You’re just a memory
Capítulo 38
–FINAL 1/2–
‘Dolor & Angustia’
Mis conductos lagrimales estaban vacíos. No podía llorar más. Encima, mis ojos ardían con dolor, aunque ni se comparaban con la angustia que tenía en mi interior. Un interior solitario, triste y que cada vez, se derrumbaba más. Además, del agujero que sentía en mi corazón. De verdad dolía.
¿Qué haría si él moriría? ¿Cómo podría vivir con una niña de casi dos años? ¿Cómo le diría: tu padre murió sin saber que eras su hija? ¿Con qué cara podría decirle ‘hija’ cuando le mentí? No podía… simplemente, era eso. No podía. Contando también, que sería el recuerdo de Justin… el más reciente y hermoso.
Había salido del hospital, pero solo fueron dos veces. Una fue a la cafetería, donde obligadamente fui, y luego… a la capilla de enfrente de donde estábamos. Me mantuve una hora rezando, contándole a Dios cuanto lo amaba; lo mucho que lo quería; y también, prometí que si él lograba vivir, yo donaría y ayudaría a personas que de verdad lo necesiten. De todas formas, no sabía si podía funcionar todo esto, porque no soy de ir a la iglesia siempre, ni agradecerle todo los días. Por eso, me maldecí en mi mente. Pero tenía fe, al menos… un poco que conservaba mi corazón.
Hace siete horas. Siete horas que estoy esperando el resultado del trasplante. Parece una eternidad o como si ya sucedió un día entero; los segundos se convertían en minutos, los minutos en horas y las horas en días, aunque han sido pocas.
Lo más doloroso… era ver como los doctores y enfermeras salían y volvían a entrar por la puerta que nos separaba de Justin. Todos tenían caras distintas, pero el cansancio y la preocupación se reflejaban en cada uno. También era un punto aterrador. Imaginarse que pasaba allí… era difícil y costaba demasiado. Porque él era la persona más querida para mí; la razón de mi sonrisa; ¿qué pasaría si ya no podría despertar viendo su pelo despeinado, sus ojos cerrados y el perfecto perfil que contenía cada mañana? ¿Por qué todo es tan injusto? Esto era una pesadilla… parecía una. Pero la peor de todas. Y más, cuando te dabas cuenta que esto era real. Tan real… como el médico que caminaba hacia nosotros. Su rostro preocupado, sus ojos cubiertos por bolsas oscuras debajo de ellos, y la boca apretada en una fina línea.
No.
Mi Justin.
No.
Y las lágrimas que pensé que habían terminado, volvieron a aguar mis rojos ojos. No había dicho una palabra, ni tampoco un gesto. Pero se notaba. Él estaba asustado, atemorizado, con dolor y preocupación. Entonces… ¿Justin había muerto? ¿Él me había dejado? No. No puede ser. No es cierto, no.
Se paró en medio del pasillo, observando nuestras caras, uno por uno. Hasta que su mirada encontró la mía y podía percibir como si me pedía disculpas. Pero yo no quería aceptarlas. Yo quería un simple “él está bien”. Pero no. No puede pasar eso. Bajó su vista a los papeles blancos sostenidos por sus manos, sin ser capaz de volverme a mirar; las lágrimas caían y caían… sin ser capaz de retenerlas ni un poco. Ni siquiera el abrazo de Pattie me hizo sentir mejor; ni aunque venga el Papa a abrazarme no lo haría.
–Lo sentimos –dijo con la voz ronca. Dejé escapar un sollozo, sintiéndome vacía y dolorida. –La operación no salió como queríamos –no subió su vista. Entonces… me sentí perdida, perpleja, en una clase de shock mientras mi mente procesaba las palabras que resultaban tan difíciles de asimilar para mí. Pero no habló luego de un rato, lo que me daba ganas de golpearlo hasta que diga lo que menos quería, pero que era real –Pudimos hacerla. Costó, pero pudimos. –siguió y levantó la mirada para observar a Pattie que estaba a mi lado. No entendí sus palabras; no era sencillo entender en estas circunstancias, y me la estaba complicando. –El pulmón que logramos encontrar, funciona perfecto, pero aún así… el paciente está en estado crítico –respondió. Sentí como mi corazón se agrandaba en una pequeña felicidad. Pero no sabía si llorar más, o sonreír; por lo que hice los dos. La fe que conservaba mi corazón, y que era casi carcomida por el dolor, volvió a aparecer dándome más fuerzas. Miré a Pattie con una sonrisa y las lágrimas cayendo por mis mejillas.
El doctor, salió de allí, con un asentamiento de cabeza.
–Debemos ser fuertes –sentenció Scooter que estaba sentado en la banca de enfrente.
Me había olvidado de su presencia por un momento, gracias a la pequeña burbuja que había armado yo misma. Lo miré y asentí con la cabeza. Sabiendo y siendo consciente de que era lo único que podíamos hacer en estos momentos.
Ser fuertes. Y tener confianza. Eso. De repente, me sentí cansada. Los parpados intentaban cerrarse pero yo no los dejaba. No quería dormirme… menos aquí. Solo quería saber que Justin estaba fuera de peligro, para tranquilizar a cada músculo de mi cuerpo asustado.
Pero no pude. Era la necesidad que me manejó apoyarme en el hombro de Pattie, y cerrar los ojos, dejando derramar las últimas lágrimas para que se sequen y me dejen dormir en paz.
La fría madera y la caliente colcha cubriéndome no eran una buena combinación. El ruido de murmullos tampoco. Lo que me hizo despertar, lamentablemente, despertar. Los fui abriendo lentamente, intentando en vano que la luz cegadora blanca no me haga cerrarlos, pero lo hizo, entonces con mis manos froté mis ojos. Y nuevamente los abrí por completo, observando el techo y las paredes blancas que lograba ver desde esa instancia. Aún dormida, me senté en la cama… no, en realidad, era el banco que había estado ayer, llorando y sollozando.
Linda manera de despertar. Primero, pensando que todo era una estúpida pesadilla, pero luego, confirmar que no lo era. Era jodidamente real.
A lo lejos, vino Fredo con dos vasos de plástico en sus manos, uno cada uno. Al observar a nuestro alrededor, nadie estaba; nadie que yo conozca. Cuando él estuvo sentado a mi lado, me extendió una mano para que tomara ese vaso, y luego de acomodarme sentándome como indio y con la frazada sobre mis piernas, lo tomé.
–Es café –dijo con la voz ronca. Seco.
–Gracias –le dije en un débil susurro. Por alguna razón, no me sentía del todo bien aún. –¿Qué hora es? –le pregunté luego de tomar un generoso sorbo. No sé si era porque moría de hambre, o qué, pero estaba delicioso. Miró el reloj de su muñeca mientras tomaba de su vasito.
–Siete menos diez –contestó.
–¿De la mañana? –pregunté confundida. La verdad, es que no había señal de qué hora era… ni una ventana, ni nada.
–No, es de la noche. –Rió entre dientes –dormiste casi diez horas, Miley –perpleja y sorprendida lo miré y él me miró – ¡Es en serio! –me dijo con un asentimiento de la cabeza. Hace mucho no dormía más de ocho horas.
–¿Justin… está mejor? –intenté sonar dura, pero el susurro se apoderó de mi voz. Su sonrisa se desapareció, respondiendo mi pregunta.
Puedo jurar, que estoy viviendo el infierno en estos momentos.
–Sigue igual.
El doctor entró en la habitación de Justin. Nos habían cambiado de piso para el tercero, habitación 131. Y seguía sola. Le había dicho a Fredo que vaya a su casa, para bañarse y si puede, que vea a Julie con Lucy, para ver como ambas estaban. Y Pattie, Scooter y los chicos del team, se fueron para lo mismo. Entonces quedé sola. Y me sentía más sola que nunca, pero no por estar relativamente sola, sino porque Justin no estaba a mi lado.
Extrañaba su rostro, su sonrisa, sus hermosos ojos acaramelados en un miel intenso, lleno de sentimientos y que con solo verlos, podía saber que ocurría. Su sentido del humor, su linda forma de besarme, de reír, el sonido de su voz cantando y hablando. Todo. Todo era extrañable en estos momentos. Ni una cosa más ni nada menos, todo.
A penas salió el doctor, caminó para el lado contrario. Sin pensarlo, sorbí mis mocos para adentro y corrí hacia él.
–¡Por favor! –susurré exclamando. Nuevamente lágrimas. Él me miró confundido, frunciendo el ceño. –¡Déjeme verlo! –le rogué de la misma forma. Aflojó la cara y paró en seco su paso.
–Lo siento, señorita –dijo como respuesta. Limpié mis lágrimas con el dorso de mi mano.
–Por favor… –susurré con la voz tan débil como era posible. –Déjeme hacerlo. Lo amo y debo decirle algo importante.
Bueno. Esta parte, no es la más triste. Viene lo peor a continuación, ah.Intentaré, con todo mi interior(? A subirles mañana la próxima parte o talvez hoy.
Les digo en serio… la historia tiene un final, y el final que tiene, no da para hacer 3ra temporada. Solo esperen. Y no voy a decir si termina mal o bien. Solo no sean apresuradas, ¿sí? Ah. Las amo♡
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You're just a memory (2 temporada de I fell for you)
Fanfiction2 temporada de I fell for you♥ 1er temporada: I fell for you – Me enamoré de tí 2da temporada: You’re just a memory – Eres solo un recuerdo. Sinopsis: “Fuiste mi pasado y no formarás parte del futuro. No me busques, no me llames, no me ames ni te en...