21.- Humanidad

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Mi misión consistía principalmente en buscar lugares para que Klaus y Stefan pudieran perder el control con seguridad, evitar que alguien detuviera su fiesta, básicamente era una niñera, guardaba la calma, pues cuando no hacía aquello, tenía que rastrear manadas de hombres lobo, capturar unos cuantos que hubieran activado la maldición para poder experimentar, jamás di la información de donde los había encontrado, desde el principio no había funcionado, no iba a desperdiciar vidas, cosa que frustraba sobre manera al híbrido, trataba de evitar involucrarme, a veces tenía que soportar los gritos de las víctimas, no me afectaba, pero era escandaloso, y odiaba tanto ruido.

El tiempo se había pasado casi volando, no sabía ni que día era, solo uno de esos aburridos días, terminamos en un bar, Klaus y Stefan acosaban a un chico, mientras yo bebía una cerveza en la barra, fingiendo por un segundo que no los conocía, los miraba de reojo, Stefan había hipnotizado a todos las personas del bar, así que no importaba las cosas que el pobre lobo hiciera, nadie le ayudaría.

-Evelyn-me llamó Stefan, lo miré con cansancio-vamos a jugar verbena o matalobos-rodé los ojos-¿podrías preparar el juego?-me levanté con pereza, el ceño fruncido, pedí dos vasos de whisky en las rocas, uno con cada hierba, los mezcle con cuidado, y los combiné, se los pasé y regresé a mi lugar, para seguir bebiendo

Lo torturaron durante un buen rato, lanzándole dardos remojados en el whisky con matalobos, yo simplemente los ignoraba, aún no entendía porque estaba allí, porque era tan importante para que Klaus me mantuviera junto a ellos, entendía perfectamente que él y su esclavo Stefan eran lo único que yo tenía en el mundo, pero, eso no significaba que quería hacer todo lo que Klaus quisiera. 

-Damon nos pisa los talones-dijeron entre ellos, tan bajo que creí no haber escuchado bien

-Me aseguraré que no nos vuelva a molestar-exclamó Stefan, dejándonos quietos

-Evelyn-lo miré de reojo-ve a vigilarlo-asentí con la cabeza

Llegamos hasta un estudio de televisión, revisé que se quedará vacío, mientras Stefan se encargaba de lo que trataba de hacer, entré al set de grabación, el vampiro molestaba a una mujer, que no se veía muy asustada, hasta que corrió a la salida, la tuve que detener, parecía feliz de vernos, a ambos, yo no sabía quien era, pero ella sabía mi nombre

-Evelyn-dijo con alivio-tu padre estará feliz de verte, los hemos buscado por todos lados-me crucé de brazos y fruncí el ceño

-¿Puedes terminar ya?-me quejé-Quiero volver con Klaus antes de que haya luna llena

-Primero debemos mandar el mensaje-se marcaron las venas de sus ojos, me aventó el teléfono-dile a Damon que venga por ti-fruncí el ceño, suspiré y comencé a escribir, lo envié, me senté en el escritorio, esperando, hasta que escuché una voz, que muy en el fondo me era familiar, le llamaba a la chica que Stefan tenía secuestrada. Se topó con la chamarra del vampiro al que acompañaba, lo buscó con la mirada, hasta que lo encontró

-Hola hermano-saludó Stefan, el hombre que había llegado era alto, de cabello negro y ojos azules-deja de seguirme-el castaño me miró de reojo-de seguirnos-él recién llegado me miró

-Eve-levanté una ceja

-Enserio Stefan, quiero irme de aquí-me levanté

-Necesito que Damon entienda que debe dejar de hacer lo que hace, que nos causa problemas-extendió la mano, para pedirme que me acercará, me apretó a su cuerpo de una extraña manera-entiende que debes dejarnos, quiero que nos dejes en paz-el moreno frunció el ceño, como si aquel acto le hubiera molestado, se acercó a mi cuello, había esperado los colmillos enterrarse en mi piel pero el choque rápido de sus labios me confundió

Evelyn SaltzmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora