Kílix es un tipo de copa de cerámica que se usaba en la antigüedad para beber vino, en el fondo normalmente retrataban al dios Dionisio o escenas de índole sexual.
Advertencias: Insinuación de relaciones sexuales y exhibicionismo. No abusen del alcohol y tomen con cuidado y precaución.
Aviso: A esta Diosa tiene el nombre de Azumain, es oficial. Pueden ver su página en la Okegom wiki.
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Fumus no era amante del alcohol, en realidad no lo tomaba y se restringía a ocasiones bastante contadas. No es como si no lo soportase, era que no le gustaba; los sabores cambiaban según el tiempo y tipo de fermentación, el tipo de fruta empleada y donde se realizaba su proceso. Fumus no se consideraba un amante del alcohol.
Pero ahí, ahí podía permitirse tomar hasta caer. El alcohol que le ofrecían en ese lugar era adictivo, una sola gota bastaba para volver al más férreo hombre en un dependiente total; Fumus lo sabía bien, él mismo había sucumbido ante los exquisitos sabores.
Sintió como colocaban algo en su cabeza, pero lo ignoró y se acabó su trago de golpe, dejando la copa vacía. "Kílix es su nombre. No es una vulgar copa" le había su congénere la primera vez que le sirvió en el curioso recipiente, a Fumus le daba igual el nombre, aunque las escenas ilustradas al fondo le eran bastante llamativas.
Escuchó una risa a su lado y giró a ver. Azumain se reía de él con descaro, el Dios la ignoró y chasqueó la lengua, viendo como uno de los siervos de la Diosa volvía a llenar su recipiente con vino y tan pronto estuvo llena la bebió de un trago de nuevo.
Sentía su cuerpo ligero, el estómago pesado y la cabeza le daba vueltas. En su lengua se posaba el amargo sabor del vino y sus parpados se sentía cada vez más pesados, dejó caer la cabeza hacia atrás, tirando la corona de flores que le habían colocado minutos antes. En sus oídos retumbaba la música y canticos de los subordinados de Azumain.
Era una fiesta, Fumus no sabía bien de que a pesar de que Azumain se había tomado el tiempo de explicarle a punto y coma; al Dios no le importaban las fiestas ajenas de Azumain, bien podía ella sacrificar vírgenes y le importaba poco, Fumus estaba ahí solo por el alcohol.
Cerró los ojos y dio un largo suspiró, se sentía cansado, aunque no había hecho nada, sus extremidades pesadas y su mente pensando en todo y nada al mismo tiempo. Sintió como alguien se subía a su regazo, un delicado cuerpo se dejaba caer en él y después un par de manos le obligaban a levantar la cabeza.
—No tires la corona, son difíciles de hacer—. Regañó Azumain, queriendo poner molestia en su voz sin éxito.
La Diosa colocó la corona de flores de nuevo en la cabeza de su congénere, riéndose una vez más. Le era divertido como el siempre serio de Fumus se descomponía ahí, como cada barrera cimentada con cuidado se caía de golpe cuando ella le daba un poco de vino. Aunque no era cualquier vino, un vino normal jamás sería capaz de noquear a un Dios.
Acarició las mejillas sonrojadas del Dios, el rosa esparciéndose por los pómulos y el tabique de la nariz, ojos somnolientos y brillantes, movimientos lentos y torpes. Azumain sonrió antes de inclinarse y unir sus labios en un beso que en ningún momento planeó ser casto. Azumain abrió los labios, dejando a su compañero ingresar y saborearla.
Azumain sabía a más vino, pero también a granadas, sus labios carnosos y lengua ágil. La Diosa sonrió en el beso al sentir las manos de Fumus en su cintura, apretando antes de moverlas a su cadera y sus piernas. Su gemido fue ahogado en el beso, sintiendo las manos del Dios subir su largo vestido y tocar la piel desnuda.
Las manos grandes y callosas de Fumus acariciaban la piel suave de Azumain, apretando la piel y arañando. La Diosa suspiraba entre besos, sintiendo que el aire comenzaba a faltarle. En sus oídos la música comenzaba a sonar más lejana y el chasquido de los besos era lo importante. Azumain enredó los dedos en el cabello del Dios, tirando una vez más la corona de flores.
Azumain soltó una risa cuando Fumus la recostó en el improvisado asiento hecho con enormes almohadas y mantas. Lo abrazó por el cuello y obligó a bajar para continuar con el beso, mientras Fumus se deshacía del largo vestido blanco y abría las piernas de la Diosa. A Azumain le encantaba invitar al Dios de Pitch Black, porque con él las fiestas nunca eran aburridas.
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He puesto muchas cosas al inicio de lo shot's xD se ve hasta extraño.

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One shot, One kill
FanfictionFumus es alguien ocupado; tiene un cielo que mandar y un mundo que cuidar. Pero entre tarea y tarea pasan algunos "imprevistos". Advertencias que se irán sumando conforme los one-shot's: *Incesto. *Sadomasoquismo. *Sexo implícito/explícito. *Insin...