-Buenos dias pareja.-Dice Calum sirviendonos un cafe.
-Kels, aqui tengo un trabajo para ti.-Me dice Ash dandome una hoja. Si, estoy buscando trabajo para no estar tanto tiempo sin hacer nada.
-¿De camarera?-Digo yo extrañada.
-Tranquila, yo soy el jefe de cocina,vamos que estaremos viendonos todo el dia.-Dice Ash señalandome con una cuchra de madera.-Si, soy el chef de este restaurante, que no te resulte raro.
-¿Y cuando empiezo?-Pregunto sentandome en un taburete.
-Hoy mismo.-Ash contesta tirandome el uniforme o lo que quiera que fuera. Me visto, simplemente es una camisa blanca y unos pantalones de pitillo negros.
-¡Venga que llegaremos tarde!-Grita Ash desde la puerta mientras yo me pongo mis sabrinitan negras en la escalera.
-Ya esta.-Digo saliendo de casa. Nos metemos en su coche y me lleva a una cafeteria donde yo siempre venia de niña... Antes de que mi padre nos dejara a mi a mi madre tiradas en Londres. Una lagrima cae por mi mejilla, yo la quito rapidamente para que Ash no la vea.
-Bueno este es mi despacho, aqui puedes dejar tu bolso y esas cosas, sientete afortunada, las demas personas las dejan en taquillas.-Dice Ash poniendo cara de asco.
-Gracias por el trabajo Ash, eres el mejor.-Le abrazo y noto como se pone nervioso pero paso.
Hoy habia sido un dia bastante largo y tengo un sueño que me caigo. Me duermo en el coche de Ash mientras vamos a casa. Abro un ojo y veo que estoy en los brazos de Ash, en cuanto ve que me he despertado me suelta haciendo que casi me cayera al suelo. Estoy agutada y creo que lo mejor ahora mismo es una buena ducheta y a l cama. Estoy en la ducha y al salir veo que se me ha olvidado la ropa encima de la cama... Y no iba a llamar a ninguno de los chicos por que habian salido.
-¿Hola?¿Chicos?-Pregunto desde el baño.
-¿Que pasa?-Dice Ash al otro lado de la puerta.
-¿pero tu no te habias ido de fiesta?Bueno el caso, dame el pijama que se me ha olvidado en mi habitacion porfa.-Digo con voz inocente.
-Vale...-Oigo como se aleja.-¿Es el de Miki?
-Siiii.-Grito.
-Toma-Dice abriendo la puerta con cuidado y tapandose los ojos.
-Gracias.-Le doy un beso en la mejilla haciendo que mire y que se ponga rojo.-¿Te importa?-Claramente voy con una toalla.
-Lo...Lo si... sento, lo siento.-Dice y cierra de un portazo la puerta. Puedo oir como se sienta y le pega una patada a algo.