Capítulo 25

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Craig

Las cosas con Rhian se volvieron más tensas desde la llamada de mi madre sobre Valerie en el hospital, los días pasaban y el final del verano estaba a la vuelta de la esquina, con su trabajo tendríamos menos tiempo para estar juntos y seguía contando con que no me llamaran a servicio de nuevo porque no podría decir que no. 
Ella estaba molesta por mi actitud hacia Valerie, se que las cosas no se veían bien pero mi relación con ella tenía que ver solo con amistad, el cariño y preocupación por habernos conocido desde muy jóvenes. Era una amiga que necesitaba de mi ayuda y no podía negarsela, ya le había dejado en claro que estaba enamorado de otra mujer y ella estuvo bien con ello, Rhian es la mujer de mi vida y no iba a cambiarla por nadie. Sus cambios de actitud no habían sido de todo malos, estaba adquiriendo una confianza más fuerte sobre sí misma, usaba ropa más ajustada y mostraba más de su cuerpo, incluso había comprando un bikini y habíamos ido a la playa, se veía malditamente increíble y caliente. Me gustaba que se soltara y pudiese disfrutar más de ella misma como yo lo hacía con ella, después de todo se trata de vivir la vida y no esconderse de ella. 

Por suerte los ataques hacia ella se habían detenido, no había recibido paquetes extraños ni la habían seguido, me encargue de estar con  ella todo el tiempo para quien estuviese tratando de meterse con Rhian supiera que había alguien dispuesto a protegerla. Cambie las cerraduras y reforce las ventanas, nadie iba a joder con mi mujer. 
Estaba viendo un partido de fútbol en la enorme pantalla plana que compré para nosotros en compañía de Trent mientras su prometida Haley y Rhian hablaban de la boda que estaba próxima mientras bebían vino en la cocina. 

-estas jodido amigo-Trent no quito los ojos del partido mientras hablaba- ella te tiene por las pelotas, y créeme que esta sentada ahí preguntándose cuando carajos te le vas a declarar. Las mujeres pueden llevarse bien pero son muy envidiosas, créeme. 

-ella no es así-bufé- ella sabe que la amo y vamos a nuestro propio ritmo. 

-no compañero, fuiste demasiado deprisa y ahora pusiste un freno, eso no es bueno. 

-¿y tu como sabes esas cosas?-lo mire extrañado

-realmente le presto atención a las cosas que Haley me dice hermano, tu también deberías hacerlo. No digo que te presiones a ello, solo es una observación. 

-ella ha pasado por muchas cosas, no quiero que algo tan feliz como una boda termine por destrozarlo. Si ella me dice que no, no se si podre soportarlo. Además ahora mismo tenemos otros problemas de por medio. 

-como dije, escucha a tu mujer Ross. Las mujeres a veces pueden estar locas pero la indicada puede ser muy sabia. 

Miro a mi mujer y se ve feliz en su charla con Haley, se que dije que ella sabe que la amo pero la verdad es que no se le he dicho, solo asumí que ella lo sabia por todas las demás cosas que le dije, tendría que buscar la oportunidad para decírselo, quizás así el problema con Valerie este resuelto. 
Me levanto del sofá y voy en busca de otra cerveza, otra cosa que Trent dijo que es cierto es acerca de como nos movemos en nuestra relación, estamos viviendo juntos y me siento muy cómodo con ella y refiriéndonos a las cosas como nuestras, no le vi el problema en un principio y ni siquiera vi si ella estaba abrumada con la situación, debería ser mejor novio y pensar en sus sentimientos y no hacer solo lo que mejor me parezca con respecto a nosotros, lo que sucede es que cuando estoy con ella pierdo el control y no pienso racionalmente, solo quiero tenerla conmigo y que se joda todo lo demás. 

-¿quieres alguna otra cosa cariño?-ella ofrece con su dulce y melodiosa voz

Si, ir arriba y dejarme enterrar en tu dulce coño hasta verte desvanecer de placer. 

-No nena, estamos bien, el partido casi termina. 

Le doy un casto beso sobre sus carnosos labios y vuelvo a mi lugar, el partido termina quince minutos después y Trent insiste en que salgamos esta noche. 

