Aguardar a que los hombres regresaran era desesperante. Su padre había comenzado a divagar sobre las formas en las que podrían escapar, terminando por rendirse. Al fin y al cabo, no sabían nada de aquel lugar ni cuantas personas había allí.
Por suerte, su madre se mostraba más calmada. Mientras tanto él, no podía evitar pensar ni un segundo en la sed desesperante que sentía, incluso el hambre y el cansancio habían quedado relegados a segundo plano.
La puerta se abrió, sin que pudiese asegurar hacía cuanto tiempo estaban allí. La forma en que su corazón latía cuando veía a esos tipos entrar, era insoportable.
Sin decir palabra alguna, tomaron a su madre de los cabellos y trataron de llevársela. Su padre al notar eso, trató de defenderla. Como era un experto en artes marciales no le costó mucho, a pesar del estado físico deplorable en el que se hallaba, derribar a uno de los tipos y abalanzarse contra el que sostenía a su esposa.
Beyond, observó la escena y reaccionó de manera rápida, logrando golpear en la nuez de Adán a uno de los hombres que estaba ingresando. El movimiento, fue demasiado veloz como para que pudiesen detenerle, sin embargo, más secuestradores ingresaron armados con ametralladoras, consiguiendo reducirlos en muy poco tiempo.
El hombre de la máscara blanca ingresó y en silencio pateó los cuerpos que estaban en el suelo. En ese momento, Beyond cayó en la cuenta de que su padre y él habían matado a esos tipos y que lo que estaba por venir sería terrible.
—Iba a tener consideración con ustedes y hacer esto por separado... en lapsos de tiempo variados... Pero se han portado demasiado mal- dijo el de la máscara blanca.
Los demás se dispusieron a sacar a los cadáveres de allí.
Pronto la habitación se llenó de unos diez hombres que ingresaron con un gran mazo, varios baldes de agua y un trozo de tela. Dos de ellos inmovilizaron a B. sobre el suelo, mientras que otros hacían lo mismo con sus padres. Un tercero le sostuvo fuertemente del rostro obligándole a abrir la boca clavando sus uñas en sus mejillas, al instante en el que un cuarto comenzó a introducir una tela por la cavidad y a empujarla, más y más en su garganta.
— ¡Mi hijo! ¡No le hagan daño!- gritó su madre.
— ¡Cierra la boca mujer y empieza a preocuparte por ti!
Beyond se sintió desesperado. Trató de luchar con todas su fuerzas, pero le fue imposible soltarse. Escuchó un sonido agudo que iba aumentando de intensidad, un fuerte golpe seguido de un alarido de dolor por parte de su padre, supo que el mazo había sido traído para romperle algunos huesos
— ¿Te gusta, puta?-
Su madre chilló y a pesar de no estar viéndola, no le resultó dificil deducir que estaban violándola.
La tela era presionada aún más en su garganta.
— ¡Samantha!- gritó su padre.
— ¡Beyond!... ¡Dejen a mi hijo en paz!... ¡Haré lo que quieran!
Los secuestradores rieron, el sonido agudo aumentó.
— ¿Tienes sed, niño?- preguntó el hombre que había empujado la tela en su garganta y pronto tomó el balde de agua para comenzar a verter el líquido sobre su cara impidiendo, con ello, que pudiese respirar.
La sensación de asfixia era insoportable. Los sonidos parecieron decrecer a su alrededor y el único que subió en cuanto a volumen era el agudo. Los ojos de B. parecieron nublarse.
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Míngwáng
Fiksi PenggemarUn detective. Un forense. Un estudiante de secundaria. Una organización dedicada a acabar con los criminales. Una venganza. Un amor imposible, uno improbable y otro inseguro.