28.- Cueva

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Desperté temprano en la mañana, busqué a mi lado, mi cuartos estaba vacío, me levanté de golpe, escuché ruido en la sala, había una reunión, Alaric veía varias fotos regadas por la mesa, mientras Damon y Elena practicaban

-Buenos días-saludó el moreno, sonreí

-¿Que pasa aquí?-me estiré

-Encontramos algo interesante-explicó el moreno, trató de alejarse de la batalla, pero Elena no se lo permitió

-Nunca vas a aprender a pelear si peleas contra alguien que se contiene-empujé al moreno-ayúdale a mi padre-él sonrió

-Contrólate, es nueva-susurró Damon, miré a Elena

-Primero, relaja tus hombros-moví mi cuello en círculos-ahora deja que sea tu instinto quien te guíe-me miró confundida-no pienses demasiado-di un paso al frente, ella tardó en reaccionar, pero al final retrocedió-no tardes, imagina cual podría ser mi siguiente movimiento-solté un golpe que calculé para que pasara junto a su cara, ella solo dio otro paso atrás

-Es fácil decirlo cuando eres un licántropo-gritó, trató de golpearme con el puño pero lo detuve con la mano

-No soy un lobo-fruncí el ceño al tiempo que apreté su mano, murmuró algo que no pude entender-si te falta fuerza, se debe de compensar con habilidad-la empujé y casi perdió el equilibrio-eso te quiero enseñar-cerré los puños y cubrí mi rostro-haz lo que hago-ella trató-sube más tus manos, ahora golpea-le señalé la palma de mi mano, ni siquiera sentí la fuerza-imagina que tienes una estaca-ella asintió-no estas acariciando, estas tratando de matar a un vampiro...-vociferé, pero me calló con una bofetada que no había esperado

-Estoy cansada-gruñó como si fuera una buena justificación, la furia empezó a nublar mi cabeza, quería golpearla, apreté los puños, tomé aire, pero no había manera de calmar mi enojo, me giré para golpear la pared, se hundió un poco

-Ten más cuidado Elena-aún estaba la chispa asesina en mi-no me hagas enojar-me di media vuelta, salí como estaba, para perderme en el bosque, tenía que calmarme, no podía, no debía activar la maldición

-¿Estás bien?-aquella voz me sobresaltó, estaba temblando

-No deberías asustarme-me sonrió

-¿Estás molesta por que Elena no sabe o por la bofetada?-levanté la ceja, fruncí el ceño, le di la espalda-Vamos Eve-murmuró Damon, me di la vuelta, tomé su rostro entre mis manos y lo besé, él estaba sorprendido pero no parecía molestarle-¿Que ocurre?-preguntó cuando me alejé para tomar aire

-Se que me dijiste que es tu amiga, pero no puedo evitar pensar que ella no te ve así-solté el aire de mis pulmones, estaba mucho más tranquila

-¿Son celos los que escuché?-solté una carcajada

-No te emociones-volví a besarlo

-Entonces regresa a ayudarle a Ric-levanté la ceja

-¿Vuelven a ser amigos?-sonrió de lado

-Mientras no me vea besando a su única hija-dio un rápido beso en mis labios-supongo que sí

-De acuerdo, iré-tomé su mano, entrelacé nuestros dedos y caminamos hasta la entrada-¿Que vas a hacer tu?

-Tendré terapia familiar-me reí, lo solté con un poco de enfado cuando llegamos y regresé adentro, gracias al cielo solo estaba Ric-¿Quieres ayuda?-mi padre me sonrió

-¿Como antes?-asentí-ayúdame a clasificar estos símbolos. Los miré durante un buen rato, tomé una etiqueta con un plumón, escribí licántropo en una de ellas y la pegué, Alaric frunció el ceño, mientras me miraba

Evelyn SaltzmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora