Decir que estaba aterrorizada y a la vez muy ansiosa era no era un eufemismo, mis manos sudaban horriblemente mientras mi corazón latia a mil por hora. La charla en el coche habia estado bien, Craig estaba muy interesado en mi vida asique me hizo toda clase de preguntas las cuales pude responder sin problema ya que se trataban de mi elección de carrera y mi amor por los libros, nada muy personal. Compartio conmigo que siempre tuvo deseos de unirse al ejercito, sobre todo luego de lo que habia echo el imbécil de su padre, todo fluyo de manera muy casual y calmo hasta que llegamos a nuestro destino.
Esperaba con todas mis ansias que fuésemos a un lugar tranquilo, con poca gente, algo reservado y nada muy elegante pero mis plegarias no fueron escuchadas. El restaurant que tenia frente a mi era uno de los mas lujosos de las afueras de Holland, lo sabia porque mi padre nos trajo aquí 2 veces por cenas de negocios, no lo habia recordado hasta que el coche se detuvo frente al elegante edificio.
Un nudo se formó en mi garanta. Esto era el infierno.
- ¿Podríamos ir a... uhm... otro lado?- mi voz era apenas audible
- ¿Por qué?-Craig no dudo en preguntar- ¿no te gusta el lugar?
- algo asi- respondi casi al borde de volver a hundirme en aquellos penosos recuerdos
- este es el mejor lugar que conozco nena, no voy a llevarte a un jodido lugar de hamburguesas cuando te has vestido asi para mi-explico
Oh Jesús... esto era mi culpa. Maldito vestido, maldita Hanna por encontrarlo y estúpida y maldita yo por amarlo en cuanto lo vi.
- realmente no me importa si vamos por hamburguesas o lo que sea-dije esperanzada de que cambiase de opinión- soy una chica simple.
- me alegra oir eso nena pero ha menos que me des una razón valida no nos iremos de aquí, déjame darte lo mejor esta noche.
Maldito Craig... tan condenadamente encantador. Me rendi.
- bien- di un suspiro cansino- vamos.
Una hermosa sonrisa triunfadora se dibujo en sus labios y Jesús... mis bragas se humedecieron aún mas. Su aspecto de tipo rudo ya lo hacia demasiado caliente y verlo sonreír era un deleite extra. Bajo del coche y luego fue directo hacia mi puerta para abrirla y tenderme su mano ayudándome a salir, puso la alarma del coche y luego nos encaminamos hacia la entrada donde un host nos inspecciono de arriba abajo.
- ¿Tienen reservación?-se dirigió a nosotros de una forma poco educada
- No- mi acompañante respondio duramente- tengo una invitación del Sr. Fray
- Él está muy ocupado esta noche, y no tiene programado ningún encuentro social-escupe burlesco
Craig se pone tenso a mi lado, esta perdiendo la paciencia y temo que vaya a golpear al hombre- aunque se lo merece por haberos mirado como poca cosa- así que tomo su enorme mano y la enredo con la mia dándole un pequeño jaloncito mientras le susurro que no importa. Su pulgar acaricia mi mano y me mira ferozmente pero no de la misma manera que al host.
- ¡Craig!- escuchamos una voz cantarina- ¡Bienvenido al fin!
Un tipo canoso de unos 50 y tantos se acerca a nosotros muy alegre de recibir a Craig, lleva un traje costosísimo y por el respingo que ha dado el host sospecho que se trata del Sr. Fray.
- ¿algun problema por aquí?- pregunta una vez frente a nosotros, Craig esta por decir algo pero respondo que todo esta bien y nos abrimos paso hacia dentro del restaurant, en el camino levanta nuestras manos y besa la mía en un gesto dulce. Una vez ubicados en la mejor mesa fui presentada con el Sr. Fray- quien pidió amablemente que le llamara Rob- y luego de saludarse como corresponde mi acompañante y el dueño del restaurant quedaron de verse para ponerse al dia pronto.
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Unswerving (Serie Hard Hearts) libro #1
RomanceLa belleza no esta en el físico donde todos lo buscan, sino en el corazón... donde pocos saben llegar. Obra registrada en Safe Creative 2008315198458