------

14 3 0
                                    

Tengo que..., tengo que... ¡Maldición!

¡Tengo que huír!

Estando en la puerta, me encontré con una bifurcación. Debo elegir el camino correcto, sino, seré descuartizado y devorado sin misericordia.

Volví a escuchar otro alárido feroz y lleno de furia, este se oía en... ¡la izquierda!

Con un brinco comencé mi carrera, tomé el camino hacia la derecha, en la cual a unos metros se encontraba una esquina que tornaba hacia la izquierda. Me impulsé con un pie, y doblé la esquina con rapidez; al hacerlo, escuché otro espantoso alárido lleno de furia, incluído con unos pasos dirigiéndose hacia mí con velocidad.

Corrí como si no hubiese un mañana, esquivando y saltando sobre cadáveres que yacían sobre el ensangrentado suelo esparciendo sus víceras.

Este camino me llevaba directamente hacia los baños, mi única vía de escape. Sólo tenía que volver a doblar la esquina hacia la izquierda, y podré salir de este maldito infierno que me está sucumbiendo y volviendo loco.

Me faltaba tan poco para llegar, y tenía a ese monstruo cada vez más cerca de mí. Temía por mi vida, un movimiento o una pisada en falso me podía costar la vida, y tengo miedo, muchísimo miedo, no quiero morir...

Avistaba la esquina ya tan cerca, y el bicho ya me pisaba los talones. Podía escuchar sus leves gemidos, mientras sentía sus zarpasos rozando mi espalda queriendo mutilarme, ¡tengo que apresurarme!

Llegué a la esquina. Ágilmente la crucé, llegando a mi destino. Escuché un golpe, el monstruo había chocado contra la pared, esto me daría un poco más de tiempo.

Seguí corriendo hasta que llegué, tomé el picaporte y rápidamente lo giré. La puerta abrió, entré con dos grandes pasos y la cerré con fuerza. Un golpe en la puerta me estremeció, el monstruo quería entrar, y tenía que apresurarme a escapar antes de que logre su cometido.

Avisté justo arriba de los lavamanos la rejilla, rápidamente subí ayudándome con las manos, y retiré la gran rejilla jalando usando un poco de fuerza.

Escuché un fuerte golpe. La puerta fue destruida en dos pedazos, y allí estaba el monstruo, inyectado en cólera queriendo de mi sangre. Me miraba fijamente con sus ojos blancos y ciegos, casi sentía que en realidad podía verme.

Brinqué y me agarré del conducto queriendo subir para salir de esta maldición. El monstruo se apresuró y corrió tambaleándose hacia mí, buscando darme una feroz mordida. Me fui subiendo poco a poco dando patadas aleatoriamente para evitar que me agarrara, pero me fue inútil; con sus asquerosas manos tomó mi tobillo y comenzó a jalarme con una fuerza sobrehumana. Me resistí, pero me costaba mantenerme, seguía dando patadas queriendo soltarme, pero no podía hacer absolutamente nada. Comenzó a abrir sus fauces enseñándome sus afilados dientes, demostrándome lo que seguía. Con un movimiento veloz desgarró mi pie con sus dientes, sentía la sangre caliente desbordar y el extremo dolor que estaba sufriendo. Parte de mi zapato y de mis dedos fueron arrancados, y yo sólo gritaba y lloraba por toda esta mierda.

La bestia aflojó su brazo y aproveché para soltarme, me encontraba posicionado en el conducto, ya por fin seguro.

Vi como la bestia mordisqueaba parte de mi pie, manchándose de sangre. Me seguía viendo fijamente, soltando leves brasmidos. Yo sólo me secaba las lágrimas mientras veía como lo hacía, jadeando y dejando que la adrenalina disminuyera el dolor.

Me giré y seguí el camino del conducto gateando, dificultando mi movimiento por la mordida; pero por lo menos...

Estoy a salvo.


Mi Vida Después de la Muerte© [DOS CAPS. SEMANALES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora