¿Triste?

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You’re just a memory 

Capítulo 06

‘¿Triste?

Llegamos. Solo suspiré y él bajó del auto, y antes de que rodee y me abra la puerta, yo salí sin esperarlo. Ladeé la cabeza para un lado pidiendo perdón y sonreí falsamente; él hizo lo mismo, aunque su sonrisa todavía me transmitía tristeza.

¡Paparazzis! Otra vez. Coloqué mis lentes de sol, y luego de mirar mi reloj {9.57} caminamos hacia dentro del shopping.

Esto de ir de compras, se me estaba volviendo una costumbre rara y completamente aburrida. ¡Odio las compras! Pero, es lo único para hacer cuando estás sola y un pequeño en tu camino del futuro. Y ahora, me estaba acompañando el padrequenosabequeessuhijo. Sí, sí… soy una tonta y pobre la criatura que debo cuidar y hacerme cargo

-¿Cuál prefieres? – pregunté teniendo dos prendas enterizas en mis manos; una blanca y otra roja. Ladeo la cabeza para un lado y levantó una ceja, examinándolas. Se veía tan tierno.

-Emm – murmuró – la roja – señaló sonriendo y mirando mis ojos. Asentí con la cabeza y relamí mis labios.

-Buena elección – asentí y volvimos a la caja, para pagar todo.

La idiota cajera, no dejaba de mirar a Justin y él a ella, tampoco. Le pidió un autógrafo, una foto {que yo tuve que tomar de mala gana} y escuchar las estupideces que hablaban. Para colmo, “intencionalmente” desabotonó su camisa dejando ver sus pechos. Ya… no podía soportar esto.

-¿Te puedes apurar por favor? Estoy embarazada – señalé mi estómago rodando los ojos. Ella, con desprecio hacia mí, tecleó algo en la computadora y un ticket salió avisando cuanto era todo. Podía ver, por el rabillo del ojo, la diversión en la mirada de Justin. Eso me enfurecía más.

-Yo pago – lo miré intentando calmarme. Sonrió ampliadamente.

-No. Yo pagaré – contesté. 

-No. ¡Yo! 

-¡Yo, Justin! 

-¿Qué clase de caballero dejaría que pague una dama? – preguntó y mi rabia se desvaneció, dando lugar a que la sangre se acumule en mis mejillas, sonrojándome. ¡Qué vergüenza! ¡Sistema nervioso no me traiciones ahora!

Bufé poniendo los ojos en blanco – paga – mordí mi labio inferior mirando a la cajera, que la desgraciada seguía mirando descaradamente a Bieber. Apoyé mi codo en el escritorio alto de ella, poniendo mi mentón en mi mano, mientras respiraba pesadamente y observaba cómo ambos se miraban. ¡Sí, estoy celosa! ¿Y? bufé con tan solo pensarlo. Justin reaccionó y le pasó la tarjeta de crédito. 

. . . . . . . . . . . . . . . .

-¡No tienes razón para enojarte! – exclamó él, divertido, aprovechándose de mí.

-Tienes razón, no la tengo – rodé los ojos y seguí caminando, apresurándome para ir al puesto de Licuados.

-Miley - me llamó y tomó mi mano, haciéndome girar. Lo miré, y saqué mi mano de las suyas. – Nada, déjalo – dejó escapar un suspiro y yo me di la vuelta para seguir caminando a mi destino.

<<NO ME IMPORTA, LARALARA>> Mi subconsciente cantaba infantilmente, aunque no tenía razón.

-¿Qué gusto quieres? – le hablé a Julew evitando la rara mirada del vendedor y divertida sonrisa de Justin a mi lado. Miraba mi panza mientras la frotaba delicadamente con mis manos - ¡Frutilla! – exclamé dirigiendo la mirada al cartel de gustos… fue lo primero que vi.

El tipo, me dio el licuado de frutilla con mucho hielo… ¿La sonrisa venía también con el pack? Porque de verdad, tenía una hermosa sonrisa impregnada en su rostro que me encantaría llevármela… bueno, no; sería raro.

-¿Qué piensas? – me interrumpió el estúpido padre de mi hijo que no lo sabe. Estaba agarrando el gran vaso de licuado con mi mano izquierda… entregué el dinero con la mano derecha, antes de que Justin lo haga. Bufó y le hice un gesto con mis manos queriendo representar que se calle y no hable.

-Que…

<<¿Qué estaba pensando? ¡Lo olvidé!>>

- ¡Ah! Que él tenía una linda sonrisa y que me gustaría llevarla también, para cuando estoy triste.

<<Mierda… eso sonó mal>> malísimamente raro.

Su cara pasó de estar seria, a explotar en risas mientras que mi cara es de “¿Qué le pasa a esta ahora?” de todas formas, su risa me contagió y yo empecé a reír también. Agradezco que no hubiera casi nadie en este sector del shopping y que hubiéramos salido del local de los licuados, porque apuesto que el chico con sonrisa linda, nos estaría mirando entretenido.

-Basta… me duele la panza – puso sus manos en su abdomen y lanzó otra carcajada respirando agitadamente. Yo estaba igual.

-A mi me duele siempre – me quejé en voz alta dejando de reír. Una sonrisa melancólica apareció en su rostro. Odio que esté triste… ¿Por qué me importa tanto él ahora? ¡Basta Miley!

You're just a memory (2 temporada de I fell for you)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora