FAR AWAY © | SUGA - BTS.

CAPÍTULO DIECINUEVE

POV Suga

Tenía tanto tiempo sin sentirme feliz que el sentimiento ya me era extraño, completamente nuevo.

Verla riendo de nuevo con sus amigos era algo que extrañaba de sobremanera, el simple hecho de tenerla conmigo era más que suficiente.

Por un momento me mira y sonríe haciendo que me sienta completo, haciéndome saber que quería el resto de mi vida con ella.

Los chicos se despidieron y ella se reía mientras Jimin gritaba lo mucho que la amaba y que se escaparía de nuevo para verla.

Suspira, cierra sus ojos y me quedo viéndola como si en cualquier momento se fuera a desaparecer, como si fuera parte de mi imaginación.

— Tengo miedo —, dice de la nada.

— ¿De qué?

Me mira pero cierra los ojos.

— De la declaración — Habla en voz baja.

— Todo saldrá excelente — Tarda unos segundos en responder.

— No lo sé...   

— ¿Dormirás ya? — Me acerco a ella y su respiración profunda me hace saber que ya está profundamente dormida.

(...)

La puerta sonó despertándonos tanto a Hanna como a mí.

Me enderece en la silla y mi espalda dolía como nunca, solo por querer dormir a su lado tomando su mano.

— ¿Estás bien? — Me dice al escuchar mi gruñido de dolor, pero no me dio tiempo de responder cuando la puerta se abrió dejando ver al oficial Chang y a mi padre entrando a la habitación.

— Buenos días — Dice mi padre y Hanna y yo contestamos al unísono — Hanna, él es oficial Chang quien se encargará de hacerte el interrogatorio de la declaracion.

Volteo a ver a Hanna y el color de su rostro se borra.

— ¿Me podrían dar unos segundos con Hanna? — Digo al mismo tiempo que volteo a ver a mi padre.

Este asiente y salen de la habitación. 

Me levanto y sus ojos cristalizados me miran como queriendo que la saque corriendo de aquí.

— No estoy lista — Dice al mismo tiempo que un puchero se forma en sus labios.

No puedo hacerle esto, no aún.

— Hablaré con el oficial e intentaré que sea en otro momento — Una lágrima recorre su mejilla y quiero moler a golpes a ese maldito enfermo de Kim Nam Joon.

El solo ponerla en esta situación en la que solo hablar de él le de miedo es razón suficiente para querer ahorcarlo y masacrarlo.

Siento que la golpiza que le di fue poco a lo que de verdad se merece, pero no podía hacer más, sino en este momento fuéramos compañeros de celda.

Dejó un beso en la frente de Hanna y salgo de la habitación, al primero que veo es al oficial y luego a mi padre recostado de una de las paredes.

— Hanna no va  a declarar — Mi padre abre sus ojos a más no poder — No aún.

— ¿Por qué? — Mi padre esta confundido y a la vez preocupado por la decisión de Hanna.

— Aún la altera demasiado el poder hablar de lo que sucedió, no es como si ya hayan pasado meses, ni siquiera ha ido a la primera cita psicológica.

— Sr. Min — El oficial me mira y respiro profundamente — Tiene que declarar, el juzgado se adelantó y necesitamos la declaración de la señorita Vans si queremos que esto avance aún más rápido.