Puentes liminares

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Por

Camilonwe de Alinor


Puentes liminares: discurso sobre la teoría y práctica de los viajes entre Mundus y Oblivion

El pasaje transliminar de objetos o entidades aceleradas sin la agencia persistente de medios hiperagonales es algo imposible y, aunque fuera posible, provocaría una retromisión instantánea de los referentes transportados. Solo con una circumpenetración transportante del límite se obtendrán tránsitos de una duración superior a una parte infinitesimal.

Aunque, en teoría, podrían existir otros medios hiperagonales, el único artefacto transliminar conocido capaz de realizar una circumpenetración transportante sostenida es la piedra sello. Una piedra sello es un espécimen de morfolito premítico casi cristalino, que se ha transformado en un artefacto extradimensional a través de la inscripción arcana de un sello daédrico. Aunque algunos morfolitos comunes, como las gemas de alma, pueden encontrarse en la naturaleza, los morfolitos exóticos utilizados para crear piedras sello solo se producen en vacíos de Oblivion, y no se pueden encontrar ni recoger sin ayuda daédrica.

Por lo tanto, puesto que los morfolitos y los sellos daédricos necesarios para los medios hiperagonales no se pueden obtener sin el tráfico y el comercio con los señores daedra, es necesario que un mecánico transliminar alimente conocimientos activos sobre conjuración, aunque los encantamientos diseñados específicamente pueden sustituirse si el mecánico tiene suficientes habilidades de invocación. El tráfico y el comercio con los señores daedra es una práctica esotérica pero muy arraigada, y está fuera del ámbito de interés de este tratado. [1]

Suponiendo que se ha conseguido una piedra sello, el mecánico transliminar debe preparar primero el morfolito para recibir el sello daédrico.

Deja que el mecánico prepare una cámara, sellada de la luz del sol y de alteraciones del aire exterior, con el techo y las paredes de piedra blanca y el suelo de baldosas negras. Todas las superficies de esta cámara deben purificarse mediante rituales con una solución de sales de vacío en un disolvente de éter.

Se deberá colocar una mesa cuadrada en el centro de la cámara, con una fuente como receptáculo del morfolito. Se prepararán cuatro incensarios con incienso compuesto de gorvix y harrada. En el equinoccio, el mecánico colocará el morfolito en la fuente y entonará los ritos del Libro de la ley, comenzando al amanecer y continuando sin cesar hasta la puesta de sol del mismo día.

El mecánico podrá entonces presentar el morfolito purificado al señor daedra para proceder a su inscripción. Una vez inscrito con sello del señor daedra, el morfolito pasará a ser una verdadera piedra sello, un poderoso artefacto que recoge y almacena poderes arcanos, similar en muchos aspectos a una gema de alma cargada, pero de magnitud mucho mayor. Esta es la piedra sello que se necesita para proporcionar el tremendo poder arcano necesario para mantener el encantamiento que soporta la circumpenetración transportante del límite.

Para abrir un portón a Oblivion, el mecánico debe comunicarse directamente, a través de hechizo o encantamiento, con el señor daedra que inscribió la piedra sello en cuestión. El señor daedra y el mecánico invocan conjuntamente la carta de conjuros [2], y el mecánico activa la piedra sello cargada, que se transporta inmediatamente a través de la barrera liminar hasta el punto donde se inscribió, abriendo de este modo un portal temporal entre Mundus y Oblivion. Este portal solo puede mantenerse abierto durante un breve periodo de tiempo, dependiendo de la fuerza de la barrera liminar en los puntos seleccionados. El mayor periodo registrado es de unos minutos, por lo que la utilidad de este tipo de portón es bastante limitada.


[1] Los estudiantes interesados en los fundamentos de esta disciplina pueden consultar los trabajos de Albrecht Theophannes Bombidio y de Galerion el Místico.

[2] Se pueden encontrar ejemplos recomendados de la carta de conjuros en el Libro de la mayoría de los Convenios arcanos, de Therion, y en los Formularios de rituales élficos, de Ralliballah.

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