CAPÍTULO VEINTISÉIS

671 70 9
                                    

POV Jimin 

Llegue a casa a penas pudiendo caminar por el peso del remordimiento en mis hombros. Me sentía la peor persona del mundo, en realidad lo era, porque le estaba fallando a la única persona que a pesar de saber mis errores, me acepto con todo y ellos, mis defectos y mis problemas.

Tina estaba en la cocina preparando algo que parecía ser de chocolate y J-Hope, estaba en la sala bailando lo que parecía ser una coreografía. 

Me recuesto de una de las paredes y me quedo viendo lo concentrado que está en lo que está haciendo, su rostro y cabello estaba sudado. Vestido con una camisa de flores en verde y naranja y un short blanco. A pesar de sus locas combinaciones de colores, tenía muy en claro que él era la alegría echa persona, era la mía.

En un momento se para y ve al suelo y sonríe cuando empieza a hacer otros pasos, suelto una risita y él se da cuenta, así que viene directamente hacia mí y me abraza por el torso y pasando su rostro sudado por el mío. 

 — ¡ERES UN CERDO!— Empiezo a reírme y sigue haciendo lo mismo pero ahora por mi cuello— ¡SUELTAME! ¡SOLO TIENES PERMITIDO ABRAZARME CUANDO ESTÉS LIMPIO!  

— ¿Quién dice? ¡Yo te abrazo cuando yo quiera!— Empieza a llenar de besos mi rostro y río con él a más no poder a pesar de que por dentro mi estado de ánimo es una total mierda. 

Por un momento pierdo el equilibro y caemos en el suelo aún entre risas y J-Hope sin parar de besarme. Cuando levanto la mirada me encuentro con Tina viéndonos con la mayor de las ternuras. 

— Son unos desordenados, unos desordenados increíblemente tiernos— Sonrío hacia ella y J-Hope para sus acciones, se levanta y me ayuda a mí a levantarme.

— Eso es lo que pasa cuando estás enamorado— Me abraza por detrás y me siento realmente incómodo cuando Tina aclara su garganta y duras penas sonríe. 

— Estoy preparando unas galletas, les aviso cuando estén listas— Vuelve a la cocina y boto el aire que estaba conteniendo desde hace unos momentos. 

— ¿Dónde estabas? Te esperé para almorzar pero te tardaste tanto que mi estómago se negó a seguir esperando — Estaba con Jungkook cayendo en una maldita tentación a la que no puedo resistirme.

— Y-Yo... 

Lo pienso por unos momentos y si hay algo que en esta relación a funcionado, es la confianza y el hablar como personas civilizadas.

— ¿Podemos ir a la habitación un momento? — Me mira subiendo y bajando sus cejas pero no entiende lo que en realidad va a pasar.

— Vamos, amor mío — Dice en tono de telenovela y toma mi mano para guiarme.

Al pasar cierro la puerta con llave y él se sienta en la cama dando golpecitos en sus piernas para que me siente.

Me acerco y me subo a horcajadas sobre colocando mis manos en sus hombros, él alza un poco su rostro y ve mis labios pidiendo que lo bese, cosa que hago sin pensarlo mucho tiempo.

Mi corazón palpita rápido y todo mi cuerpo se calienta con solo estar con él. Siento adrenalina, euforia, como pequeñas agujas en todo mi cuerpo de solo estar con él, es mi alma gemela y me vine a dar cuenta después de tantos años, después de haber sido por tanto unos superhéroes, astronautas, rockeros o cualquier personaje que en nuestra infancia se nos ocurriera.

Sube mi camisa y yo me encargo de quitarla, desabotono la suya y admito su delgado pero definido cuerpo.

— Sé mío — Dice en mis labios y siento derretirme ante sus palabras.

FAR AWAY © | SUGA - BTS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora