FAR AWAY © | SUGA - BTS.

CAPÍTULO CUARENTA Y UNO

POV Jungkook

— Así, vamos, muévete más — Apretaba sus nalgas mientras ella subía y bajaba en mi miembro gritando y gimiendo.  

Estaba de espaldas a mí y podía ver su larga cabellera negra rozando su espalda y pequeños mechones pegados en esta por el sudor.

Mientras ella se movía como toda una diosa, apretaba sus caderas, acariciaba sus glúteos, halaba su cabello y me enfocaba en llegar al orgasmo escuchando sus gritos y mi nombre entre sus gemidos.

— Jungkook — Suspiraba ella mientras que empezaba a mover mis caderas suavemente y paralizaba las de ella.

— Tina... — Digo en un jadeo cuando me despierto de golpe — Maldita sea.

Mi entrepierna duele y cuando paso mis manos por mi frente estoy empapado en sudor.

Me levanto como muchas veces lo he hecho directo al baño a darme una ducha de agua helada para calmar mi erección y los latidos fuertes en mi pecho.

Cuando estoy listo, salgo y me coloco un bóxer, mi móvil suena y lo busco entre las sábanas hasta que doy con él y contesto.

— Hijo — Ruedo los ojos al escuchar a mi padre.

— Hola, padre.

— Necesito verte hoy en la noche en la compañía, espero estés puntual a las ocho de la noche — Esto es raro.

— Bien — No digo más nada y culmino la llamada.

Voy a la cocina aún en bóxer y busco algo de comer, pero no hay nada.

— Soy un maldito desastre — Me devuelvo a mi habitación y me coloco un conjunto deportivo de jogger y sudadera gris, mis tennis y salgo a buscar que comer.

En mi mente sólo pensaba en cuanto ella se esforzaba por siempre salir a comprar lo mejor para hacerme feliz. Ella era de las personas que se preocupaba más por mí que por ella misma.

Yo no tenía la paciencia de salir y caminar por pasillos infinitos llenos de comida y decidir entre lo mismo en diferentes marcas, sólo pensarlo me agota.

Llegué a una pequeña tienda y busqué algo que me provocara comer, pero nada, así que me iría por lo seguro: un sitio de comida.

Camino unas cuántas cuadras y veo un café, entro y veo que primero debo hacer fila para hacer el pedido y luego poder sentarme a esperar por él.

Me quedo viendo el menú mientras espero que la fila baje y poder pedir, había de todo y yo tenía demasiada hambre.

— Buenos días, bienvenido. ¿En qué puedo ayudarte? — No me había dado cuenta que la fila ya había pasado y yo aún seguía decidiéndome sí pedir una cosa o todo el menú.

— Buenos días — Miro a la cajera y ésta me sonríe coqueta. Mujeres, no se resisten a mí — Linda, quiero un desayuno de huevos revueltos, tocino, tostadas y un café grande cargado por favor.

Guiño un ojo hacia ella y ésta se sonroja al instante asintiendo a todo lo que le dije. No he perdido el toque en cuanto a mujeres se trata.

— Listo tu pedido, cancelas al final. Escoge una mesa y enseguida llevo su comida.

— Muchas gracias, linda — Le sonrío y voy lentamente para escoger una mesa pero una voz trás de mí me detiene en seco.

— Me podrías dar dos cafés grandes y un chocolate caliente para llevar, por favor — Me volteo y me encuentro con esa cabellera castaña, vestida casi como yo, sólo que con su suéter corto y el conjunto en blanco.