CAPÍTULO CUATRO

868 92 26
                                    

POV Mary

— Gracias por acompañarme — Digo a Edward antes de bajarme de su auto.

— No es problema, cuando quieras — Me despeina — Además me gusta ir, ver tu cara es de las cosas más graciosas que hay.

Lo miro mal y le lanzo la servilleta que tenía en la mano después de comerme un helado que mi bebé quería.

— Me iré, te estaré escribiendo — Se acerca y da un beso en mi mejilla.

Bajo del auto y entro al edificio, ninguno de los seguridad esta así que sigo directo al elevador.

Cuando llego a mi piso, busco en el fondo de mi bolso las llaves del apartamento.

Cuando las encuentro, abro la puerta y escucho los pequeños pasitos rápidos de Kimmy.

Cierro la puerta y me voy directo al sofá para poder tomar a Kimmy en mis brazos mientras le hablo como si de un bebé se tratara para que me siga. Debido a mi vientre abultado no podía agacharme para levantarlo, así que me sentaba primero.

Al ya estar en el sofá, brinca en mis piernas y lo tomo para hacerle cariños y mimos.

A veces cuando veo a mi pequeño acompañante peludo, siento como si Hanna me regalo a Kimmy con doble intención.

Como si hubiese sabido que se iría y esta era la forma perfecta para reemplazar su presencia para que no doliera tanto, para que no se notara tanto.

Cuando supe que se había ido, me sentía vacía, tal y como el día que V se fue, solo que esta vez pensé que era por algo malo, pero seamos sinceros, se llevo todas sus cosas, es obvio que no fue un secuestro. Se fue porque quiso, sin importarle su mejor amiga, ni el novio que tanto la amaba, o la ama.

Mis ojos se aguan e imagino como hubiese sido si ella y todos los demás hubiesen estado presentes en la consulta de hoy al saber el sexo del bebé.

Estoy segura que hubiésemos salido corriendo a comprarle sus primeras ropitas, sus primeros lazos y peluches.

Seguramente V y Suga hubiesen estado persiguiéndonos mientras nosotras hacíamos desastre en la tienda o Suga estaría comprándole botines rosados y V chaquetas de mezclilla. Ese hubiese sido mi día perfecto.

Con un Jimin filmando cada segundo y un Hoseok haciéndonos reír con sus ocurrencias.

Dejo caer las lágrimas y abrazo a Kimmy. La soledad en el apartamento era palpable, podía cortarse de lo sólida que era y siento que mientras más desee que cosas así pasen, más lejos están de que sucedan.

Después de unos minutos tomo una respiración profunda y recuerdo que no le había avisado nada a Suga, así que busque mi móvil y le envié un mensaje para que me llamara.

Podía sentir otra vez la emoción por mis venas al recordar que sería una niña y una sonrisa se me escapa de los labios.

Suga en un momento dijo que quería que fuera niña, pero el recordar porque quería que fuera de ese sexo, me hacía volver a entristecerme, al saber que él de verdad quería formar una familia con ella.

Mi teléfono suena y al ver el nombre de Suga atiendo rápidamente.

— ¡ES NIÑA, SUGA! ¡ES UNA NIÑA! — Grito haciendo que el pobre Kimmy se sobresalte.

— Me estás jodiendo — Río y niego con la cabeza, este hombre es un personaje — ¡ES NIÑA! ¡LO SABÍA! — Mis ojos se cristalizan por la felicidad y me río de la reacción de Suga.

— No te jodería con eso, es una niña, Suga.

— Sería genial que él supiera — Escucho una respiración fuerte de su parte — Es la mejor noticia que he podido recibir hoy, pequeña. Gracias por avisarme.

FAR AWAY © | SUGA - BTS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora