Parte IV

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La computadora había estado escondida en un lugar simple. La casa había estado completamente vacía. Había sido fácil hallarla, sin embargo, no había deseado perder el tiempo tratando de adivinar la contraseña. Era preferible destruirla.

Light observó hipnotizado las llamas que salían de aquel aparato y que acababan con la oscuridad que lo envolvían en la noche.

Había finalizado. La lucha contra Elle y sus hermanos, había llegado a su fin nombrándolo a él victorioso.

Soltando un suspiro, sintió invadirle un dejo de regocijo. ¡Había ganado! Lo había hecho y ahora, nadie quedaba tras él. Era libre para darle forma nuevamente a su organización.

Soltando una pequeña risilla que poco a poco se tornó más fuerte, disfrutó de esos instantes como si fuese un niño ante un nuevo juguete.

Sin embargo, aún había un problema menor.

-.-

Miró el rostro de herido de Matt y sonrió internamente. Había convencido a los agentes de que seguro tenía información acerca del asesinato de Lisa Lindall y que la computadora, con los datos de la investigación que había desaparecido, estaba en su poder.

—¿Qué tipo de información había en los archivos de Lisa Lindall?- preguntó el agente Rester y al no recibir respuesta, asestó otro golpe.

Light sintió su teléfono vibrar en su bolsillo y lentamente se puso de pie para salir de allí a atender la llamada. La verdad era, que le resultaba de poco interés ver como golpeaban a ese muchacho.

—Dime- habló con tono cortante luego de leer en la pantalla del celular el nombre de Takada. Había dicho que la mujer engañaría a Matt, ofreciéndole información, para atraparlo en ese lugar (cosa que mucho no distaba de la verdad, puesto que al dejar al descubierto su rostro en la frontera con el distrito K-47, sirvió para que Near mordiese el anzuelo y mandara al estúpido pelirrojo tras ella) y por ello, ya estaba libre de todo cargo.

—Escúchame. He visto al muchacho, ese rubio... Me da miedo- dijo ella alarmada

— ¿A qué te refieres?

—Sé que va a buscarme y a hacerme daño para que libere a su amigo. Yo... Yo me iré Light, desapareceré.

—No hagas nada estúpido...

—No me interrumpas... Tengo poco tiempo. En mi departamento, en una caja fuerte oculta en la biblioteca, hay una llave. La clave es 1-12-28-33 Esa llave pertenece a la caja fuerte de un banco. Allí, guardo información sobre todo, Light... Incluido lo que sucedió con Lisa. No quiero problemas, búscala, deshazte de todo. Yo me voy.

—Oye...- dijo tratando de retenerla, sin embargo, la llamada se cortó.

Presionando con fuerza su teléfono, Light se dirigió rápidamente a la salida. Debía buscar esa llave y acabar con esa información antes de que fuera tarde.

**

Near alzó sus ojos para mirar los números que aparecían sin cesar en la pantalla de computadora. Habían encontrado, al fin, la investigación que Linda había estado llevando a cabo, sin embargo, no podían tener acceso a ella. El dispositivo que Matt le había proporcionado para descubrir la contraseña alfanumérica (si es que así era) parecía no funcionar. Dejaba ver un listado enorme de cifras y letras y al detenerse, -que era cuando debería dar la respuesta- mostraba una serie de números, antes de continuar con dicho listado y detenerse en otro diferente.

Suspirando agotado, se alejó de ella. Si no conseguían esa información, todo el trabajo no habría servido de nada y no podría salvar a Matt ni a B.

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