Monstruo

Capítulo 4

Las últimas noticias que hemos recibido son alarmantes, se han hallado cadáveres en los callejones más oscuros de la ciudad. El motivo aún no lo sabemos...

—Amor, amor. Despierta. Has dejado la televisión encendida — me llaman al oído.

—Mmm —es lo único que logro decir.

—Te has quedado dormida en el sofá —me dice mi pareja mientras analizo la situación en la que me encuentro. Aún tengo la ropa arrugada de ayer y un completo desorden en la mesa de la sala.

—Deberías darte un baño — propuso Tadashi.

—¿Acabas de llegar del departamento de policía?

—Hace un rato, llegué y estabas ahí en el sofá tan cómoda que no quise molestarte —se ve tan lindo preocupándose por mí, por eso lo quiero.

—Pues aprovechaste ese rato para alistarte. ¿Vas a salir? — quise saber ya que lo vi con su cabello negro aún húmedo y con ropa informal.

—Sí. Tengo reunión con unos amigos, pero no tardaré, te lo prometo —dijo tomando mis manos y besándolas con dulzura.

—Deberías dormir un rato, te ves cansado —observé su rostro confirmando lo que le había dicho. Tenía unas pronunciadas manchas oscuras bajo sus ojos y la piel pálida.

—La vida de policía tiene sus exigencias y es mi deber velar por el bienestar de todos —vaya que ama su profesión —okey me voy. Te amo —me besó y salió por la puerta.

Me levanté del sofá y me dirigí hacia mi habitación al fondo del pasillo. Entré al baño, me desvestí y me introduje en la ducha. Sentir el agua por todo mi cuerpo se siente muy bien.

Salí de la ducha y tome una toalla, la enrolle en mi cuerpo. Sequé mi cabello rubio platinado y lo cepillé.

Ya en la habitación saqué de mi armario un conjunto de ropa sencillo y cómodo para un día de descanso.
Preparé el desayuno y encendí nuevamente la televisión. No había mucho que ver así que la apagué, cuando escuché mi teléfono sonar.

—Hola —contesté

—¡Elsa! hola, querida. Llamo para recordarte lo de esta noche, espero que no lo hayas olvidado. ¿Ya tienes atuendo?

—Oh, Rapunzel, sobre eso, no estoy segura de querer ir —escuché un bufido por la otra línea por parte de mi amiga.

—Elsa, por favor ya habíamos hablado de esto. Debes salir más, el trabajo te tiene mal amiga — Rapunzel tenía razón, pero había algo que me decía que no saliera esta noche —Y Es...  Mi cumpleaños, solo quería recordártelo. Necesito a mi mejor amiga conmigo.

—Está bien. Pero lo haré por ti.

—Excelente. Ponte linda, voy para allá —sonó emocionada.