Monstruo

Capítulo 41

Observo como mi magia negra fluye de manera natural que hace que me sienta orgulloso de lo que soy ahora. Comienzo a creer que la suerte está de mi lado, la oscuridad hace parte de mí, al igual que el amor de mi vida que está ahí en mi mente todo el tiempo. En realidad ella es quien me controla, yo solo soy su títere.

Alguien toca la puerta sacándome de mis pensamientos. Grito que siga y abren la puerta.

—Señor, ha regresado el robot —mencionó Cedric con apuro.

Una media sonrisa se pintó en mis labios al ser consciente de que seguramente la máquina ha traído a Ian consigo y que podré charlar con él y drenarle parte de su sangre.

—Excelente, espero que me traiga muy buenas noticias —me puse en pie dispuesto a hacerle frente al robot.

—Mmm, señor —titubeó el pelirrojo —Él llegó en muy malas condiciones, está parcialmente destrozado.

Frunzo el ceño y aprieto los puños.

—Mierda —espeté y salí a toda prisa de la oficina, no sin antes darle un empujón a ese imbécil inepto.

Al llegar a la habitación donde se encontraba el robot, sentí ira pura al verlo hecho mierda después de haberlo mejorado con la tecnología de Robert, estaba teniendo un corto circuito y su cabeza se movía de un lado a otro, además no coordinaba sus movimientos.

—¿Qué mierda le pasa ahora? —le pregunté a Callaghan con rabia.

—Una descarga eléctrica afectó su sistema operativo.

—Se supone que lo habías reparado y mejorado —susurré entre dientes.

Me acerqué a la máquina y la golpeé con fuerza, lanzándola al otro lado de la habitación. Miré mis manos y me sorprendí al ver la gran fuerza que poseo.

—¡¿Qué putas pasó?! —le grité al robot y éste se puso en pie con dificultad —Tenías una simple misión que cumplir. No me digas que te dejaste ganar de ese mocoso.

—S... señor, el chico escapó. P... Pero conseguí esto —mis ojos se abrieron como platos al ver como él me entregó un frasco con un líquido de color carmesí —E... es su sangre.

Toda mi ira se disipó al ver que por fin tenía lo que tanto necesitaba. Me vale mierda si esta máquina se dejó ganar de ese sujeto, lo que importa es que trajo lo que le pedí. Estoy un paso más cerca de terminar con mi proyecto.

—Bien, reparen esta basura, luego envíenla por la sangre negativa. ¿Entendieron? —dije a todos los presentes en la habitación, todos aquellos asistentes que me servían.

—Tardaremos un poco con su reparación, ya que los daños son graves y necesitaré un par de herramientas especiales porque su tecnología es demasiado avanzada. Además, su gps también sufrió daño —argumentó Callaghan mientras miraba la tablet que tenía en sus manos.

—De acuerdo, has lo que creas conveniente, pero más de una semana no puedes tardar. Necesito cuanto antes la sangre de esa niña —él asintió y salí de la habitación con mi preciada sangre.

Pronto. Pronto será el turno de los sanos de permanecer en la tierra.

Elsa

—¡Vaya! Esto si está un completo basurero —mencionó mi hermana al ver la que era su habitación en la segunda planta.

Después de sentir en carne propia lo que puede hacer mi sobrina, decidimos subir a nuestras habitaciones y desempolvar algunos recuerdos.

—¿Recuerdas cuando éramos niñas y todas las noches nos sentábamos en ese sofá hablar de todo? Eran tiempos en los que todo estaba bien, antes de que nuestros padres murieran —comenté con nostalgia.