Míngwáng

Parte III

Light ingresó a su habitación dándose cuenta de que sus teorías eran ciertas y alguien había estado allí. Sin embargo, no le importó. Confiaba en que su señuelo hubiese servido.

Tirándose sobre su cama con desparpajo, no se molestó en hacer caso a los insistentes llamados en su celular. Sabía que era Takada, quien deseaba informarle como había salido lo planeado, pero no tenía ganas de escucharla.

Aun recordaba a Elle bajo la ducha, su cabello apelmazado, sus mejillas enrojecidas, sus sonrisas furtivas... Su declaración de amor.

-.-

—No tienes que hacerlo- replicó a Elle cuando lo vio ponerse de cuclillas para secarle los pies. Ambos habían salido de bañarse y estaban en la habitación. La noche estaba demasiado avanzada y la luz de la luna ingresaba por la ventana dándole a la piel de Elle, un toque azulino bastante encantador.

—Quiero hacerlo- respondió con simpleza y pasó la toalla por la planta de sus pies causándole cosquillas. Algunas de las gotas que resbalaban de su cabello, caían sobre la piel que acababa de secar, sin embargo, Elle no alzó la cabeza. Se lo veía entristecido y ello provocaba en la garganta Light, un nudo difícil de desatar.

— ¿Qué sucede?- preguntó preocupado por él

—Solo pensaba...

—Sé que estabas pensando, es más que notorio... pero, ¿En qué piensas?

—En las campanas...

— ¿Campanas?

—Sí... Las campanas... Suenan muy fuerte hoy.

— ¿Qué?- preguntó confundido.

— ¿No las escuchas?

—No...

—Qué extraño... Las condiciones son las favorables. Deberías poder oírlas... Vienen de una iglesia- dijo concentrado aún en su tarea y Light se sintió ligeramente incómodo al no comprender que era lo que trataba de decirle —Quizás, son por una boda.

— ¿De qué hablas, Elle?... Deja de decir tantas tonterías.

—Tienes razón...- dijo y sonrió con amargura —Lo siento... Es solo que... Los sentimientos de Light...

— ¿Qué sucede con ello?

—Son correspondidos.

Light sintió sus mejillas enrojecer repentinamente, su corazón latía con tanta fuerza que le parecía iba a escaparse de su pecho. Elle le estaba diciendo que lo amaba ¿Cómo podía ser posible, sentirse tan feliz y tan desdichado a la vez? Quería llorar, de alegría y de dolor, quería abrazarlo y besarlo, no permitir que se escapase nunca de sus brazos, sin embargo, solo se limitó a desviar la mirada avergonzado.

—Estoy triste- continuó hablando, Elle, causando que volteara el rostro y centrara nuevamente su atención en él — Pronto lo comprenderás- se puso de pie y lo miró a los ojos —Siento deseos de comer algo dulce... No he traído nada.

—Tengo... caramelos sin azúcar- ofreció deseando que Elle se negara.

—Supongo... que servirán, por el momento.

-.-

Light sintió unas frías lagrimas rodar por sus mejillas y haciéndose un ovillo sobre su cama, trato de quedarse dormido.

**

Eran alrededor de las 12 de la noche, cuando las sirenas de la prisión comenzaron a sonar. Beyond alzó los ojos en medio de la oscuridad y observó, reflejado en una de las paredes, el resplandor de unas llamaradas de fuego, proveniente de una de las celdas contiguas.