Solo un sueño

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You’re just a memory 

Capítulo 16

‘Solo un sueño’

-¡Ah! – grité de inmediato, despertándome y sentándome en la cama con las lagrimas corriendo en mi rostro, por ese insípido sueño que pareció tan real. Tan, tan real - ¡Dios! – volví a gritar. Estaba completamente petrificada y como no estarlo si mi madre me dijo que el padre de mi hijo tenía una enfermedad.

Solo quería correr e irme de aquí. No soportaba esto… no podía dejar de llorar. Me sentía rara, frágil, sin fuerzas sentimentales y sorprendida, shockeada por decirlo así. Ella… ella me dijo eso… ella apareció, pero no puede ser real. <<Solo fue un sueño, Miley, solo un sueño>> mi mente estaba igual de congelada que yo. Mis neuronas hechas hielo y sin saber que hacer… mi sistema nervioso temblaba dentro de mi cuerpo junto con mi corazón, que desenfrenado y lleno de temor latía casi fuera de mí pecho. Esto no puede ser bueno para el bebé… mi bebé. ¡Ayúdame Dios! 

Todo el cuerpo me tiritaba muchísimo que me aterraba más de lo que estaba. Fue solo un sueño, un sueño raro y parecido a la realidad, aunque no lo fue… no fue real.

Me levanté como pude. Sentía que me mareaba y toda la habitación me daba vueltas y vueltas… parecía como si estaba parada en las mismísimas placas tectónicas. Sin embargo, fui a la ventana y la abrí, dejando a la vista el cielo nublado y gris, perfecto para nevar en horas o tal vez, minutos. Me di la vuelta, y caminé a la mesita de luz, donde estaba mi celular junto a una lámpara, que la encendí.

-¡Justin! – exclamé feliz de que haya contestado rápido. A pesar de todo, mi voz sonó como si imploraba algo y él se dio cuenta de ello.

-¡Miley! ¿Qué sucede? – su voz inundaba preocupación y de una forma, me tranquilizó un poco. Sollocé limpiando mis lágrimas que caían de mis ojos, seguramente rojos.

-Mi mamá… quiero irme de aquí, Justin – apreté los ojos fuerte, donde más lagrimones caían, mojando mis pestañas. Un gemido triste se escapó de mi boca.

-Ya voy, hermosa… espérame lista – seguido, cortó. Suspiré y abrí mis ojos, que ardían dolorosamente.

Me vestí rápido… no tenía ánimos de nada. Entré al baño e hice mis necesidades, me lavé los dientes y enjuagué mi cara. Dentro de mi cartera, metí una muda de ropa, mi celular, dinero, mi cámara y las llaves de mi casa en mi mano junto con mis lentes de sol, por si eran necesarios. 

Mis ojos tenían un color rojo en los extremos, círculos debajo de ellos negros. Me veía agotada y no dejaba de sollozar y llorar. Por más de que me limpie la cara millones de veces, billones más caían.

¡Solo quiero que esto pare! No pasa nada bueno desde que ella murió. Agarré un pañuelo de la mesa y limpié mis lágrimas derramadas, aunque volvían a caer nuevas. Nunca había llorado así, tampoco… nunca me había sentido así y no sé si era por ver a mi madre, por la noticia de Justin falsa o por el estar embarazada y que todo me causa sensibilidad. Sea lo que sea, quiero que pare y se corte para siempre. 

Justin no llegaba… pasaron quince minutos y no venía. Ya tenía mi enorme bolso a un lado mío… el pañuelo casi mojado por completo y mi rostro tan rojo como el fuego.

Le había dejado comida y agua a Shena… seguramente, volvería esta tarde.

-¡Miley! – gritó y me abrazó tan fuerte como si era una Boa que me ahorcaba. Yo seguía llorando y llorando en su hombro - ¿Qué sucedió, hermosa? – preguntó sin separarse de mí cuerpo.

-Soñé con mi madre – sollocé sintiendo un gran nudo en la garganta. Me apretujó más… tanto que hizo que por un momento, sienta que no estaba sola – dijo que seremos grandes padres y que yo debo darte una oportunidad – esperé un momento antes de continuar: - me dijo que tenías una enfermedad – lloré más fuerte de lo que estaba haciendo. Sentía su respiración en mi cuello y su perfume varonil, llegaba a mis sentidos olfativos.

-Princesa – susurró y besó mis mejillas, sin separarse – todo estará bien – acarició mi cabello. Aunque me haya dicho palabras hermosas… no me reconfortan ni un poquito. Sollocé de nuevo - ¿Quieres irte de aquí? 

-Sí – contesté sorbiendo mis mocos para adentro – vamos – me separé y miré abajo. Me daba vergüenza que me mire así de horrible. 

Volvimos adentro y tomé mi bolso y los lentes de sol, que me los puse y las llaves las llevó Justin.

Cerramos todo y fuimos a su auto, en puro silencio para nada incómodo. Gracias a Dios, no había muchos paparazzis

-¿Me quieres decir que sucede o prefieres no hacerlo? – preguntó una vez que estábamos en su estudio de grabación, entrando por la puerta.

-Tuve un sueño con mi madre y me dijo lo que te dije – respondí limpiando mis mejillas. Me saqué los lentes y los puse en la mesa donde estaban todos los cables, maquinas y computadoras de musicalidad. Por suerte, mis conductos lagrimales ya estaban vacios.

-Oh – murmuró – todo estará bien – me miró y yo lo hice también. Sonrió y yo igual. Estiró sus brazos y me abrazó, apoyando su cabeza en la mía, por la altura, que me llevaba como veinte centímetros, sin exagerar.

La puerta se abrió de par en par, dejándome ver a Scooter y detrás Alfredo. Ambos, al verme, sonrieron y luego fruncieron el ceño al ver mi cara evidencial que había llorado.

-¡Linda! – exclamó sorprendido Fredo. Sonreí a medias y lo recibí en mis brazos - ¡Tanto tiempo! – beso mis mejillas y se separó completamente. Scooter me regaló otra amigable sonrisa, al igual que la de Justin, diciendo “Todo estará bien” 

-Miley Cyrus– me miró recordándome – Hace mucho no venías – lancé una carcajada falsa y asentí con la cabeza. Se acercó y dejó dos dulces besos en mis mejillas.

-Hace mucho – afirmé dejando soltar un suspiro .

-¿Sucedió algo? – Alfredo preguntó, mirando a Justin y luego a mí. Justin se apresuró a hablar.

-Solo está triste. Soñó con su madre – dijo en una voz abundantemente triste.

-Tienes nuestro apoyo Miley - Scooter habló – y Julew también – sonrió mucho más. Mi boca estaba compuesta por una larga y grande sonrisa sincera, mostrando mis dientes.

-Gracias – agradecí y me senté en una silla, tras seguir los pasos de Justin.

Justino, entró a la cabina; se puso unos audífonos grandes y atrás del vidrio, me hizo seña para ponerme los que estaban frente a mí. Scooter se puso los mismos y Fredo igual. Justin estiró su brazo y tomó la guitarra, y por fin, se sentó en la banqueta frente a un micrófono.

You're just a memory (2 temporada de I fell for you)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora