos sobre algo, en casa no cruzamos palabra alguna ni siquiera me pides permiso para entrar al cuarto, solo entras por tus cosas, me miras con tanta frialdad que siento que me voy a congelar entonces decido salir con la frente muy en alto del lugar hasta que tu terminas de sacar lo que necesites. Todo volvió hacer como antes, como en la escuela, en donde me ignorabas, bueno tal vez estamos peor al menos en la escuela me hablabas algunas veces aunque sea para lastimarme pero me hablabas pero ahora no dices ni una sola palabra, la verdad no comprendo tú actitud, la dolida debería ser yo, estuviste conmigo pensando en otra, eso es algo que no puedo sacar de mi cabeza, de seguro ahora vienes de verla a ella, de seguro, pensaba la pelinegra con nostalgia.
Mientras tanto:
El apuesto jovencito de cabello alborotado se encontraba buscando en unas cajuelas de un armario mientras pensaba: Ya son tres semanas desde que mi corazón se quebró por completo, tres semanas desde que me lleve la más grande desilusión que pensé nunca llevarme en mi vida y no me refiero a que ella no haya sido pura, yo no soy un machista a pesar de sentir un poco de recelo, si ella me amaba como yo de seguro hubiera seguido adelante con nuestra relación, después de todo yo en parte tuve culpa de que ella se enredara con ese, yo de alguna forma la empuje a ello pero las cosas no fueron así, ella se burló de mí, solo estuvo conmigo para compararme con su amante y eso me dolió mucho aun no me cabe en la cabeza como pudo ser tan cruel, ¿si se supone que lo ama a él porque estar conmigo solo para herirme?. Tal vez tampoco lo ame a él, tal vez no ame a nadie. Desde ese día el ambiente en el que vivimos es tenso, a la hora del desayuno, almuerzo y cena, nos sentamos en la misma mesa solo de apariencia, no puedo ni mirarla a los ojos, me da rabia lo que me hizo, cuando la miro solo hago con frialdad para que ella no vea mi dolor, a veces tengo ganas de decirle al estúpido de su amante el tipo de mujerzuela que es ella para así vengarme pero si hago ello solo le daré el gusto de que nuestra separación sea antes de la fecha acordada y yo no pienso permitir ello, su castigo será permanecer a mi lado los meses que faltan así al menos mi padre logra salvar al empresa con los clientes que el señor Ox le consigue.
Gokú luego de buscar por varios minutos en la cajuela, logro hallar lo que buscaba.
Aquí estas, ahora si me voy de aquí, dijo Gokú cerrando la cajuela antes de salir del lugar llevando un sobre en su mano.
Minutos después:
Señora Key no vendré a almorzar, dijo Gokú a una de las empleadas de su casa al llegar a la sala.
Como diga señor, dijo la mujer mirando al apuesto jovencito de cabello alborotado continuar su camino.
Voy a mi habitación, dijo Milk poniéndose de pie.
Señora Milk, ¿que desea para el almuerzo?, dijo la mujer con amabilidad.
La verdad no tengo ganas de nada ahora, no sabría ni que elegir, lo que usted haga estará bien, respondió Milk continuando su camino mientras la mujer la miro con nostalgia.
Horas después:
Un joven de cabello alborotado se encontraba en un restaurante platicando con sus dos mejores amigos mientras les mostraba unos documentos.
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"Mentiroso corazón"
RastgeleGokú y Milk sienten un odio reciproco desde que se conocieron y este odio se incrementara más cuando ambos se enteren que sus padres los comprometieron en matrimonio para unir sus fortunas.