You're just a memory (2 temporada de I fell for you)

Las memorias nunca mueren

Epílogo de I fell for you {1/2} 

‘Las memorias nunca mueren’

El tiempo había transcurrido. Ya han pasado dos años desde la última vez que Miley, Justin y Juliette se vieron. En realidad, desde que Justin y Miley no lo hacían.

Cuando Miley fue atropellada, tuvo una fuerte rotura cerebral, que por suerte, no tuvo más que heridas leves y la pérdida de memoria sobre su pasado.

No tenía idea de Justin, ni de su hija ni de nadie sobre unos meses o años atrás; ni siquiera de la muerte de sus padres, mientras ella pensaba que seguían vivos. Pero no. Desde ese tiempo… todo cambió.

Luego, Justin logró vivir. Al tiempo, su pulmón trasplantado anduvo a la perfección, y la vida… le dio otra oportunidad. Pero no todo fue fácil. En el momento que se enteró sobre Miley y la pérdida de memoria, los doctores no le permitieron verla. Todo se debía a que la mente de ella era tan frágil como un papel, que al estirarlo, corre riesgos de romperse. Y así pasaron dos años.

Él crió a su hija solo y se siguió dedicando a la música; manteniéndole al tanto a sus fans siempre. Ella viajó a Buenos Aires, donde vivía con sus abuelos, plácidamente y muy cálida al estar con sus seres queridos.

Pero Justin no podía seguir. Él necesitaba hablar con ella… verla, sentirla. Aunque era consciente el alto riesgo que corría cuando Miley lo vería. Según los médicos, podría causar un trauma; pero no lo creía. Él sabía que ella lo miraría y recuperaría la memoria… volviendo todo como antes.

Ellos no eran los que solamente sufrían. Juliette, la pequeña, no la recordaba pero sí la reconocía por las imágenes que el mismo padre le mostró. 

–Papi… ¿Cuándo veremos a mamá? –le preguntó ella, con la voz tan dulce como un ángel.

–Falta poco, cariño. –La miró y sonrió. Ella le devolvió la amigable sonrisa y besó la mejilla de su padre.

–¿Es linda mamá? –dijo ella, de repente. Justin siguió caminando por las calles de Buenos Aires. Hablaban en español; en todo ese tiempo, él se dedicó a hacer cursos y prefirió enseñarle más español que inglés, porque él era consciente que en algún momento, se jugaría por volverla a ver.

Y lo hizo. Ahora caminaban en dirección a la plaza que Miley siempre iba antes de su clase de Ballet, según algunos paparazzis que la encontraron.

–Como tú… ambas son iguales, Julie. Ambas son las mujeres más hermosas del mundo –contestó mirando al frente.

La pequeña rió con ternura, y se apoyó sobre el hombro de él, sonriente. Porque para ella, su papá era su mayor amor. Justin se detuvo en la esquina de la plaza. Bajó a Julietta de sus brazos y tomó una manito de ella, con una manota de él. Y siguieron caminando, la pequeña, observando todo a su alrededor, y él… buscándola. De repente, se sintió perplejo a verla a metros de ellos. Sentada en una banca, con un libro y un rodete en la cima de su cabeza. Se veía extremadamente hermosa… como recordaba Justin, como en las fotografías que Julie vio, como siempre fue. Natural y bella. De verdad bella.

Julietta, siguió su mirada y paró sus pasos al sentir que él lo hizo también. Entonces, se soltó y empezó a correr para donde Miley estaba descansando.

–¡Mamaaaaaaá! –gritó ella, emocionada, por la emoción. La castaña, bajó el libro y vio de donde provenían esos grititos. Esa niña. Algo sentía; como si la conocía. Miró a su costado y atrás, en busca de alguien que esté detrás suyo y la niña corría a ese ‘alguien’… pero no. Los azules ojos de Julie estaban clavados en los de Miley.

Su cuerpo sentía una atracción hacia esa niña, pero la mente de ella no la reconocía y a la vez, se le hacía tan familiar que la asustaba. ¿Quién era ella? ¿Por qué la estaba abrazando? Era muy raro. Pero Miley, dejó de lado el libro y recibió su abrazo, confundida y extrañada. La pequeña, soltó pequeños sollozos de emoción sobre el hombro de su madre, que desafortunadamente, no la reconocía cerebralmente. 

–¡Juliette! –exclamó una voz masculina, con un acento encantador pero sin embargo… también era reconocible para Miley.

La situación la confundía. Levantó la cabeza sin soltar a Julietta. Otra vez, los variados sentimientos y la atracción corporal hacia él era notable. Ella pestañó varias veces, mientras miraba los ojos paralizados de él. Ojos mieles, misteriosos y completamente conocidos para su cuerpo. ¿Por qué era como si lo conocía? ¿Por qué le llamaba tanto la situación?

–Oh… disculpa –nuevamente, la voz sorprendida y el acento resonó en su mente. Encantador chico, encantadora voz. Realmente era jodidamente apuesto y… se sentía rara. La niña, que Miley se había olvidado por unos instantes, la soltó y se separó para verla, pero su madre veía al padre de ella, sin reconocerlo pero también… entendiendo algo.

–Disculpe usted –fue como un golpe para Justin, quien poseía la idea de que ella lo reconocería… pero no. No lo conocía. –Perdone… ¿lo conozco? –preguntó con cierto interés y la frente fruncida. Juliette la miraba atentamente, fijando todos los rastros de ella.

–Soy Justin Bieber. –respondió él y se sentó a un lado de ella. Esa voz; Miley sentía como si se enamoró a primera vista de él. 

–Yo Miley Cyrus –contestó sin dejar la vista de sus mieles ojos. Atractivos. Exóticos. –Mucho gusto, Justin. –extendió una mano hacia él, y Justin la estrechó con una sonrisa.

–Mucho gusto, Miley.

_____________________________________________________Chan. Chan. Chan.NADIE MURIÓ:’) SJKLHFUIDHIUSIFHSUIFHUIDHIDFDU ¿VIERON? IBAN A MANDAR A ELMO Y A TODOS LOS SERES MALOS SIN RAZÓN LALALALALALALALALALALALALALALAALLAALALALLAL BUENO. 

Yo sé que me aman, alábenme ah.

Okno. Bueno. MAÑANA se sube el otro epílogo y verán como… por fin… termina.

Espero les haya gustado♥

Quiero ver sus comentarios felices, o hago que todo sea malo .|. recuerden que YO tengo el poder, MUAJAJAJAJAJAJAJ okno(¿

No sean malas:(

En el capítulo pasado no hubo comentarios, quiero que todas las que están leyendo el libro comenten. Quiero ver cuántas leen el libro y quiero ver su apoyo♡ ¡Vamos chicas! No sean lectoras fantasmas. :(