Parte III

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Los besos de Beyond eran demandantes, estaban quitándole el aliento y el calor comenzaba a sofocarle, sin embargo, en lugar de separarse de él, se aferraba aún más a su cuerpo y devolvía cada gesto con vehemencia. Lo necesitaba como nunca había necesitado a alguien.

Su cintura chocó contra el lavabo de manera dolorosa, causando que gimiera en respuesta. Apoyándose en el mueble alzó una de sus piernas para sentirlo más cerca. Las erecciones eran notorias en los pantalones de ambos y el roce entre ellas le provocaba suspiros de placer.

Matt tironeó de los negros cabellos de su amante, antes de bajar las manos por su espalda y separar los labios de los suyos, para ofrecerle su cuello en donde los blancos dientes se hincaron sin dudar, causando que soltase un fuerte jadeo. El aliento de B. sobre su piel, enloqueciendo todos sus sentidos y provocando que deseara más. Poco y nada importaba que los escuchasen, después de todo, no tenían otro sitio al que ir más que a ese cuarto de baño. Prácticamente, no dejaban que B. abandonase la habitación que Elle y Mello compartían.

Alguien llamó a la puerta y Beyond se separó de inmediato de él, sin embargo, Matt estiró sus brazos y atrapándolo entre ellos, lo presionó contra su cuerpo y volvió a besarle.

—Los análisis han dictaminado una compatibilidad del 89% - se escuchó decir a una voz masculina del otro lado

B. volvió a liberarse de los brazos de Matt y acomodándose un poco la ropa, se dirigió a la puerta. El pelirrojo lo miró algo aturdido y agitado por la excitación.

—Beyond- le llamó suplicante. No quería que se fuera, lo necesitaba demasiado.

—Debo irme, Mail- dijo simplemente sin voltearse.

—No mates a tu hermano.

Le escuchó soltar una pequeña risilla antes de abrir la puerta y salir de allí dejándole solo.

Matt soltó un suspiro pesado y se sintió nervioso y aun, bastante agitado. Tomando asiento sobre la tapa del inodoro, decidió esperar allí a calmarse un poco. Tenía miedo de que la operación de L saliera mal, sería extraño que él muriera y sabía que a B., aunque él no lo dijera, le dolería muchísimo que fuese así.

Al salir del baño, Matt se encontró con Near sentado en el suelo y con Mello en el borde de la cama mirándolo con seriedad. El albino se enredaba el cabello con su dedo como era su costumbre y hablaba por teléfono.

—Entendido. Muchas gracias, agente Linder. Regrese a sus tareas habituales.- dijo antes de cortar la llamada.

— ¿Alguna novedad de Yagami?- preguntó con asiedad, Matt

—Sobre ese asunto, ninguna.- respondió el albino con simpleza.

— ¿Qué quería la agente Linder? - Habló Mello

—Acababa de informarme el resultado sobre la bala hallada en el cuerpo de Iván Keehl, la huella digital impresa en ella, es perteneciente a Kiyomi Takada.

—Entonces... ¡Eso prueba que Mello es inocente!

—Exactamente, perro- dijo el rubio y le sonrió. Matt, se permitió devolverle el gesto aliviado de que, por lo menos, uno de sus problemas estuviese resuelto.

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—Liiiight... Misa-Misa está aburrida ¿Cuándo la mandaras a hacer algo?

El castaño se frotó las sienes cansado, antes de seguir sumando los números ocultos en aquella carta. Llevaba varios días ya, probando varias opciones, sin embargo, todas esas habían fallado y la paciencia estaba agotándosele. La peor parte era, que justamente ese día en el que su humor era muy malo, Misa aparecía a molestarlo.

MíngwángDonde viven las historias. Descúbrelo ahora