-¿que dicen chicas, quieren salir? 

-estoy algo cansada-Rhian dice, Haley la mira suplicando-pero iré. 

-perfecto, nos reuniremos en Pandora a las diez. 

Nos despedimos de nuestros amigos y luego ayudo a ordenar un poco, aún es temprano y espero que su humor esté de buenas con la visita de Haley. Mientras lava las copas de vino me hacer tras ella y comienzo a besar su cuello, su hermoso cabello castaño rojizo esta recojido en una hermosa trenza lo que me facilita el acceso a su delicado cuello. La escucho suspirar placenteramente, le quito las copas de la mano para no provocar un accidente y las dejó en otro lado. Su blusa en bastante escotada lo que permite dejar libre sus pechos y tocarlos a mi antojo, sus manos hacen de apoyo contra la mesada e inconscientemente empuja su trasero hacia atrás para frotarse con mi entrepierna. 

-¿me quieres bebé, me quieres dentro de ti?- le susurro a oido

-si- gime como una suplica

Llevábamos varios días sin sexo y estaba apunto de reventar, quería sentir su caliente coño envolviendome hasta exprimir cada gota de mi. Al parecer ella estaba tan deseosa y necesitada como yo. 
Desprendi uno a uno los botones de su pantalón y lo baje por sus piernas, se lo quite y lo arroje lejos. Hice lo mismo con el mío y luego me presione de nuevo contra su delicioso trasero, estaba ansioso por hundirme en ella. Metí mi mano por delante y busque la suave carne bajo sus bragas, jugué con la humedad de su coño acariciando su clitoris y enterrando mis dedos dentro de ella. Estaba tan lista para mi, sabía que ni siquiera se había tocado para darse placer, la escuché mientras hablaba con Hanna hace dos días. No tenía tiempo para demasiados juegos asique hice a un lado sus bragas y me metí profundamente en ella haciéndola gritar de placer. Gruñi en éxtasis por la dulce sensación que tanto había extrañado, comencé a bombear en ella duramente mientras seguía estimulandola. 

-¡más rápido!-jadeo mientras su trasero se encontraba contra cada enviste. 

Le di lo que quería y rápidamente la sentí tensarse alrededor de mi polla, se vino estrepitosamente pero yo estaba lejos de terminar con ella. Sus piernas temblaban asique la senté sobre el borde de la mesada, abrí sus piernas y me introduje nuevamente en ella. La bese mientras la llenaba una y otra vez, su coño estaba tan caliente y resbaladizo que no iba a durar por mucho más tiempo. Clavo sus uñas en mi espalda mientras sentí como su cuerpo estaba llegando al nuevo orgasmo, amaba que se soltara y escuchar todos sus jadeos y gritos cuando enloquecía de placer, me empuje hasta la empuñadura varias veces hasta que mi propia liberación se derramó en lo más profundo de ella mientras que su segundo orgasmo la consumía. Su apretado coño me hizo ver las estrellas… Estar con esta mujer era igual al paraíso. 
Salí de ella y la bese dulcemente, estaba pensando seriamente en llamar a Trent y decirle que íbamos a cancelar, no iba a tener suficiente de ella por al menos unas horas más. 

-te amo nena-la mire a los ojos y me sincere con ella-nunca podría haber nadie mejor para mi. 

-oh Craig…-sus ojos se cristalizaron- también te amo nene, no sabes cuanto. 

Volvimos a besarnos y luego subimos a la habitación para ducharnos. Ella se veía verdaderamente feliz ahora, había sido un tonto por no habérselo dicho antes. 

-creo que quiero quedarme en casa ahora-dije en la ducha mientras enjabonaba su hermoso cuerpo 

-yo quiero salir con Haley cariño, no voy a cancelar. 

-esta bien-gruni de mala gana- pero al volver serás toda mía. Lo que significa nada de borrachera. 

-¡si señor!-se burlo y luego me beso. 

Esperaba que al menos esta noche pudiéramos tener una salida tranquila. 

Unswerving (Serie Hard Hearts) libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora