CAPÍTULO SESENTA Y OCHO

457 44 2
                                    

Sus ojos mostraban una confusión y una tristeza increible, pero sé que estaba aguantando para no quebrarse, no ahora, no antes de saber lo que sucedía.

Dejó de abrazarme y entramos al apartamento tomados de la mano y sin ganas de soltarnos.

Fuimos a su habitación y nos sentamos en la orilla de la cama, él abrió la carta que se encontraba toda arrugada y empezó a leer aún tomando mi mano.

La fuerza que ejercía era cada vez más fuerte a medida que leía, estaba conteniéndose demasiado, lo sé, lo conozco y me atrevía a decir que mejor que nadie.

Volvió a arrugar la carta y respiró profundo mientras cerraba sus ojos. Se quedó así por unos minutos sin moverse o pronunciar palabra, sin si quiera soltar mi mano.

— Yoongi...

— Seremos felices — Dice tajante — Tenemos un mes para ser lo más felices posible.

— Yoongi...

— Saldremos todos los días, retirarás los papeles de la universidad y haremos el amor en cada puto rincón de ésta maldita ciudad hasta que te vayas y luego — Hablaba viendo al frente hasta que por fin me miró a mí — Te irás a dónde sea que tu padre te mande sólo un año y volverás porque tú y yo, Hanna Vans tenemos una promesa.

Levanta mi mano y señala el anillo de compromiso.

— Volverás y nos casaremos, seremos felices, tendremos un hijo, quizás un perro o un gato o los dos, tú terminarás tú preparación académica, yo trabajaré y me haré cargo del hogar hasta que tú quieras trabajar y seremos una excelente familia llena de amor y mucha prosperidad — Estaba estupefacta mientras él sonreía sin mostrar los dientes.

Era imposible que Min Yoon Gi tomara ésta situación tan a la lijera.
    
— ¿Estás bien?

— Estoy increíble — Dice sin quitar la sonrisa hasta que después de unos segundos su rostro se transforma — ¡INCREÍBLEMENTE EMPUTADO! — Lo sabía.

Se levanta de su cama y va hacia la primera pared que ve y la golpea. Sí, esa era la reacción que sabía que pasaría.

— ¿CÓMO SE SUPONE QUE TU PADRE TOMÓ ESA DECISIÓN SIN CONSULTARTE? — Ahora me mira molesto más sin embargo respira profundo y peina su cabello hacia atrás — Calma, Min, calma.

Él mismo se dice que tiene que parar y vuelve a sentarse a mi lado.

— Hanna, yo no puedo salir de Corea al menos un año, ¿Lo recuerdas? — Asiento — Y si tú te vas no puedes regresar por un mínimo de ese tiempo, ¿Lo sabes?

Mi garganta se tranca y siento unas inmensas ganas de llorar con sólo pensar que no lo veré por tanto tiempo. Vuelvo a asentir y él sólo se mantiene serio, no dice nada, sólo me mira.

— Tengo miedo de que en ese tiempo nuestros caminos puedan distanciarse más — Toma mis manos y deja un beso en el dorso de cada una — Confío en ti, pero tengo miedo de que a pesar del amor podamos caer en tentaciones y romper una promesa.

Juega con el anillo en mi mano y se queda viéndolo por unos instantes. El cuarto pasó a menos cero con ésta conversación, mi piel se encontraba erizada y sentía un frío terrible.

— Tú y yo podemos con esos 365 días — Hablo al fin — Hemos podido con mucho, un año no es nada.

— ¿Lo prometes? — Su seriedad era insuperable. 

— En lo que menos te imagines, volveré para cumplir nuestra promesa de estar juntos — Levanto mi mano mostrando el anillo. 

— No quiero a tu padre en nuestra boda — Suelto una pequeña risita pero su rostro no ejerce ningún tipo de emoción — Es en serio, no lo quiero en nuestra boda, está haciendo que arriesguemos lo más bonito que tenemos por quien sabe cuál razón — Se queda pensando unos segundos — ¿Por qué está haciendo ésto? 

FAR AWAY © | SUGA - BTS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora