19.- Sacrificio

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Vi a la mujer, estaba dando vueltas por la propiedad, se veía ansiosa, me acerqué con tranquilidad, ella me miró con el ceño fruncido, levanté las manos mostrando que no estaba armada, me inspeccionó, pero me sonrió con calidez, me dejó acercarme a ella, tenía que ganar su confianza por unos minutos, lo suficiente para dejarla inconsciente.

-Hola-saludó, sonreí-Tu debes ser Evelyn-asentí, tomé su mano-Tyler me habló de ti

-Espero que cosas buenas-murmuré, fingiendo vergüenza

-¿Supiste lo de Mason?-fruncí el ceño-Damon Salvatore lo mató-me erguí, como si estuviera amenazada

-No sabía

-¿Ya activaste la maldición?-mentí-Es doloroso, ¿no? podrías quedarte con nosotros

-Estaría bien-dio media vuelta, cuando lo hizo, saqué la jeringa, la inyecté en su espalda y cayó al suelo, el matalobos había funcionado, la arrastré hasta alejarla, nadie me había visto, la metí a la camioneta que estaba estacionada frente a la propiedad, le dejé una gran dosis de la hierba que la mantendría fuera de línea hasta que fuera el ritual.

Volví a mi casa, allí estaba Klaus y Katherine, ella estaba parada a la luz del sol, se quemaba, él bebía de una taza, lo que supuse era café, él le dio la orden de alejarse de allí, y ella se escondió en una esquina oscura como un animal, herido, él le lanzó su pulsera para que no volviera a quemarse, me miró, abrió los brazos

-Amor-me saludó-espero que la operación haya sido un éxito-asentí, un olor me picó la nariz

-¿Damon?-pregunté, mirando a todos lados, como si lo buscará, vi a Katherine encogerse más

-Se paró en la puerta y gritó tu nombre-explicó ella-se fue después de un rato

-¿Dices la verdad?-Klaus se cruzó de brazos, ella aceptó-Ve a tu cuarto y no salgas hasta que yo te lo ordene-dijo él, no tuve más opción que obedecer

Me senté cerca de la ventana, esperando ver el sol caer, sentía algo encenderse, tenía miedo, a lo que podría suceder después, lo que Klaus me obligaría a hacer, no quería hacerle daño, a nadie, tenía pavor de activar la maldición, de cada luna llena convertirme en un lobo, y pasar el resto de los días sintiéndome culpable por haber matado a alguien, estaba perdida en mis pensamientos, cuando el rubio abrió la puerta

-Ya es hora amor-me levanté y acerqué a él-mientras el ritual se lleve a acabo vas a cuidar los alrededores, nadie se acerca, nadie se va, quien lo haga debes asesinarlo, no importa quien sea, solo me debes lealtad a mí, y vas a pelear, hasta la muerte si es necesario-hizo una pausa-repítelo

-No dejaré que nadie se acerqué o salga de la zona del ritual, pelearé hasta la muerte y mataré a todo aquel que no este de acuerdo con ello, porque yo te debo lealtad-yo creía en sus palabras, nada más importaba que esas órdenes, él sonrió, la puerta se abrió de golpe

-No sabía que te habían invitado-miré a Damon detrás

-Vine a decirte que pospongas el ritual-dijo él con valentía, me miró de reojo, pero no se inmutó

-¿No tuvimos esa conversación?-se quejó Klaus sin moverse

-Fue antes de rescatar al hombre lobo, al vampiro y matar a tu brujo

-Disculpa-el rubio se veía molesto

-Sabía que me matarías, no me importa, fui yo solamente-algo en mi pecho brincó pero no entendía, me acerqué a él, me paré entre ambos vampiros, el moreno frunció el ceño

-Katerina, nos permitirías-ella obedeció-Evelyn-lo miré, me tendió una estaca-no lo mates-susurró en mi oído, enterré mi arma en su pecho, muy cerca del corazón mientras Klaus explicaba lo que había escuchado de él, el moreno cayó al suelo-lo bueno de los licántropos es que viajan en grupo-sonrió-gracias a Evelyn tenemos un reemplazo-puso su mano en mi hombro-vuélvela a enterrar, en otro lugar-saqué la estaca y la enterré en su hombro derecho-rómpele el cuello-tomé su rostro en mis manos, sentí un escalofrío en mi espalda, pero al final lo hice

Klaus sonrió, caminó delante de mí, lo seguí casi pisándole los talones, hasta una zona boscosa, comencé a caminar, la oscuridad se acabó, cuando el fuego se encendió, tenía que esperar, que nadie se acercará, porque de hacerlo, tenía que matarlos. Jugaba con un par de estacas, tenía que estar lista para cualquier ataque, porque iba a haberlo, tomé aire, escuchaba los gritos de la mujer lobo, no sabía si se estaba transformando o si Klaus la torturaba, cuando la luna llegó al punto más alto, los gritos cesaron. 

Escuché una rama crujir, detrás de mí, ni siquiera pensé en detenerme, me fui sobre el recién llegado, enterré las estacas en su cuerpo, pero él tampoco tenía la intención de detenerse, Stefan corrió acercándose a donde se llevaba a cabo el ritual, lancé mis armas, sabía que le había golpeado porque lo escuchaba quejarse, unos metros antes de ser visible para Klaus, se giró y me dio un golpe en el estómago, que me sacó el aire.

-No recuerdo que estuvieras en mi lista de invitados, ¿que le hiciste a Evelyn? ¿la mataste?-gritó Klaus, no podía dejarme vencer por algo tan sencillo, tan trivial como el aire

-Quiero hablar-exclamó Stefan, el rubio se acercó a él, me miró y me hizo una seña para detenerme, me quedé unos metros detrás del Salvatore, esperando órdenes

Ellos hablaban sobre un cambio en el sacrificio, Stefan en el lugar de Jenna, no entendía porque lo hacía pero veía al rubio burlarse un poco al respecto, estaba quieta, esperando algún movimiento extraño del Salvatore para matarlo, ellos caminaron hacia los círculos de fuego, conmigo detrás, ambas me miraron, trataron de llamarme pero yo no le quitaba los ojos de encima a Stefan.

-Vaya predicamento-se burló Klaus-tanto hablaron de preservar a la familia y entra Stefan a cumplir tu deseo, bueno, tu decides Elena-ella se negó a elegir, se acercó a mí, susurró en mi oído procurando que nadie más lo escuchará-entierra una estaca a unos centímetros de su corazón y rómpela, que no la puedan sacar-asentí-no te preocupes-le dijo a la castaña, me quedé detrás de Stefan-tengo otros planes para tu novio-dijo mientras yo hacía lo que él me había pedido

-No, Eve-gritó Jenna-detente, es Stefan-pero no me importó, solo debía lealtad a Klaus, debía obedecerlo y eso era lo que él me había pedido, el menor de los Salvatore cayó al suelo, por el dolor, hasta que se desmayó

-Sigue patrullando-asentí con la cabeza, me alejé a donde había estado unos minutos antes, podía escuchar ruido, pero no detectaba de donde venía, sentí un horrible dolor en mi cabeza, no podía soportarlo, debía ser la magia de Bonnie, que me quería detener, gruñí con fuerza, corrí a donde estaba Klaus, lo había escuchado gritar.

-Evelyn-era la voz de Damon, me lancé contra él, pero me esquivó-no quiero hacerte daño-no me detuve, me empujó con fuerza lejos de él, me estrellé contra un árbol, sentí la sangre fluir, pero me levanté y seguí peleando-Evelyn, detente-enterré mi arma en su estómago, pero no me di cuenta que él me había dejado acercarme hasta que sentí la jeringa entrar en mi mano, no sabía que tenía, pero las piernas me fallaron-lo siento-se marchó, traté de seguirlo, no podía, me sentía cansada, era un anestésico, me quedé inmóvil un par de segundos después de eso.

Evelyn SaltzmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora