Capítulo 46

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Jack

Vaya, vaya. Así que te has dignado a venir hasta aquí, Ian, pensé que tu orgullo nunca te dejaría venir a buscarme —dijo Aaron al verme llegar junto a Mavis a su guarida.

Sonrió cuando vio a Angie entre mis brazos. Su aspecto era diferente al de nuestro último encuentro, veo en él esa aura oscura que antes no tenía, ahora es un hombre imponente y poderoso.

—Mira lo que te hemos traído, Black —canturreo Mavis.

—Muy buen trabajo. Traela para acá —Ella me miró y en mi mente me ordenó que hiciera lo que él dijo.

Llevé a la niña ante el hombre y éste la dejó en una camilla, luego con una gran jeringa le sacó sangre, muchas preguntas surgieron en mi mente, pero simplemente guardé silencio por órdenes de la oscura.

Después de tener la sangre de la infante entre sus manos corrió hasta un microscopio y depositó en una lámina un par de gotas. Miró por el lente y observé como ensanchaba su sonrisa.

—Es perfecta, su sangre es la que estaba buscando. Ahora se pueden deshacer de ella —mencionó y algo dentro de mí reaccionó diciéndome que lo que dijo estaba mal.

—¿Pretendes que asesinemos a una niña? —pregunté con el ceño fruncido. Aaron levantó la vista y me miró detenidamente.

—Ian, Ian, Ian. ¿Desde cuándo tan misericordioso? —siseo —Te diré una cosa, cuando tienes algo y después no lo necesitas, simplemente lo deshechas sea lo que sea y si vas a estar de mi lado, cualquier cosa que no me sirva es basura inservible, por lo que espero que olvides tanto sentimentalismo y seas uno de nosotros, dispuestos a acabar con quien se interponga en nuestro camino ¿Entendiste?

Apreté los puños y como un perro, asentí con la cabeza, esa bruja oscura tenía el control de mi cuerpo, pero logré sacarla parcialmente de mi mente.

—¿Qué pretendes hacer con todo esto? —solté provocando que Mavis me regañara en mi mente.

Aaron rió y luego volvió a observar la sangre.

—Verás, sabes muy bien que era médico y que mi propósito era salvar vidas, pero me di cuenta que eso no es lo mío, soy demasiado para este mundo, quiero crear una nuevo, uno en el que no haya débiles, un mundo sin enfermos, un mundo que tenga oscuridad y muerte, por ello crearé un potente virus.

—Como el que utilizaste conmigo —lo interrumpí y Mavis me empujó contra una pared y me tomó por la camiseta.

—Déjate de tantas preguntas, ya no eres más que un esclavo para nosotros, no hagas desesperar a nuestro señor o yo misma acabaré con tu miserable vida —amenazó como una fiera.

La mujer controlaba mi fuerza, por lo que no pude defenderme y mandarla a la mierda.

—No es necesaria la agresividad, déjalo que sepa lo que tengo preparado, será un nuevo integrante de nuestras filas, uno de los más fuertes.

Mavis me soltó y luego desapareció de la habitación.

Me reincorporé y sacudí mi camiseta, sin ella tan cerca será más fácil deshacerme de su embrujo.

—Bien Black, es decir, señor —la maldita Mavis me había hecho decir eso involuntariamente, como la odio —¿Cómo se supone que cambiará el mundo?

Aaron se acercó a la niña y acarició su cabello.

—Con tu sangre y la de esta niña —hizo una pausa dejándome tiempo para tratar de entender lo que dijo —Yo te salvé la vida con el virus rojo y mira lo que hizo en ti, eres fuerte y hábil, sin embargo, el virus no solo puede salvar vidas sino destruirlas si tienes un gran cerebro y un laboratorio.

MonstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora