Evelyn Saltzman

20.- Despedida

Desperté en alguna parte del bosque, no sabía donde estaba o como había llegado allí, lo último que recordaba era haber llegado a mi casa, después de haber pasado una intensa escena con Damon, me sentía adormilada, con un dolor terrible en el pecho, había sangre en mis manos, me preocupé, ¿había matado a alguien? me levanté como pude, recargando mi peso en los árboles o las piedras que había, Stefan me miró con cautela

-¿Stefan?-pregunté, me sentía mareada-¿Donde estoy?-frunció el ceño-¿Que pasó?-él soltó el aire

-Jenna murió-no pude sostenerme más

-¿Qué? ¿Cómo?-un horrible dolor me punzaba la cabeza

-Basta Bonnie-pidió él-Eve no lo recuerda-el malestar desapareció-Vamos-me ayudó a levantar

-¿Es mi culpa?-no dijo nada pero su mirada me lo dijo todo

Me solté, caminé lejos de donde estaba, me sentía tonta por no saber que había sucedido, no sabía de que manera podría llegar con mi padre, si yo había sido responsable de aquello y ellos lo sabían, Elena, Jeremy, Caroline y Bonnie me odiarían, no querrían verme, no supe en que momento llegué al cementerio, allí estaban todos, me miraron con algo en sus ojos que no quería descifrar

-Papá-susurré, me acerqué lentamente-lo siento-solté un par de lágrimas-fue mi culpa-caí al suelo-no se que pasó, no lo recuerdo, pero debía hacer algo al respecto, lo siento-Damon puso su mano en mi hombro, me ayudó a levantarme, me envolvió en sus brazos, me solté un poco después, me acerqué a Elena, ella no me rechazó, sentía sus lágrimas limpiarse en mi ropa, cuando abracé a Alaric, lo sentí querer desmoronarse, ni siquiera en el funeral falso de Isobel había estado de esa manera; antes de irnos, Damon se alejó, Stefan y yo nos acercamos, para preguntar

-No voy a ir a casa-gruñó el moreno

-Elena te necesita-me quedé en silencio-No voy a dejar que Elena pierda a alguien más

-No hagas ninguna promesa-fruncí el ceño-Tyler Lockwood me mordió-explicó, en su brazo había una enorme mancha gris y roja, parecía que la sangre hervía-fue un rasguño, pero allí está

-Buscaremos una cura-dijo Stefan

-No hay cura-murmuró Damon desganado

-Debe haber una manera-toqué su piel, pero casi de inmediato quitó su brazo

-Nadie necesita otro funeral-soltó el moreno dejándonos quietos

Pasó un día de aquello, Alaric trataba como podía de explicarme lo que había sucedido, aunque estaba segura que ni siquiera él sabía toda la historia, varias veces fui a casa de los Salvatore, pero el moreno siempre me evitó, creí que sentía que era mi culpa. Me estaba dando por vencida cuando volví a entrar a la casa, lo vi, se estaba quemando, se había quitado su anillo y parado frente a la ventana de donde entraba el sol.

Corrí, tomé su anillo solar y me paré frente a él, sentía el calor emanar de su cuerpo, le puse el anillo, evitando que siguiera haciéndolo, empezó a toser, salía sangre de su boca, Stefan nos miró con tristeza, empujó al moreno hasta el calabozo en la parte baja de la casa; yo no podía moverme, tenía su sangre en mi blusa, no debía quedarle mucho tiempo, tenía que hacer algo, pero ¿qué?

-Bonnie esta buscando una cura-asentí con la cabeza

-Tengo una idea-murmuré para mis adentros

Si ellos tenían razón, tenía que volver sobre mis pasos, Klaus debía conocer alguna manera, tenía un milenio viviendo en la tierra, tenía que saberlo, recibí un mensaje de Caroline, sobre una función en la plaza, pero no respondí, me metí en la casa, Katherine estaba allí, ni siquiera me miró, regresó a su cómoda posición en el sofá de mi sala.