Recuerdos. Cuatro meses

611 39 1
                                    

You’re just a memory 

Capítulo 32‘Ellos’

‘Recuerdos. Cuatro meses’

Lancé una carcajada al ver como Justin le hacía ruidos con su boca en el estómago de Julie. Ella moría de tiernas y diminutas carcajadas, que me llenaba de amor escucharlas; junto con la risa masculina de Justin. Se veían hermosos y no aguanté para correr a la cámara y filmarlos.

-Ey – me reclamó él, dejando de hacerle cosquillas y dirigiendo su mirada a mí. Nuestra pequeña, se quedó en silencio, mirando a su padre.

-Se veían adorables – contesté excusándome, sin parar el video. Me sonrió de una forma encantadora, de la que solo él sabe hacer.

Y desde ahí… solo me dediqué a observar como ambos jugaban. Ella tenía solo cuatro meses, y era demasiado encantadora, pero lo que tenía de simpática, lo tenia de actriz y chillona. Cuando no le dabas algo que quería, hacia un escándalo que terminaba con más escándalo por mi culpa al regañarla, y ella solo se atinaba a llorar más fuerte, hasta que venía Justino o alguien para que juegue con ella.

Es una bebé inteligente. Sin embargo, el parecido con su padre era latente. Los ojos los tenía amplios y en un azul precioso; mi nariz, y la boca roja y perfecta de Justin; su pelo castaño, era sedoso y todavía demasiado poco… pero estoy segura de que crecerá tan rápido como crece el mío.

A pesar de todo… el sufrimiento, el dolor, todo… no me arrepentía de haberme arriesgado con 17 casi 18 años a tener un hijo.

Lo que habíamos descubierto, era que Juliette, tenía una manía de jugar con pelotas de futbol y otros deportes; pero al darle una muñeca, le podía sacar la cabeza o tirarla para cualquier lado. En el recuerdo de hace cuatro meses atrás, estuvimos una semana en el hospital… tres días más internada y cuatro observando a Juliette, que descansaba en la pequeña incubadora de cristal. Desde ese momento, había “fortalecido” su pequeño cuerpo, pero seguía siendo diminuto. Al salir, tenía no más de dos kilos y trescientos cincuenta gramos, que habían cambiado a través de estos cuatro meses… ya que pesa cinco kilos en estos momentos.El insoportable recuerdo al salir del hospital, que estaba lleno de paparazzis con sus insoportables flashes, molestaron a Julie, haciéndola sentir mal en lo que restaba del día. Después de eso, las beliebers lograron respetarme, tras varios puntos de atención que dio Justin.

Volví a ver a mi abuela, mi abuelo, mis tíos y dos primos, gemelos, que con 15 años, están severamente lindos y masculinos. Obviamente, cuando abrí la puerta, me recibieron con un gigante abrazo casi shokeante porque hace como cinco años no los veía. Pero cuando vieron a Justin, casi se les cae la boca al piso… y el tonto de mi novio, solo decía: “Hola” en español y varias palabras en ingles, que solo entendían mi tía y mis primos además de yo, por supuesto. De todas formas, se ganó el amor de mi abuela, que se encariñó muchísimo y el respeto de mi abuelo, por sentarse a mirar futbol; justo un partido de Boca-River. Mis primos, solo lo miraban callados, y de vez en cuando, me observaban de arriba abajo, también a Julietta, que dormía en mis brazos. 

-¡Miley! – Me llamó Justin, llamando mi atención – ¡Hay que bañar a Juliett! – gritó ya que había entrado al baño para hacer mis necesidades.

-¡Estoy en el baño, no molestes! – le contesté yo burlándome. Escuché como bufaba y seguía hablándole a Julie, con una voz fininininita.

Justin es el mejor padre que puede existir. ¡Se tomó tres meses para estar con nosotras y ayudarme a mí! Y luego de esos tres meses, seguiría con la gira de Believe, pero por Latinoamérica, ya que solo recorrió algunos países, sin completar el cien por ciento. Salí del baño, y me fui para donde ellos estaban. Toqué el hombro de Justin y dirigió su mirada a mí. Besé su mejilla y lo corrí para tomar a Juliette… que olía asquerosamente horrible.

-¡Justin! ¿Por qué no la cambiaste? – con mi mano disponible tapé mi nariz. Casi corriendo al baño.

-Porque no sentía nada – me di vuelta, antes de entrar por la puerta, y lo miré fulminante – ¡Enserio! Creo que me acostumbré – se excusó levantando los hombros. Rodé los ojos y miré a Julietta, que me miraba a mí. Besé su mejilla dejando un sonoro beso y rió ruborizada. Volví al baño, y junto con Justin… la bañamos y la cambiamos.

Por suerte, el frío se había ido y estábamos en junio, vacaciones de verano. 

-¿Tienes sueño? – me preguntó él cuando ya estábamos por dormir. Lo miré y asentí con la cabeza.

-¿Tú? – pregunté alzando levemente las cejas.

-Un poco – levantó los hombros y sonrió encantadoramente.

Le devolví una sonrisa y me acerqué para besarlo. De una forma u otra… me sentía culpable; Justin estuve casi un año, sin tener… eso, ¡Y solo una vez! No pude evitar reprimir una risita contra sus labios. Era peligrosa la forma en que estábamos… pero ¿qué más da? Es mi novio; y mientras se cuide esta vez, no pasa nada.

Así que fui yo… la que tomó la iniciativa esta vez.

You're just a memory (2 temporada de I fell for you)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora