—Te has quedado solo, Ian, ya no tienes a nadie.
Todo mi ser exigía que acabase con ese monstruo que había acabado con toda mi familia, por tanto, me coloqué de pie dispuesto a desmostrarle que soy mucho más fuerte que él.
—Vengaré sus muertes, te haré sentir el peor dolor de este maldito mundo. Recordarás mi nombre —le amenacé y apreté los puños a mis costados.
Aaron se burló de mí y con un movimiento de mano me invitó a atacarlo.
—Vamos, muéstrame.
Cerré los ojos y dejé que toda mi energía se concentrara en mis puños. Poco a poco sentí que las chispas eléctricas iluminaban mis brazos.
Luego, le lancé un potente rayo que, para mi sorpresa desapareció.
Me quedé congelado en mi lugar, Aaron había desaparecido junto con el rayo de energía.
Di dos pasos hacia adelante, pero me detuve al sentir que algo no andaba bien.
Muchos sombras se acumularon a mi alredor, traté de liberarme de ellas, pero seguían atrapándome. Cuando deciden desaparecer mi vista se posa en el lugar en el que me encuentro. El panorama ha cambiado en un dos por tres, ya no me encuentro en aquella bodega sino en la ciudad, en medio de la calle.
Escucho disparos cerca de donde estoy. Un cuerpo sale volando hasta estrellarse contra un edificio que tengo al lado.
El individuo cae al suelo y trata de levantarse, cuando lo hace me mira con el ceño fruncido.
—¿Qué haces ahí parado como idiota? Ayudanos a vencer a estos tipos —dice el castaño de ojos verdes.
Espera mucho de mí, yo jamás les ayudaría en algo después de que quisieron matarme.
—No me veo en la obligación de hacerlo —respondo arrogante y con los brazos cruzados.
Me fulmina con la mirada y después sale corriendo hacia sus compañeros, sin embargo, Aaron emerge de las sombras y lo sujeta del cuello con fuerza, posteriormente, lo arroja al suelo con violencia y coloca su pie sobre el pecho del sujeto y lo estruja.
El tipo trata de liberarse, pero Black ejerce mucha más fuerza, me mira y crea una gran estaca oscura dispuesto a atravesarsela.
Pero, no logra su objetivo porque llega una mujer rubia y ataca al oscuro, sin embargo no es lo suficientemente fuerte para ganarle.
—Ustedes son débiles —dijo mientras manipulaba sus espectros para que golpearan a la mujer.
—¡Basta! —gritó el castaño al liberarse de él.
Tosió un par de veces y encaró al ser oscuro.
—No estamos dispuestos a perder, hoy, Aaron Black, no habrá cabida para ustedes en esta ciudad —aseguró.
Aaron le mostró su dentadura con una sonrisa lobula y luego se lo tragó la tierra, literalmente. El sujeto desapareció con tan solo mirarlo, segundos después sucedió lo mismo con la rubia.
—Habla demasiado —rió —No necesitamos terceros aquí, nuestra pelea es solo entre nosotros dos, ellos que se diviertan con la máquina.
No esperé ni un segundo cuando le lancé mi primer ataque. Cayó metros atrás gracias la tremenda descarga eléctrica que le había lanzado.
Sin embargo, no tardó en levantarse y devolverme el golpe con mucha más fuerza. De sus manos nacieron unas cuantas sombras que quisieron hacerme la vida imposible, tales entes tenían forma humanoide y golpeaban mi rostro y desaparecían, pateaban mi abdomen y se esfumaban, estaban jugando conmigo.
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Monstruo
RandomLa ciudad de Seattle no es segura ahora, los ciudadanos evitan a toda costa, salir en las noches.Temiendo encontrarse con el monstruo de ojos dorados. -Nunca podré ser lo que las personas quieren que sea, solo soy lo que ves, un ser que no sabe sent...