Capítulo 8

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Desperté feliz, como hacía mucho tiempo no lo hacía. La alarma sonó y ya estaba lista para afrontar el nuevo dia, tome un baño y elegi mi ropa cuidadosamente como siempre, me arregle un poco y baje a la cocina a desayunar. Ni siquiera bebí el primer sorbo de mi café cuando mi puerta estaba siendo aporreada frenéticamente y rei al imaginar que mi rubia amiga Hanna era la culpable.

-Hola tú-le sonreí a mi muy loca amiga-buenos dias

-Rhian… ¡OMG! Lo vi todo… ¡todo!-al parecer estaba extasiada de felicidad y asombro- ¡mi hermano y tú son la cosa más caliente que vi en mi vida! Olvida Brangelina… joder,¡qué pasión!

Comencé a reír por lo exagerada que podía llegar a ser Hanna, apenas si llevaba una cita con su hermano y aunque las cosas marchaban un poco a un ritmo precipitado no es como si la cosa fuera en serio (aunque secretamente lo deseaba) pero la rubia llevaba todo a otro nivel. Daba por sentado que ella ya nos estaba organizando nuestra boda y se ha nombrado a sí misma mi dama de honor.

-Sospecho que todos los vecinos de la cuadra nos han visto-admito algo avergonzada.

-que importa-dice como si no fuera la gran cosa- serás la envidia de todas.

Rei

-Estas loca… 

-Pero me amas-dijo con chulería

-Por supuesto-admití- ahora déjame beber mi café así podemos ir al trabajo y terminar esta semana de una vez.

-Oh eso es genial, podríamos ir a un bar esta noche a celebrar-ella esta super entusiasmada- no te atrevas a negarte.

-No hay nada que celebrar pero si, me gustaria ir a beber algo.

-¡OMG! Es la primera vez que aceptas sin hacerme rogar-ella ríe- me gusta esta actitud chica.

Bebo mi café tranquilamente mientras Hanna parlotea cosas acerca de su hermano y de las cosas que tendría que hacer en el dia antes de estar lista para nuestra salida. Cuando estoy lista noto que ella aun esta como si no tuviera prisas y algo me huele raro.

-¿Estas lista?-la rubia sonríe inocente y luego el timbre suena

Ella corre abrir la puerta y la enorme figura de Craig aparece en mi puerta. Mi boca se hace agua, hoy lleva un estilo más informal que su típica ropa del ejército, una camiseta blanca que está tan ajustada que prácticamente veo su six pack (quizas un magnifico eight pack), una camisa leñadora arremangada hasta los codos, un par de hermosos jeans desgastados azules que abrazan sus piernas en los lugares correctos y un par de timberland para morirse. Todo en el es magnifico, su mirada abrasadora hace que se me ponga la piel de gallina, este hombre es tan caliente como el mismo infierno.

-Por cierto-Hanna dice mientras se marcha- mi hermano te llevara al trabajo hoy… y quizás todos los días.

Quiero reprocharle pero no lo hago, me digo a mi misma que puedo disfrutar de esta situación y que no hace falta que sea algo incómodo, puedo tomar este tiempo para conocer más acerca de él. 

-Hola nena-dice mientras de acerca a tomar mis llaves-¿estás lista para irnos?

-Hola-digo con una sonrisa embobada- si, estoy lista.

-Bien-dice antes de robarme un beso y salir por la puerta.

Tengo la leve sospecha de que este dia va ser cada vez mejor. Salgo de casa y él cierra con llave por mi, vamos al garaje por mi camioneta y noto que mi acompañante está encantado.

-¿Porque viajan en el viejo auto de mi hermana cuando tienes esta maquina aqui?

-No me gusta llamar la atención, ahorre casi toda mi vida por un auto asi y antes de mudarme recibí parte de la herencia de mi abuela asique me compre esta camioneta porque la ame al verla, pero todos siempre me ven raro en la escuela ya que con un sueldo de profesora no podria permitirmelo. Siempre me importo que pensaran algo que no era sobre mi asi que solo lo uso a veces.

-Rhian, nena, debes dejar de pensar en lo que piensa la gente y más en lo que tu piensas y quieres. Esta camioneta es una recompensa y lo que piensen los demas importa una mierda.

Asiento y ambos subimos, obviamente Craig toma el asiento del conductor como todo macho alfa. 

El viaje a la escuela es relajante, hablamos sobre lo que tengo planeado para el dia y el me cuenta de las tareas de reparación que tiene que hacer en su casa. Al llegar al estacionamiento del colegio todos están viéndonos pero extrañamente no me importa. Craig baja del auto y abre mi puerta (y puedo jurar que me siento una reina) y me desea que tengan un buen día luego de avisarme que vendrá por mi para almorzar. Algo en mi se derrite así que tomó la iniciativa y le doy un corto beso pero termina convirtiéndose en un ferviente y demandante beso que me deja totalmente con mis piernas temblando.  

-Más tarde dulzura-dice mientras me guiña un ojo y luego sube a la camioneta para marcharse.

Me quedo en mi lugar viéndolo, diciendome a mi misma que parece imposible que un hombre así apareciera en mi vida pero algo en mi grita ¡lo es, es real!. Y sonrió como tonta pero estoy mas que feliz. Cuando volteo hacia el colegio todos tienen sus ojos puestos en mi, los ignoro y camino hacia la sala de maestros como cualquier otro dia, pero hay alguien que al parecer no está dispuesta a dejarme disfrutar mi momento.

-Disfruta de él todo lo que puedas porque pronto sera todo mio de nuevo.-Cherice larga sus garras y pretendo que no me afecta pero ambas sabemos que tiene razón. Ella es una mujer más hermosa y con un cuerpo envidiable, Craig pronto se cansara de mí y de la lástima que siento por mi misma.

Aun así no le dejo ver que me molesta, que toda mi felicidad parece esfumarse en un parpadeo y que estoy deseando que la noche llegue para beber con Hanna hasta que olvide todos mis problemas e incluso quien soy. Y para empeorarlo todo recuerdo que había escuchado decir a Cherice que el sábado lo tendría todo para ella, mañana el tendria una cita con ella y seguramente tendrán montones de sexo caliente y diversión, mi corazón duele un poco más pero lo ignoro y le doy comienzo a mi dia laboral.

Para la hora del almuerzo no respondí ninguno de los 3 mensajes de Craig esperando que pensara que estaba muy ocupada o algo, me senté en una parte alejada del patio mientras bebía un café y descansaba mi abatida mente y corazón.

-Rhian ¿que demonios?-un Craig enojado estaba tras de mí y di un sobresalto quemándome un poco con mi café-¡JODER!

Se acercó a mí y me ayudó a limpiarme.

-Estoy bien-dije sin mucho ánimo

-Y una mierda-gruñe- vas a decirme que carajo pasa contigo-estaba a punto de discutirle pero cambió a su mirada y voz severa de sargento- AHORA-demando.

-No es nada, de verdad.

-Esta mañana no estabas de esta manera así que jodidamente algo paso y vas a decirme quién o qué es lo que te molesta-me miro a los ojos- dime la verdad y no jodidamente mientas.

-Cherice…-susurre

Sus ojos se suavizaron y dio un respiro cansino mientras se arrodillaba frente a mi.

-Ella y yo teníamos algo, algo que ella quiere retomar pero yo no y veo que está siendo una perra acerca de eso así que le dire que retroceda. Pero nena ella no me interesa, ni sus tetas ni su culo flaco ni su actitud de perra en celo, solo me interesas tu.

Mi corazon volvio a la vida otra vez, me sentí nuevamente cálida y feliz.

-Lo siento-me disculpe- ella había estado alardeando de una cita contigo mañana y… otros comentarios hoy que me hicieron sentir estúpida, alguien como tu podría tener algo mejor que yo.

Los labios de Craig estuvieron en los míos ni bien termine de hablar, fue un beso dulce y lento, lleno de promesas y lo ame. Cuando nos separamos el me sonrio y no pude evitar devolverle el gesto. No dijo nada sobre lo que dije pero ni hizo falta, se lo que me transmitió a través de ese beso y era suficiente para mi

Unswerving (Serie Hard Hearts) libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora