CAPÍTULO DIEZ

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POV Min Yang Ji

Si de algo estaba muy seguro, era de que mi hijo estaba destrozado, no había palabra que lo ayudara a subir su ánimo o hacerlo sentir mejor.

Viéndolo como hombre lo entendía y hasta lo envidiaba por llegar a amar y ser amado pero al verlo como padre, me sentía igual de desconsolado que él, impotente. Aunque sin embargo una pequeña felicidad crecía en mi pecho al saber que encontró a alguien que lo ama incondicionalmente.

Después de la confesión de Jimin, Yoongi se quedó llorando en silencio en el sofá hasta que que se levantó de golpe.

— Tengo que irme — Lo veo fijamente y lo recorro con la mirada posando esta en sus manos, las cuales tenían un temblor bastante fuerte.

— Suga... — Lo llamo por su aka aunque me cueste acostumbrarme al hecho de que no quiera ser llamado por su nombre de pila — Hijo, basta.

Él me mira y sabe a lo que me refieron.  

Sé que irá a beber, sé que irá a drogarse mientras por su mente correran todas las palabras que acaba escuchar.

Baja su mirada para luego verme con sus ojos completamente cristalizados:

— Lo siento, papá — Dice en un susurro.

— Si vas iré contigo — Lo piensa por unos momentos pero termina aceptando.

Él sale de la habitación sin decir palabra mientras yo me despido de sus amigos.

— Señor Min — Volteo y es Jimin quien me llama — Trate de recordarle lo más que pueda que ella lo ama.

Asiento y le sonrío.

— Claro que lo haré.

Salgo de la habitación y voy directo a donde esta Yoongi fuera de los elevadores.

El camino al estacionamiento fue incómodo. La tensión del silencio en el elevador era insoportable, pero debía darle su espacio y me encargaría de hablar con él cuando estuviéramos en el lugar.

— Te sigo — Le digo cuando el emprende su camino hacia su carro.

Muchos me critican por los excesivos lujos que le doy, pero es mi único hijo y he sido padre y madre por demasiado tiempo, por lo que me toca consentirlo por los dos y demostrarle que estoy ahí para él tanto como su padre y como su madre lo hubiese hecho. 

Entro a mi auto y espero a que salga para seguirlo, sé a donde va, al último sitio donde estuvo antes de que ella desapareciera.

Intento seguirle la velocidad pero es casi imposible, por lo que al saberme la dirección voy a una velocidad mediana y llego cuando él ya va entrando al bar.

Me bajo y bloqueo el auto. Entro y lo veo caminar entre la gente hasta llegar al mismo taburete frente a la barra, como siempre hace.

Voy y me siento a su lado no sin antes darle unas palmadas en la espalda.

— ¿Más calmado? — Respira profundo y asiente.

— Físicamente — "Por Dios, hijo".

Llamo al bartender y pido dos botellas de Soju y dos shots los cuales en menos de cinco minutos nos trae ya que sabe que somos clientes constantes y dejo buenas propinas no solo por el servicio, sino para que cuiden a Yoongi hasta que salga del local.

Sirvo un trago para él y otro para mí, lo toma en sus manos y no espera ni un segundo cuando se lo toma completo.

— ¿Por qué siempre aquí, hijo? Sé que es último sitio antes de que ella desapareciera pero, ¿no te hace más daño?.

FAR AWAY © | SUGA - BTS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora