Lo que daría por volver a esos momentos

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You’re just a memory 
Capítulo 22

‘Lo que daría por volver a esos momentos’


Salimos del hotel juntos. Seguía con una tonta sonrisa en mi rostro.
No había muchos paparazzis y la luna había aparecido; el cielo estaba oscuro y las estrellas no estaban presentes. 

El silencio nos inundó. Estábamos casi solos en la calle del hotel, ya que íbamos caminando, pero ningún ruido además de los de la carretera hablaba. 
Podía sentir su nerviosismo y la cierta incomodidad que percibía.

-¿Estás bien? – pregunté inclinando mi cabeza para verlo. Asintió con la cabeza esforzando una sonrisa.

-Claro – respondió. Fue un ‘claro’ mentiroso… porque hasta yo me di cuenta que mentía – Disculpa a Fredo – rodó los ojos y lancé una carcajada. 

El comentario de Alfredo, fue sarcástico… porque ¡Estoy embarazada! Y no puedo tener eso… creo.

-Él solo bromeó – sonreí y pestañé varias veces. 

-Lo sé… pero pensé que te molestaría – inmediatamente negué con la cabeza; entendió mi mensaje y volvió a hablar – El 26 de diciembre tengo una entrevista – carraspeó su garganta y volvió a mirar al frente, sin que ninguno de los dos paremos de caminar – conferencia de prensa.

-¡No te dan vacaciones! – exclamé enfadada. Levantó levemente los hombros y relamió sus pequeños y tentadores labios.

-Así es esto – su voz sonó pesimista y por un momento, entendía lo que se refería.

-¿No te gusta ser famoso? – mis pensamientos salieron de mi boca sin que los pudiera pensar dos veces. Internamente me pateé la cabeza – No contestes si quieres.

-Quiero hacerlo – suspiró. Nos paramos en la esquina de la calle para cruzarla, doblando para la izquierda. Se notaba que él conocía Paris – Me gusta… pero… - lo interrumpí.

-¿La privacidad? – intenté adivinar. Me miró y asintió con la cabeza, serio – Pero tienes fans – volvió a observar el camino; yo hice lo mismo.

-Y las amo – aseguró cosa que ya sabía. Sonreí – pero solo quiero ser libre… ser un adolescente normal… tener una novia normal y que a nadie le importe si está embarazada o no - ¿Indirecta? ¿Novia? Mmmh… no.

-No soy tu novia – ataqué. Lo miré y levanté una divertida y delgada ceja.

-Nadie dijo que eras tú – contraatacó. Me miró y repitió mis pasos. Bufé con arrogancia y seguido rodeé los ojos.

-Buen punto – lancé una carcajada y sentí su mano en mi cadera, atrayéndome a él… solo me dejé llevar.

Solo estábamos a media cuadra de la gran y hermosa Torre Eiffel iluminada, ahora sí, por las luces blancas a su alrededor.
Millones de personas se acercaban con sus grandes cámaras Nikon o Cannon. Me pateé internamente, por segunda vez en el día… por primera vez en mucho tiempo, me había olvidado de la camara. 

-¿Buscas algo? – preguntó divertido.

-¡Mi camara! – exclamé enojada. Su sonrisa se ensanchó y sacó un pequeño estuche de su bolsillo trasero del jean que utilizaba. Fruncí el ceño mirando cada uno de sus pasos.

Abrió por el cierre, dejando a la vista una pequeña Cannon. Lo miré aflojando la cara.

-Linda cámara – sonreí mostrando mis dientes.

-¿Te gusta? – preguntó. Asentí con la cabeza en instantes – me la compré por ti - <<¿Por mí?>> levanté mis cejas en sorpresa; se volvió a encoger de hombros – las cámaras eran una de las cosas que me recordaban de ti – afirmó. Sentí en mis mejillas, que toda la sangre se acumulaba… tontamente, me estaba sonrojando. <<Que vergüenza>>

Escondí mi rostro en mi cuello para que no me vea colorada; mi corazón estaba a punto de salir de mi pecho en una fuerte taquicardia y mis piernas temblaban como si estaba parada en un fino palo.

Dios. 

Que.

Vergüenza. 

Volví a subir la cabeza para encontrarme con su perfecto rostro con una sonrisita burlona. Abrí la boca para decir algo, pero la cerré en el momento que era consciente que no había nada más que decir.

-Está linda la noche – levanté la cabeza para mirar el cielo. Mierda… soy la más estúpida de las normales. En mis pensamientos, mi cara la invadía y estaba llena de moretones hechos por mí misma gracias a todas las cosas que digo y hago. Dios.

-Sí – afirmó y volví a mirarlo – pero… no tanto como tú – alagó. Rodé mis ojos.

-No digas eso – levanté una ceja y esta vez, miré al frente para seguir caminando. Podía sentir su firme mirada en mi rostro – todos dicen lo mismo .

-Pero… todos mienten… yo… no – la ternura se volvía a mí. Otra vez, me sonrojé y suspiré pesadamente, dejando escapar una leve sonrisa.

En unos minutos, sentí la mano de Justin sobre la mía, uniéndolas como si fuera la primera vez.
Otra vez, el recuerdo de nuestro video en Los Ángeles, volvió a mí, además de la primera vez que nos tomamos de la mano a las afuera de ese hotel.
Lo que daría por volver a esos momentos.

You're just a memory (2 temporada de I fell for you)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora