Parte IV

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Matt movió su cuello con cierta brusquedad, con la intención de desentumecerlo. Bostezó un par de veces cansado y dio los últimos clicks para transferir dinero a una cuenta falsa.

Se quitó la remera que llevaba puesta, porque estaba comenzando a hacer calor y la dejó tirada en cualquier lado. Si Mello estuviese en la casa, de seguro lo reprendería por ser tan desordenado y no es que el rubio fuese mejor en ese aspecto.

Sonriendo ante ese pensamiento, se puso de pie y se encaminó hacia su habitación, decidido a por fin recostarse, sin embargo, al ingresar en ella se quedó viendo a Beyond, quien descansaba plácidamente. Eran casi nulas las ocasiones en las que lo había visto dormir y debía admitir que le resultaba extraña esa situación, pero no por ello, menos agradable.

Se apoyó en la pared para quedarse viéndole y se encendió un cigarrillo a pesar de que sabía que él reprobaría ese hecho.

Se lo veía tan tranquilo e infantil, con el pulgar cerca de su boca, que Matt no pudo reprimir una sonrisa cargada de ternura.

¿Qué estaría soñando?... Todo en él era tan misterioso. A veces, incluso, le costaba pensar que era tan solo un humano, lo colocaba en un lugar inalcanzable, sin embargo, el verlo así dormido, le hacía sentirse cercano a él y la sensación le gustaba.

Hacía unos días lo había encontrado junto a su amiga Linda; siempre había sabido que ellos eran muy cercanos, pero aquel gesto que Beyond había tenido con ella, el de correr un mechón de su cabello, mientras le dirigía esa mirada cuyo significado aún no podía descifrar, le había provocado un molesto y doloroso nudo en el estómago, tan conocido, que por momentos se sintió demasiado asustado. Y el haber visto la fotografía en la habitación de la muchacha no había mejorado la situación.

Había sentido celos ¿Para qué negarlo? Se había puesto irremediablemente celoso y la creciente posibilidad de que esa muchacha, cuyo enamoramiento hacia Beyond era más que evidente, lo alejase de él le aterraba. Entonces, ¿Era posible que estuviese enamorándose?

¿Acaso importaba? Beyond le había dicho que no podía ponerse celoso, porque ellos no tenían ninguna relación romántica y eso le había dolido ¡Carajo! ¡Había sido como recibir una maldita puñalada en el pecho!

Matt suspiró con pesadez y se sintió angustiado. Aparentemente, el amor nunca le deparaba nada bueno.

Hacía unos días había besado a Mello aprovechándose del estado de ambos, a pesar de que él no estaba tan ebrio como había aparentado. Había estado desesperado, confundido, necesitado de aclarar de una vez por todas los sentimientos que bullían en su interior. Y se había sentido bien, más que bien. Tantos años anhelando ese tipo de contacto demostraban que la espera no era vana, sin embargo, no se acercaba a lo que había imaginado. Lo supo en el instante en que Mello lo había apartado y él había recuperado la consciencia de sus actos. Lo amaba, sí... pero le era imposible dilucidar de qué manera.

Matt soltó una pequeña y amarga carcajada al comprender que su situación no hacía otra cosa más que empeorar. ¿Qué sería de él, si realmente estaba enamorado de Beyond? ¿Qué había sido de él mientras había estado enamorado de Mello? ¿Qué sería de él, si aún lo estaba?

¡Carajo! Las respuestas a sus cuestionamientos le deparaban un solo resultado y no era para nada agradable. Siempre era el tonto que salía lastimado, el idiota condenado a sufrir en silencio mientras veía a la persona que amaba ser feliz al lado de alguien más o por lo menos, intentándolo.

Se sintió tan angustiado, que por un momento la visión pareció nublársele a causa de las lágrimas que se asomaban en sus ojos. Dolía. Mierda ¡Sí que dolía! pero no podía permitírselo, el sentirse así... era demasiado patético.

MíngwángDonde viven las historias. Descúbrelo ahora