Juego en la cena

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Por un Espía Anónimo



Prólogo del editor:

La historia que se esconde tras esta carta es casi tan interesante y oscura como la que narra el relato. La carta original dirigida a un misterioso Dhaunayne se copió y empezó a circular por Cenicia de Páramo de Vvarden hace unos meses. Con el tiempo, una copia se abrió camino hasta llegar al continente y, concretamente, hasta el palacio que el príncipe Hlaalu Helseth tiene fuera de Almalexia. Aunque el lector puede llegar a la conclusión, tras haber leído esta carta, de que el príncipe estaría furioso por esta obra que ataca su condición con gran malevolencia, ocurrió justo lo contrario. El príncipe y su madre, la reina Barenziah, hicieron imprimir en secreto varias copias encuadernadas que mandaron a las librerías y a los libreros de todo Morrowind.

De hecho, está documentado que el príncipe y la reina no llegaron a comunicar oficialmente si la carta era resultado de la pura imaginación o se basaba en hechos reales. La Casa Dres denunció públicamente la obra y, además, nadie llamado Dhaunayne, pese a lo que sugiere la carta, ha estado relacionado con la casa. Dejamos que el lector interprete la carta como crea conveniente.

--Nerris Gan, editor.


Oscuro señor feudal Dhaunayne:

Como me pediste, me dirijo a ti para describirte detalladamente mi experiencia de la pasada noche y las razones por las que solicito una nueva tarea a la Casa Dres. Espero haberte servido bien en mi puesto de informador de la corte del príncipe Helseth, un hombre que, tal y como he relatado en mis informes anteriores, podría llegar a darle lecciones a Molag Bal sobre cómo conspirar. Como sabes, he pasado casi un año abriéndome camino para formar parte de su círculo más íntimo de consejeros. Él necesitaba amistades cuando llegó por primera vez a Morrowind y, con entusiasmo, me eligió junto a unas pocas personas más. Pese a todo, se encontraba poco dispuesto a confiar en cualquiera de nosotros, lo que quizá no es de sorprender, dada su delicada posición dentro de la sociedad de Morrowind.

Recuerdo a Su Maldad que el príncipe es el primogénito de Barenziah, que fue en su día reina de Morrowind, así como reina del reino de Quietud en Roca Alta. Tras la muerte de su marido el rey Eadwyre, padrastro del príncipe Helseth, se desencadenó una lucha de poder entre el príncipe y la hija de Eadwyre, la princesa Elysana. Pese a que los detalles de lo sucedido son escasos, queda claro que Elysana ganó la batalla y se convirtió en reina, desterrando a Helseth y a Barenziah. El otro retoño de Barenziah, Morgiah, había abandonado ya la corte para casarse y convertirse en la reina del reino de Primada, en la isla de Estivalia.

Barenziah y Helseth no cruzaron el continente para volver a Morrowind hasta el pasado año. Fueron bien recibidos por el tío de Barenziah, nuestro actual rey, Hlaalu Athyn Llethan, que ascendió al trono tras la abdicación de Barenziah hace más de cuarenta años. Barenziah dejó claro que no tenía la intención de reclamar el trono, simplemente venía a retirar su patrimonio familiar. Helseth, como ya sabes, ha estado deambulando por la corte real y muchos han comentado en voz baja que, aunque había perdido el trono de Quietud, no tiene ninguna intención de perder el de Morrowind tras la muerte de Llethan.

He mantenido informada a Su Maldad de los movimientos del príncipe, de sus reuniones y sus conspiraciones, así como de los nombres y del carácter del resto de sus consejeros. Como recordarás, a menudo he llegado a pensar que yo no era el único espía de la corte de Helseth. Anteriormente mencioné que, en concreto, uno de los consejeros dunmer de Helseth se parecía a alguien que había visto con anterioridad en compañía de Tholer Saryoni, el archicanónigo del templo del Tribunal. Otra es una joven nórdica, que según hemos verificado visitó la fortaleza imperial en Balmora. Por supuesto, en estos casos, puede que estuvieran haciendo negocios para el propio Helseth, aunque no puedo asegurarlo. Empecé a pensar que yo mismo me estaba volviendo paranoico, como el mismísimo príncipe, cuando me encontré dudando de la sincera lealtad del chambelán del príncipe, Burgess, un bretón que ha ocupado ese puesto desde sus días en la corte de Quietud.

La Biblioteca de Tamriel: OBLIVIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora