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—¿Y porque tenemos que ir tan elegantes?— Interrogó Kyungsoo a su madre mientras se plantaba frente a la entrada de la casa de los nuevos vecinos, intentando aflojar el nudo de su corbata que amenazaba con asfixiarlo en cualquier momento.

—Por que casi todos los vecinos de la cuadra están aquí...— Hablo la señora mientras le daba un pequeño golpe a la mano de Kyungsoo advirtiéndole que dejara en paz la corbata.

—¡Vivimos a dos cuadras de ellos!— Exclamó frustrado Kyungsoo mientras acariciaba la mano que había recibido el golpe.

—¡No importa! Ahora compórtate— Sentenció ella al mismo tiempo que tocaba el elegante timbre.

Segundos más tarde una amable señora de baja estatura, cabello lacio, negro y corto hasta los hombros les abrió la puerta con una enorme sonrisa impregnada en su rostro.

—¡Hola! ¡Sean bienvenidos!— Exclamó mientras le abría pasó a los nuevos invitados.

—Hola...— Respondió la madre de Kyungsoo. —Usted debe ser la señora Park— Continuo, mientras entraban a la casa, dirigiéndose a lo que parecía ser la sala.

—Oh, si, soy yo pero llámame Young Mi— Contesto amablemente.

—Soy Do Sun Hee— Se presentó ella, sonriendo hacia su nueva vecina.

—Es un placer ¿Él es su hijo?— Pregunto Young Mi con palpable curiosidad al ver al pequeño chico que la acompañaba.

—Si, él es Kyungsoo— Contesto SunHee intentando elevar la voz lo suficiente para que su hijo la notase.

Al escuchar su nombre, Kyungsoo, dejo de curiosear y dirigió su atención a las dos mujeres frente a él realizando una pequeña venía.

—Waaa, es muy lindo— Exclamó YoungMi haciendo sonrojar a Kyungsoo.
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El ambiente en la casa era agradable, su mamá tenía razón, la mayoría de los vecinos estaban ahi, charlando animadamente dándole la bienvenida a los Park o al menos a tres de ellos pues el hijo menor no se encontraba acompañándolos haciendo deducir a Kyungsoo que la hermosa alfa frente a él era hija única.

Por su parte, Chanyeol, se encontraba en el patio trasero de su nueva casa, recostado sobre el césped. Tantas personas intentando llamar su atención lo habían irritado pues como había sucedido en otras ocasiones su alfa había captado la atención de todos en la habitación desde el primer segundo en que entró en ella, y nada pudo evitar que constantemente las personas se acercaran a él.

Intento sobre llevarlo pero a los veinte minutos su paciencia se agotó y se excusó con todos para luego salir al patio por algo de aire. Le reclamó un sin número de veces a su alfa pero este simplemente le ignoro por unos segundos.

—Si te hubieras escondido nada de esto hubiese pasado. ¡Habían omegas ahí y alborotaste sus hormonas!— Expreso molesto Chanyeol.

Solo quería saludar, que hay de malo en eso— Contesto el alfa restándole importancia a su humano.

—¿Que harás si se repite lo mismo de la otra escuela? No quiero aguantar tus quejas de que no soportas a tanto omega y alfa soltando feromonas a nuestro alrededor— Hablo Chanyeol aún más molesto. —Y tampoco quiero seguidores, ¡estoy harto!— Bufo mientras hacía una pequeña rabieta.

No me disculpare, pero admito que fue mala idea— Reflexionó el alfa.

—Tu nunca te disculpas— Dijo Chanyeol, dejando su rabieta de antes y acomodándose para ver los colores del atardecer inundar el cielo. —Intenta dormir para que nadie te note y papá no sospeche.

—Bien— Contesto el alfa, dando vueltas en su lugar intentando encontrar una posición cómoda pero se detuvo al captar el ruido de la puerta corrediza siendo abierta.

—Desearía golpearte— Siseo molesto Chanyeol a la expectativa de que alguno de los omegas con los que se había presentado antes lo hubiera seguido para intentar algo con él y su alfa.


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Estúpido Alfa 🍃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora