33.- Invitación

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Perdí el concepto del tiempo, no sabía si llevaba horas o días, estaba alterada, quería gritar, golpear a alguien, quería arrancarle la cabeza a Stefan, estaba desesperada, no podía salir y mi estómago empezaba a rugir, estaba débil por el matalobos que había utilizado Stefan para llevarme a aquel lugar y que empapaban las cadenas que me mantenían atada.

Escuché un par de pasos afuera, hice ruido con las cadenas, ya no podía gritar, cuando el ruido se hizo más tenue, utilicé todas mis fuerzas para hablar, llamar la atención, se escuchaba lastimoso, pero fue suficiente para que la persona abriera la puerta, cuando lo vi, me sorprendí, se acercó, trató de quitarme las cadenas, le quemaron las manos, se quejó, tomó algo del suelo y las forzó hasta que cedieron.

-Gracias-susurré con la voz ronca

-Estarás bien-sonrió, tuvo que cargarme pues no podía mantenerme de pie

-¿Como llegaron aquí?-afuera estaba la manada

-No podemos dejar sola a nuestra alfa, partimos desde que tuvimos la sensación-explicó Kyle, que me ayudó a sentarme en el suelo de la cabaña

-No pueden estar aquí-carraspeé, pero mi voz no mejoró-no quiero que se arriesguen

-¿Fue Klaus el que te encerró allí?-negué con la cabeza

-Alguien piensa que pueden utilizarme para vengarse de Klaus-murmuré

-Entonces tenemos que irnos-dijo un chico frente a mí

-Lo sé-baje la mirada-y me iré con ustedes, pero primero tengo que hacer algo-traté de levantarme pero era imposible-tengo que ir a mi casa-bufé-un teléfono-pedí, vi algunos frente a mí, tomé el primero, marqué un número pero no me respondió-tengo que ir

-Te llevaremos, pero primero deberías descansar-abrí la boca para quejarme-nada de quejarse, no voy a separarme de ti hasta que nos vayamos de aquí-Kyle me levantó en sus brazos, todos empezaron a caminar, entre el movimiento y mi debilidad, el cansancio me venció. No desperté hasta que algunos rayos del sol se filtraron por las cortinas de la vieja casa en donde estábamos, algunos ya estaban despiertos y planeando algo

-Traemos algo de comer-explicó Kyle, negué con la cabeza

-No vayan al pueblo-mi voz se escuchaba mucho mejor que por la noche, suponía que las ventajas de ser lobo era una recuperación más rápida

-No te preocupes, tenemos algo afuera-sonrió uno de los chicos que estaba frente a mí, suspiré de alivio, se marcharon pero regresaron con algo más que eso-toma-me tendió un sobre blanco y una caja con un moño dorado, tenía mi nombre escrito con elegante letra, la abrí con cuidado, era imposible que alguien supiera que estaba allí

-¿Que es?-preguntó Kyle, acercándose, una de las chicas me quitó el paquete de las manos

-Es un vestido-exclamó sorprendida

-Evelyn-dijo el lobo con exigencia en su voz

-Es una invitación-murmuré-de los originales-giré la invitación-tengo que ir-traté de levantarme pero aún no estaba en condiciones, me sentía aún cansada, Kyle me quitó la hoja de las manos y la leyó

-No irás y menos sola-la botó-Van a matarte-resoplé-voy a ir contigo

-Respira-traté de calmarlo pero estaba furioso

-La nota dice "es una pena que te vayas, ven a despedirte"-recitó-no podrían saber eso, esto es una amenaza-caminó en pequeños círculos-van a matarte-repitió, estaba desesperándome

-Estoy consciente-grité, todos se encogieron en sí mismos-pero no tengo opción, si no voy, vendrán aquí y nos matarán a todos-tragué saliva-estaré bien

-Confías demasiado en tu novio, el vampiro-gruñó una chica, la fulminé con la mirada, había olvidado pensar en lo que había dicho Stefan y escuchar de Damon lo regresó a mi mente

-Confío en mí-sentencié-ahora, comamos-todos obedecieron, se sentaron en un círculo, repartieron la comida y empezaron a devorarla, la tensión se terminó después de un par de minutos

Tomé la caja del suelo y caminé a una de las habitaciones, todos estaban mucho más tranquilos, hacían bromas entre ellos, cerré la puerta, abrí la llave del agua del baño, crucé los dedos y gracias al cielo, caía agua, helada, pero era lo suficientemente limpia que me ayudó a remover un poco mi piel quemada y la tensión en mis músculos, salí, me coloqué el vestido, era de color verde esmeralda, con un profundo escote que dejaba a la vista mi espalda, de un cuello alto, sin mangas, era de tela lisa, pegado a mi cuerpo con un corte que descubría mi pierna derecha, era largo, lo arrastré un poco hasta que me coloqué los tacones del mismo color, el sonido de la puerta me hizo ponerme a la defensiva

-Te ves hermosa-dijo una de las chicas en el marco-queríamos ayudarte con el peinado-pensé en negarme, pero no lo hice, por el contrario, me senté y acepté, no solo ayudaron con mi cabello, también con mi maquillaje-estas lista-tomé aire

-Es hora de irme-salí de la habitación justo detrás de las chicas, todos me miraron sorprendidos, tuve que llamar más de una vez a Kyle que no podía ni parpadear-necesito pedirte algo-asintió como si estuviera hipnotizado-si no vuelvo mañana temprano, quiero que se vayan, lo más lejos y rápido que puedan-frunció el ceño-si algo me pasa, no va a haber nadie que pueda detener a Klaus, eso significa que los matará sin pensarlo-apretó los dientes-Kyle, prométeme que los cuidarás, que se irán de aquí-hizo una mueca

-Lo prometo-gruñó sin estar convencido, asentí

Un golpe en la puerta nos hizo brincar, varios se colocaron frente a mi, en posición de ataque, listos para brincar en caso de se necesario, un chico abrió la puerta, había un hombre, un humano, preguntó si yo estaba lista y a pesar que trataron de hablarle, no respondió, debía estar bajo la influencia de un vampiro. Lo seguí al auto que me esperaba afuera, no estábamos muy lejos del pueblo, pero el viaje se me hizo eterno, una parte de mi se negaba a seguir avanzando, pero no podía dejar que me controlará.

Aparcamos frente a una gran mansión, adornada por bellas luces y el sonido de violines, tomé aire varias veces antes de acercarme a la puerta, abrí con cuidado y tuve el primer plano de Elena convirtiéndose en Katherine, tomando a un Salvatore en cada brazo y caminando con ellos, yo no hice ningún comentario, tenía que concentrarme en lo que estaba haciendo allí, encontrar a Esther (que me imaginaba era la bruja original) y saber que quería de mí

-Hola amor-saludó Klaus, sonreí de lado-me da gusto verte-lo noté nervioso, pero al final se acercó y me envolvió en sus brazos, me soltó unos segundos después ante la atenta mirada de la mitad de los presentes, antes de que pudiera hablar, sacó su teléfono y me enseñó un corto video, era el que había grabado Stefan justo después de...-¿puedes explicarme?-me mordí el labio

-Active la maldición-expliqué, él soltó el aire-pero ya lo imaginabas-asintió

-Después de que me llegó el mensaje fui a buscarte, tu padre me dijo que seguramente te habías ido con tu abuelo-el recuerdo de aquello me hizo bajar la mirada-me imagino que llegaste sola aquí porque a tu querido novio no le agradó la idea de que seas un lobo-negué con la cabeza

-Estoy aquí porque tu madre me mandó una invitación, para despedirme-se puso tenso

-¿Vas a irte?-me exigió

-Sí, con mi manada-resopló-solo arreglaré un par de cosas

-Espero que no te vayas-me dio un dulce beso en los labios, que no rechacé, por alguna razón el ligero rocé de sus labios contra los míos me hizo olvidar de todo

Evelyn SaltzmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora