—Yo...
— ¿Si?
—Light...-susurró sin comprender la situación. Su cerebro trataba de trabajar lo más rápido que podía, sin embargo, algo parecía no funcionar. No podía pensar en nada.
— ¿Light?... ¿Light, cuánto?... No apareces en la lista.- dijo revisando la hoja que tenía entre sus manos
—No... yo no... Tú eres Light.
El joven se volteó y le sonrió.
¡Dios! ¡Estaba vivo! Estaba ahí, frente a él. El dolor en el que se había sumido su corazón, la tristeza y la oscuridad en la que se había visto envuelto los últimos años, se disipó de repente, dando paso a un enorme alivio y a una suave calidez.
Lo había extrañado... Debería odiarlo, por todo lo que le había hecho, por intentar matarle, por engañarlo, por querer destruir a su hermano... sin embargo, no podía, simplemente... No podía dejar de amarlo.
— ¿Qué?- preguntó mirándole confundido —Eeeh... no. Creo que te has equivocado. Mi nombre es Keisuke Usui - hizo una leve reverencia con la cabeza —Un gusto... Dime a quien buscas... Quizás, puedo ayudarte.
Elle guardó silencio tratando de dilucidar la situación. Había dos posibilidades: La primera, seguir insistiendo con que era Light, esperando a que dejase de tratarle de loco y lo admitiera... y la segunda...seguirle el juego hasta que tuviese forma de comprobarlo.
—Lo siento... Estaba un poco distraído. No me he inscripto a tu curso, pero me interesaría estar en él... ¿Hay alguna posibilidad de que me permitas hacerlo?
El ahora llamado Keisuke Usui, suspiró con agobio antes de sonreír.
—El reglamento me pide que no permita tu presencia aquí... sin embargo, supongo que estará bien si nadie sabe que no te has inscripto... Dime...
—Ryuzaki.
—Ryuzaki... ¿Puedes guardar un secreto?
**
—Si otro título damos a la rosa, con otro nombre nos dará su aroma. Romeo, aunque Romeo no se llame, su perfección amada mantendría sin ese nombre. Quítate ese nombre que no es parte tuya y por tu nombre, tómame a mí, Romeo, toda entera – recitó de memoria, Elle, mirando a Keisuke, con la intención de que sus palabras significasen algo más que una simple estrofa de ese libro. La situación le resultaba un poco cursi, a decir verdad, por el desnivel en el aula (Al estilo de los teatros griegos, pero un poco menos notorio), sintió como si estuviese en el balcón, cosa que lo convertía en una Julieta de extraña apariencia. No pudo evitar sonreír levemente al imaginarse de esa forma.
—Te tomo la palabra. Desde ahora llámame sólo amor. Que me bauticen otra vez, dejo de ser Romeo. Muy bien recitado, Ryuzaki.- dijo Keisuke y sonriendo, se dio la vuelta para avanzar hacia el pizarrón — En términos de discurso... - habló y se giró nuevamente para mirar a sus estudiantes —Cabe decir que de los dos amantes, Julieta, es menos compleja que Romeo: cambia radicalmente, pero en ambos estadios, es un personaje plano, elemental, sin contradicciones. Romeo, en cambio, es mucho más cercano a Hamlet o a Miranda, sufre, aprende, cambia y quizás, al final...- alzó los ojos, encontrándose con los de Elle —Vence.***
Elle se sentó en una de las bancas del campus, a esperar a que Keisuke apareciera. Llevándose el dedo a los labios, comenzó a repasar su investigación. Supuestamente, venía de un pueblo llamado "Taoriki" a unos kilómetros de allí. Le bastó con hacer un par de llamadas para constatar la existencia de un muchacho con ese nombre, que jamás había regresado a ese sitio. Luego de ello, realizó averiguaciones con respecto a "Míngwáng" algo que lo implicase con dicha organización o con alguna de las sectas que ahora se conformaban y no halló nada al respecto. Estaba limpio por completo. Y no iba a decir que eso no era preocupante, porque a medida que trataba de implicarlo más con Light, los hechos probaban que no tenía ninguna relación con él.
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Míngwáng
FanficUn detective. Un forense. Un estudiante de secundaria. Una organización dedicada a acabar con los criminales. Una venganza. Un amor imposible, uno improbable y otro inseguro.